La red criminal desmantelada en la operación Guepardo, que integraban  Yves Alexandre Giroux, Loany Lismeiry Ortiz Nova, Marisol Nova Nolasco y Rocío del Alba Rodríguez de Moya, ejecutó un esquema de estafa inmobiliaria y lavado de activos que se extendió desde inicios de 2022 hasta marzo de 2024.

Las empresas fachada Novasco Real Estate SRL, Rodeca Marketing Group, RR Marketing Group y la franquicia RE/MAX One en República Dominicana fueron el centro de operaciones para atraer víctimas, tanto locales como internacionales.

El esquema fraudulento comenzó con la creación de la empresa Constructora Novasco Real Estate, SRL, registrada legalmente en la Cámara de Comercio y Producción de La Altagracia y en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) bajo el RNC #1-32-33710-7. La compañía operaba desde un falso domicilio en la avenida Barceló, Plaza Roque, Local 2, en Bávaro, Punta Cana.

La red ofrecía un ambicioso proyecto inmobiliario en La Romana, promocionado como un complejo de apartamentos con un diseño arquitectónico victoriano, prometiendo elegancia y una ubicación privilegiada. El supuesto proyecto incluía apartamentos de 1, 2 y 3 habitaciones, distribuidos en 15 bloques, cada uno con su propia piscina, ascensores y áreas recreativas, y una fecha de entrega para agosto de 2023.

¿Cómo operaba esta red?

El primer paso para captar víctimas era la difusión de una elaborada campaña de publicidad engañosa. Utilizaban plataformas digitales, correos electrónicos y aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp para enviar brochures detallados, destacando los beneficios del proyecto. La reputación de la franquicia RE/MAX One, reconocida internacionalmente, fue fundamental para generar confianza entre los potenciales compradores.

Una vez que las personas mostraban interés, eran contactadas por supuestos agentes de RE/MAX, quienes los guiaban a reuniones informativas virtuales a través de la plataforma Zoom. Estas sesiones eran dirigidas por Rocío del Alba Rodríguez de Moya, quien, en su calidad de representante de la franquicia en República Dominicana, presentaba el proyecto con un discurso persuasivo, diseñado para acelerar la toma de decisiones financieras de los clientes.

La estructura de la estafa estaba diseñada para que las víctimas realizarán pagos iniciales significativos, seguidos de depósitos adicionales para asegurar supuestos “beneficios exclusivos” o asegurar una entrega prioritaria de los apartamentos. La promesa de que la primera etapa del proyecto estaría lista en agosto de 2023 servía como un anzuelo para apresurar los pagos.

Sin embargo, tras completar las transacciones, los inversores dejaban de recibir respuestas. Las oficinas físicas eran inexistentes y los contactos se esfumaban, dejando a las víctimas sin posibilidad de recuperar su dinero.

El 7 de febrero de 2025, el Ministerio Público allanó la dirección registrada de Novasco Real Estate, descubriendo que en el lugar no operaba ninguna empresa con ese nombre. Las investigaciones revelaron que, en un intento por ocultar sus actividades, la red había cambiado el nombre de la empresa y modificado su dirección legal en junio de 2023, trasladándola a la Avenida Barceló, Plaza Roque I, Local 11B, en Bávaro.

Este cambio coincidió con la inclusión de Loany Lismeiry Ortiz de Giroux y Marisol Nova Nolasco como accionistas de la empresa, mientras que Yves Alexandre Giroux, de nacionalidad canadiense, se desvinculaba formalmente para evitar ser rastreado. Loany Ortiz, actualmente prófuga, continuaba operando bajo su apellido de casada “de Giroux”, un detalle clave en la investigación.

Los imputados enfrentan cargos por estafa electrónica, asociación de malhechores y lavado de activos, crímenes que podrían acarrear severas penas de prisión. El Ministerio Público continúa las investigaciones para identificar otros posibles cómplices y recuperar los fondos defraudados.