La Iglesia católica dominicana afirmó este domingo que la familia debe ser la gran protagonista de las políticas públicas del Estado, por lo que solicitó una serie de garantías entre las que figura el derecho al respeto y a la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.

Así se hace constar en un comunicado de la Arquidiócesis de Santo Domingo, que recordó que el derecho a la vida también figura en la Declaración de los Derechos Humanos y en la Constitución dominicana.

La entidad también planteó que los organismos gubernamentales han de procurar ayuda a las familias más necesitadas, a saber: alimentos, medicinas y mayores oportunidades para las familias en situación de pobreza extrema.

"El gobierno ha de establecer planes de viviendas a bajo costo, con financiamiento asegurado, para las familias necesitadas, control del mercado de alquiler; fijar tarifas equitativas y redes comunales, tarifas del gas, de la energía eléctrica, del agua, acceso a los servicios de transporte, escuela", entre otros, según la renta y la carga familiar, dijo el documento.

La Iglesia también solicitó la creación de Centros de Asistencia Familiar a las familias con dificultades de convivencia, que contribuyan a proteger a las víctimas de la violencia, especialmente, a las mujeres, niños y niñas.

"El Estado y el sector privado deben garantizar fuentes de trabajo a las familias para asegurar el sustento diario, la educación, la vivienda y un ambiente sano que permita la convivencia armónica en equidad y solidaridad", solicitó también la grey católica.

Este domingo, la Iglesia católica celebró su tradicional Caminata un Paso por mi Familia 2024, en el malecón de la capital.

La movilización concluyó con una eucaristía que celebró el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta.

La caminata se celebro de manera simultánea en Santiago, Valverde, Montecristi, Peravia, Barahona, Duarte, San Juan, La Romana, San Pedro de Macorís, La Vega, La Altagracia y Puerto Plata.

"Se debe implementar una educación sexual integral basada en valores éticos y morales, tanto en las familias como en las escuelas, que conduzca a una sana afectividad", pidió la Iglesia, al rechazar la ideología de género y todo lo que atente contra la vida y la familia.

"Es lamentable que la familia cuente con tan poco apoyo del Gobierno y de la responsabilidad social, lo que hace que la familia pierda la esperanza en sus autoridades", afirmó el documento.