El 2024 marcará el inicio de la televisión digital terrestre (TDT) en República Dominicana y el 2023 el último de la era analógica, ordena el decreto que el presidente Luis Abinader firmó hoy y que dispone que el apagón analógico de la televisión se produzca el último minuto del 2023.
"Se instruye al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) establecer una hoja de ruta que permita la implementación de la televisión digital terrestre antes de las once horas cincuenta y nueve minutos pasado meridiano (11:59 P.M.) del 31 de diciembre de 2023″ y que esa misma se la "fecha límite para que las concesionarias del servicio de radiodifusión televisiva procedan a realizar el apagón analógico", señala en texto decretado.
La televisión digital terrestre (TDT) permite la transmisión en alta definición de las imágenes, como también un sonido óptimo. Mientras que para las plantas operadoras representará mejores capacidades tecnológicas de transmisión y optimización en los costos de operación.
El Estado dominicano realizará una inversión millonaria con fondos del Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) para la compra de 450 mil cajas convertidoras de señal digital, las cuales serán distribuidas a hogares vulnerables del país; asegurando así el acceso a esta tecnología.
El estándar aprobado por el país para la implementación de la Televisión Terrestre Digital es el ATSC1.0.
450 mil “cajas convertidoras”
El Indotel ha estado adelantando los trabajos para facilitar las condiciones que permitan el inicio de la TDT con la apertura del proceso de licitación pública internacional para la adquisición y entrega de 450 mil “cajas convertidoras” de señal digital, que serán entregadas a hogares vulnerables del país para asegurar el acceso a la señal abierta al momento de la entrada en funcionamiento.
Dicha licitación planea seleccionar a la empresa que adquirirá, distribuirá y entregará las cajas convertidoras de señal digital a los hogares seleccionados por el órgano regulador de las telecomunicaciones.
El Indotel identificó como beneficiarios a hogares vulnerables que cuentan con un televisor, pero que no tienen un servicio de televisión por suscripción (cable), es decir que consumen contenido televisivo por televisión abierta.