El Ministerio Público afirmó este miércoles que el testigo Pedro Messón, aportado por las defensas de dos de los acusados por el asesinato de Yuniol Ramírez y los actos de corrupción en la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), mintió al tribunal.
La procuradora de corte Mirna Ortiz, de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), afirmó que "se ha desacreditado la declaración del testigo Pedro Messón”, aportado por las defensas de Argenis Contreras y del que era director de la OMSA cuando se cometió el crimen, Manuel Rivas.
Ortiz señaló que el Ministerio Público logró demostrar, en base a declaraciones emitidas con anterioridad por el testigo, durante la etapa de investigación, que las defensas prepararon a Messón para mentir al tribunal, algo que constituye un delito, según recoge un comunicado de prensa.
La representante de la PEPCA declaró que el Ministerio Público analizará las posibles acciones a tomar, ya que "constituye un delito mentir al tribunal y el Ministerio Público puede tomar acciones en consecuencia”.
Argenis Contreras es señalado como el principal autor material del secuestro y asesinato del abogado y catedrático universitario Yuniol Ramírez y en el caso también están imputados Manuel Rivas y el exgerente financiero de la OMSA Faustino Rosario Díaz, quienes enfrentan cargos por corrupción administrativa en esa institución.
Los otros acusados son José Mercado (alias el Grande), Víctor Ravelo Campos (alias el Herrero), Jorge Abreu, Heidy Peña y Lilian Francisca Suárez Jáquez.
En atención a una solicitud del órgano de la acusación, el pasado febrero el tribunal decidió unificar el expediente del asesinato del abogado Yuniol Ramírez con el de los actos de corrupción administrativa registrados en la OMSA.
La institución recordó que el crimen, perpetrado en octubre de 2017, está vinculado con los actos de corrupción administrativa ocurridos en la entidad gubernamental de transporte.
Ramírez, quien presidía la Convergencia Nacional de Abogados (CONA), fue asesinado en octubre de 2017 y su cuerpo se halló en un arroyo de Hato Nuevo, en Santo Domingo Oeste, con un bloque de concreto atado a su cuello mediante una cadena.
Tras el hecho, Argenis Contreras huyó a Estados Unidos, donde fue capturado y tres años después entregado al país.