La Academia de Ciencias exaltó este martes como Laudatio Académica a Antonio Thomen Acevedo, considerado el padre de la ecología en República Dominicana.
El Laudatio Académica es la máxima distinción que otorga la entidad a sus miembros de número más sobresalientes y los reglamentos exigen que solo se brinde esta distinción a dos académicos por año.
Para el presidente de la ACRD, Thomen es un científico comprometido con las mejores causas que ha tenido la República Dominicana.
El expresidente de la ACRD, Milciades Mejía, propulsor de este reconocimiento, dijo que, todas las luchas llevada a cabo en favor del medio ambiente, hoy podemos decir que el país le debe un mundo a este científico dominicano.
En 1978 se apasiona por la Ecología, y crea el Instituto Dominicano de Bioconservación con los investigadores Eugenio de Jesús Marcano, Padre Julio Cicero, Idelisa Bonnelly de Calventi, entre otros y posteriormente fue designado como el primer director Ejecutivo de la Comisión Nacional para el Medio Ambiente, cargo que ejerció de manera honorífica.
Desde este instituto pudo forjarse la conciencia sobre la importancia de la conservación, la emisión de importantes decretos, normas y disposiciones que culminaría posteriormente con la promulgación de la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Participó en eventos internacionales sobre Bioconservación en las décadas del 80 y 90, siendo un pionero en la materia.
Durante el desarrollo del encuentro al que asistieron personalidades de los distintos sectores de la sociedad, fueron presentados vídeos con testimonios sobre el homenajeado.
Al acto asistieron los expresidentes de la ACRD, Milciades Mejía, Luis Scheker Ortiz, el vicepresidente Modesto Cruz, Felicita Heredia, coordinadora de la Comisión de Naturales Ciencias Naturales y Medio Ambiente, los miembros de Número, Osiris de León, Adolfo López, Venecia Álvarez, Eduardo Klingler, José Vanderhorst. Además de su hija Alicia Thomen, su esposa Mary de Thomen, entre otros familiares y amigos.
Antonio Thomen
El 18 de julio del 1933 se publicaba en los periódicos nacionales “nació Antonio Thomen, un futuro ingeniero”, hijo y nieto de ingenieros, su futuro parecía estar escrito. Sin embargo, la vida le depararía un rumbo muy distinto. Fue enviado a estudiar a Estados Unidos siendo un niño, y regresó convertido en un joven altruista y lector empedernido. Se graduó en Derecho en 1954 en la Universidad de Santo Domingo.
Laboró en la Alcoa Exploration Company, la Compañía Dominicana de Minerales y en los Astilleros Navales Dominicanos. Ocupó funciones diplomáticas en El Salvador, Guatemala y México, donde se asiló por cuatro años y fue delegado de Relaciones Públicas del Banco Nacional de México. Al llegar al país en 1961, trabajó en la Corporación de Fomento Industrial de donde renunció cuando se produjo el golpe de estado a Juan Bosch. Durante la intervención militar norteamericana de 1965, dijo presente y fue arrestado temporalmente por un incidente que protagonizó con una patrulla de marines. El momento de su detención quedó captado en cámaras y esa imagen ha formado parte del testimonio gráfico de aquella nefasta etapa de nuestra historia.
Fue fundador en 1963 de la Impresora Nacional, de la que fue su administrador hasta su cierre en el año 2012.
En 1978 se apasiona por la Ecología, y crea el Instituto Dominicano de Bioconservación con los investigadores Eugenio de Jesús Marcano, Padre Julio Cicero, Idelisa Bonnelly de Calventi, entre otros y posteriormente fue designado como el primer Director Ejecutivo de la Comisión Nacional para el Medio Ambiente, cargo que ejerció de manera honorífica, y desde donde pudo forjarse la conciencia sobre la importancia de la conservación, la emisión de importantes decretos, normas y disposiciones que culminarían posteriormente con la promulgación de la Ley 64-00 sobre Medioambiente y Recursos Naturales. Participó en eventos internacionales sobre Bioconservación en las décadas del 80 y 90, siendo un pionero en la materia.
Los conocedores de la trayectoria ciudadana de Antonio Thomén (Tony) saben de su integridad patriótica duartiana, labrada durante décadas en la cotidianidad personal y familiar. Es miembro del Instituto Duartiano, en donde fue Coordinador del boletín del Instituto y de su Biblioteca.
Thomén ha publicado enjundiosos artículos en los periódicos El Caribe, Hoy y El Nacional. Además, es autor de los ensayos “En Defensa de la Naturaleza”; “Matrimonio, divorcio, nulidad y concordato”; “El sol fuente de vida”, “Crisis, alcohol y próceres” y El poder y el veneno”. Ha publicado igualmente los libros “Consejos que me dio mi padre”, y “Un manual para la vida”. El Archivo General de la Nación publicó el libro “Memorias y Testamento de un Ecologista”, una combinación de compilación bibliográfica y memorias personales que resume la historia del movimiento ecológico nacional a través de las luchas de Thomen.
Esposo, padre, amigo, abuelo y bisabuelo, ciudadano y activista. Libró grandes batallas a favor de los recursos naturales de la República Dominicana y del mundo. Se irguió y plantó frente a cuantos quisieron beneficiarse con la destrucción del medio ambiente, enfrentando desde Embajadas, empresarios ambiciosos, militares de alto rango hasta ministros que se creían todo poderosos. De carácter revolucionario, inquebrantable ante el poder, de sólida integridad, Antonio Thomen es un icono de la conservación y preservación, protección y concienciación sobre la importancia del medioambiente para las futuras generaciones.