El director general de Aduanas, Eduardo (Yayo) Sanz Lovatón, aclaró que la institución que dirige no ha cambiado nada del régimen legal ni tampoco de su aplicación en la comercialización de las pacas, admitió que "son una realidad" y que no está "en contra de ellas ni de su concepto".

El funcionario dijo previamente que el comercio de las pacas "es el dolor de cabeza de la Dirección General de Aduanas", importación de ropas usadas regulada por la Ley 458-73, promulgada por el expresidente Joaquín Balaguer.

Si bien se prohíbe “la importación de prendas de vestir, ropa de cama, de mesa, loza, batería de cocina, puestos en desuso por clínicas, hospitales y sanatorios, o de procedencia indeterminada, traídos al país con fines comerciales y otras veces de beneficencia”, la norma tiene sus excepciones, tales como su autorización si son para uso personal o para familiares que residen en suelo dominicano.

La Ley 28-01, que crea una Zona Especial de Desarrollo Fronterizo, hace la excepción con los empresarios de parques industriales que importan ropas usadas como insumo para transformarlas, así como para las empresas instaladas en las provincias limítrofes con Haití.

“Estamos tratando de que se circunscriban solo a esas (excepciones) y ahí es que está el dolor de cabeza, porque a veces con el aliciente de que es para la gente pobre se producen escapes”, dijo Sanz Lovatón en una entrevista previa al aludir al rol social de prendas de bajo precio.