La policía turca detuvo este domingo a cinco personas por haber difundido mensajes de supuesto odio hacia el presidente, Recep Tayyip Erdogan, al burlarse en las redes sociales de su contagio con la COVID-19.
La unidad de delitos informáticos investigó 36 cuentas en las redes sociales por este tipo de mensajes y dio orden de detener a ocho personas, pero hasta ahora solo ha podido encontrar a cinco, informa el diario turco Hürriyet.
El nombre más conocido en la lista es el de Derya Büyükuncu, nadador olímpico retirado desde 2012 y conocido también por participar en programas de celebridades, quien respondió ayer con un tuit sarcástico al mensaje del presidente quien había pedido a sus seguidores "oraciones" para sanar.
"Se ha contagiado con coronavirus y quiere rezos. Rezaremos, no se preocupe. Ya he empezado a hacer 20 cacerolas de dulces, que repartiré por el barrio cuando llegue el momento", tuiteó Büyükuncu en referencia a la costumbre de distribuir dulces tradicionales a los vecinos tras un funeral.
El tuit fue borrado después, pero 'helva', el nombre del dulce turco, se convirtió en tendencia en Twitter, tanto para expresar de forma irónica un deseo de ver muerto al presidente como para criticar esa actitud.
La policía no detuvo a Büyükuncu, al confirmarse que se encuentra fuera de Turquía, según el citado diario. El ministro de Deportes, Mehmet Kasapoglu, ha avisado que, sin embargo, el atleta sufrirá "consecuencias" por su actitud.
Durante la mañana, el presidente agradeció en Twitter los mensajes de pronta recuperación de varios jefes de Estado o Gobierno, entre ellos Guatemala, El Salvador, Grecia, Serbia y Somalia.
En total, más de 30 cuentas en redes sociales están siendo investigadas por comentarios ofensivos, según ha confirmado este domingo la agencia oficial de noticias turca Anatolia.
La agencia no dio detalles sobre el contenido de los mensajes pero el diario 'Daily Sabah' apunta que los investigados son usuarios de Twitter que habrían deseado indirectamente la muerte de Erdogan.
El estado de salud de Erdogan es un tema recurrente en Turquía. En julio, un vídeo del presidente durmiéndose durante un discurso ayudó a alimentar los rumores, y la propagación en noviembre de la etiqueta #ölmüs ("fallecido") en relación al mandatario provocó la apertura de una treintena de casos.
La Policía esgrimió en su momento que Erdogan había sido insultado, su honor violado y su reputación dañada.
Este domingo, el presidente ha actualizado la información sobre su estado de salud. Nuestro médico realizó nuestro examen de rutina esta mañana. "Gracias a Dios, no hay nada de qué preocuparse, hoy también sentimos síntomas leves y continuamos nuestro trabajo", ha manifestado a través de las redes sociales y conformó que su mujer, Emine Erdogan, también está contagiada. (Con informaciones de EFE y Europa Press)