Iberoamérica debe redoblar los esfuerzos para combatir la violencia contra las mujeres, en una región donde en 2021 se registraron más de 4.400 feminicidios, reclamaron las participantes de la IV Conferencia Iberoamericana de Género, que concluyó este viernes en Santo Domingo.

Esta demanda forma parte de la Declaración de Santo Domingo firmada por las responsables de Género de la región y leída en la clausura de la actividad, que empezó el jueves, por la ministra dominicana de la Mujer, Mayra Jiménez.

Una idea compartida por el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, quien afirmó que la violencia contra las mujeres en la región es de "gran preocupación" y subrayó que "todo lo que se pueda hacer respeto a la violencia asesina debe estar en la primera prioridad de los Gobiernos" de Iberoamérica.

LOS MÚLTIPLES TENTÁCULOS DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

"La violencia política, económica y sexual sigue estando presente como si tuviera distintos tentáculos", alertó el diplomático chileno al cierre de la conferencia, en la que también participó el presidente dominicano, Luis Abinader, cuyo país celebrará el 24 y el 25 de marzo la Cumbre Iberoamericana.

En la declaración final, que se llevará a esa reunión al más alto nivel en Santo Domingo, los firmantes se comprometen a impulsar la Iniciativa Iberoamericana para Prevenir y Eliminar la Violencia contra las Mujeres, aprobada en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de 2021 en Andorra.

Sus objetivos son contribuir a la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer, impulsar el desarrollo y fortalecimiento de políticas públicas y leyes integrales para la erradicación de la misma, mejorar la atención, protección y reparación integral de las mujeres y fortalecer el alcance de los programas o planes de prevención.

Esta iniciativa "es la primera plataforma permanente de cooperación iberoamericana en materia de prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres", que "busca convertirse en un referente regional e internacional", precisó Abinader.

Por otro lado, las ministras y responsables gubernamentales acordaron hoy que la Conferencia Iberoamericana de Género, que no se celebraba desde 2011, se lleve a cabo en adelante cada dos años, coincidiendo con la Cumbre Iberoamericana.

Y es que, como dijo a EFE la secretaria de Estado española de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez, presente en la reunión, "la cooperación iberoamericana es especialmente relevante en el ámbito de los derechos de las mujeres".

Calificó de "muy ambiciosa" la declaración adoptada "en materia de economía feminista y de lucha contra la violencia de género y particularmente novedosa en lo que tiene que ver con la violencia política".

Este fue precisamente uno de los puntos abordados en la conferencia, que condenó "todas las manifestaciones" de violencia ejercida contra mujeres políticas, incluida a las que ocupan cargos públicos, las militantes y las activistas.

ROMPER ESTEREOTIPOS Y PROPUGNAR LA IGUALDAD

Además, se consideró "imprescindible" romper los "nudos estructurales" de la desigualdad y los estereotipos "evitando retrocesos y propugnando un nuevo modelo de desarrollo que apueste por igualdad, la participación y la plena autonomía de las mujeres".

En ese punto, exigieron mayor acceso a la educación, al trabajo y a la salud sexual y reproductiva acorde con la legislación de cada país.

También pidieron políticas fiscales progresivas y presupuestos públicos con perspectivas de género y derechos humanos.

Abinader, quien recibió de manera simbólica la declaración final, subrayó "el compromiso inquebrantable" de su Gobierno "en seguir trabajando cada día y en cada rincón del país para transformar la vida de las mujeres y de su familia".

"Necesitamos sociedades más inclusivas, con un compromiso más alto entre mujeres y hombres y procurando su desarrollo y empoderamiento", apuntó el jefe de Estado dominicano.

Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2021 se registraron al menos 4.473 feminicidios en veintinueve países de la región.

Las mayores tasas de feminicidio por cada 100.000 mujeres se registraron en Honduras con 4,6 casos, República Dominicana (2,7), El Salvador (2,4), Bolivia (1,8) y Brasil (1,7).