Un año de prisión preventiva impuso hoy la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Santiago a los seis imputados del asalto a mano armada perpetrado el 24 de mayo pasado en la sucursal del Banco de Reservas del sector La Barranquita de esa ciudad, agravado con el homicidio de Ambrosio de Jesús Núñez.
En un principio, tanto de parte del Banco de Reservas como de la Policía, se dijo que no había personas lesionadas. Fue recién este jueves que el vocero de la Policía Nacional, el coronel Diego Pesqueira, confirmó la muerte de Ambrosio de Jesús Núñez, de 58 años de edad, quien inicialmente resultó herido.
Los imputados, que huyeron del lugar con una suma indeterminada de dinero, enfrentan cargos formales de homicidio, tentativa de homicidio contra otras dos personas, uso de armas de fuego, asociación de malhechores y robo agravado.
Los acusados son Danny Manuel Pimentel de la Cruz, Willmi Pie (ciudadano haitiano), Joel Fontanilla García (Victorino y/o Victoriano), Gregorio Núñez Polanco (Niño Pepe), Jairo de Jesús Estévez Rodríguez y Carlos Rafael Rodríguez Báez (Carlitos).
En lo que respecta a este último, Rodríguez Báez, habría sido el armador del asalto, como presunto cabecilla de la banda, y es a quien se le habría encontrado un fusil y la suma de RD$ 1 millón 500 mil, según ha establecido el Ministerio Público de Santiago.
Las autoridades aseguran que aún siguen prófugos dos de los presuntos atracadores identificados como Gerardo Antonio Ramírez García (el Tuerto) y Yenrry Manuel González García, y no se descartan que hayan otros involucrados.
Además de la prisión preventiva, el juez José Rafael D' Asís, coordinador de los Juzgados de la Instrucción de Santiago, declaró de tramitación compleja el proceso en tanto que se cumplen todos los elementos necesarios como la multiplicidad de imputados, de víctimas y la criminalidad organizada.
El órgano persecutor demostró el rol que jugó cada miembro de la estructura para ejecutar el asalto y además desechó alegatos presentados por la defensa técnica de los imputados que, según resaltó el propio tribunal, no presentaron arraigos suficientes y cuatro de ellos ni siquiera presentaron alguno.
En respuesta a los alegatos de la defensa técnica, el juez también resaltó que los arrestos de los preventivos se ejecutaron en estricto cumplimiento a las órdenes previamente tramitadas por la Fiscalía de Santiago, ante la autoridad judicial competente, confirmando así la legalidad de los mismos.
El órgano persecutor demostró al tribunal que los imputados se constituyeron en asociación criminal, por cuanto se reunieron semanas previas al hecho y planificaron dirigirse a la entidad financiera, ubicada en el Supermercado La Fuente Fun, en la Av. Antonio Guzmán esquina Francisco Augusto Lora, del sector La Barranquita.
La entidad financiera se adhirió a la petición de la Fiscalía de Santiago y declaró que, más allá de la afectación económica que ha sufrido con la irrupción de los maleantes a sus oficinas, hay "un agravio emocional y psicológico que ha tocado muy de cerca a toda la familia Banreservas", por lo que secundaba la petición del Ministerio Público de "una ejemplar medida preventiva", según los abogados de la entidad financiera.