La Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) informó que hace más de un mes que inició los trabajos de la cañada Las Ochocienta, luego de agotar un proceso de licitación en diciembre pasado.
La institución informó que, actualmente, los trabajos de saneamiento de la cañada están en la etapa de limpieza y estabilización de los terrenos, por lo que se estima que estará terminada entre diciembre de este año y enero de 2024, si las condiciones climatológicas así lo permiten.
A través de un comunicado, la entidad explicó que el primer picazo fue dado en febrero, y que los ingenieros iniciaron el plan de acción para realizar los trabajos y que estos afecten lo menos posible el accionar diario de los comunitarios de la zona.
Indicó que los plazos que se necesitan para realizar una intervención de 500-600 metros en ocasiones tienden a extenderse.
"Para la CAASD es importante que los residentes de Las Ochocienta estén conscientes de las distintas etapas que conllevan los protocolos de las obras del Estado, así como los tiempos que se requieren para completar el saneamiento de una cañada como la de su comunidad, de manera tal que puedan comprender el paso operativo y vislumbrar cuánto tiempo pueden tomar en cada uno de los trabajos", se precisó en el documento de prensa.
Se explicó también que este tipo de obras, una vez el proceso de licitación ha concluido, el contratista debe dirigir a una brigada que hace los levantamientos necesarios para conocer el estado real de una obra y su alcance.
Se precisó, además, que la fase de limpieza se realiza con maquinarias de gran dimensión y consiste en acondicionar el terreno para luego colocar una especie de cajones.
"El operario ha confirmado que se trata de una obra de gran escala, en la que se utilizarán 2 cajones dobles de 3 metros de ancho x 2 metros de altura. Cada uno de esos cajones pesa 6 toneladas y se colocan aproximadamente 16 de ellos diariamente; esta operación requiere de una gran precisión y de un proceso logístico previo", se destacó.
Se dijo que actualmente los cajones de esta obra aún no han sido colocados debido a que el terreno está saturado de agua por las lluvias recientes.
“Si se procede con el uso de las retroexcavadoras en esas condiciones, el terreno se va a hundir y pueden producirse derrumbes que posteriormente impedirían dar continuidad a los trabajos, además de que sería una situación de riesgo para los trabajadores”, explicó la ingeniera Marcelle Ríos, directora de la Unidad Ejecutora de Proyectos de la institución.