Haití está atrapado en un círculo vicioso de colapso del Estado que requiere del concurso internacional, volvió a insistir hoy, esta vez en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general del organismo multilateral, Antonio Guterres.
Paralelamente, la jefa de la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Panamá y el Caribe, Marisela Silva Chau, quien a partir del próximo 23 de enero asumirá como la responsable del organismo humanitario para Haití, dijo que "la prolongada crisis" en ese país caribeño, marcada por la violencia de los diferentes grupos armados, "requiere de una respuesta multidimensional", más allá de la misión multinacional de Naciones Unidas que se desplegará en el país para ayudar a las autoridades a combatir la inseguridad.
Habla Guterres
"Haití está atrapado en un círculo vicioso de colapso del Estado, escalada de violencia de pandillas y un creciente comercio ilícito de armas de fuego introducidas de contrabando en el país", añadió Guterres.
El crimen transnacional necesita una "respuesta global", afirmó el secretario general de la ONU en ese debate del Consejo de Seguridad presidido por el mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, para analizar los desafíos y amenazas de las "corporaciones multinacionales del crimen".
Flujos financieros ilícitos, tráfico de personas, de drogas, de armas que contribuyen a inflamar conflictos, de recursos naturales y vida salvaje, que están destruyendo el planeta, son algunas de las actividades cada vez más interrelacionadas que patrocinan las "auténticas corporaciones multinacionales del crimen", afirmó Antonio Guterres.
"A menudo invisible, pero siempre insidiosa", la delincuencia internacional es una "amenaza feroz (…) para la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible", agregó, por lo que "una cooperación internacional y regional más fuerte es decisiva".
"El ciberespacio es El Dorado virtual para los delincuentes", dijo Guterres, antes de señalar que es preciso "enfrentar los desafíos globales con respuestas globales".
Guterres hizo un llamamiento a restaurar las instituciones democráticas de Haití "para lograr una seguridad y un imperio de la ley sostenibles".
Falta de diálogo entre los actores políticos haitianos
En un comunicado emitido por su portavoz, Stéphane Dujarric, Guterres mostró su preocupación por la falta de diálogo entre los diferentes actores políticos del país.
El político portugués "apela a todos los actores políticos y las partes para que se unan y alcancen un amplio consenso de manera prioritaria", se puede leer en el escrito.
El secretario general aprovechó también para recordar la misión multinacional de apoyo a la Policía haitiana autorizada el pasado octubre por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero que todavía no ha comenzado a andar.
Las bandas cobran cada vez más poder en Haití y controlan la mayor parte de Puerto Príncipe y sus alrededores, sembrando el terror mediante robos, asesinatos, violaciones y quema de viviendas.
En el país más pobre de América, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza y acosada por las bandas criminales, algunas con vínculos transnacionales.
Amenazas transnacionales
A propuesta de Ecuador y Francia, el Consejo de Seguridad adoptó hoy mismo y por unanimidad una declaración presidencial en la que hace un llamamiento a los estados miembros para "que mejoren la gestión de las fronteras y la cooperación internacional a fin de frenar eficazmente la propagación de las amenazas transnacionales".
No obstante, la declaración reconoce que se "requieren estrategias distintas para hacer frente a las amenazas relacionadas con la seguridad de las fronteras" por lo que insiste en la "importancia de que los estados miembros adopten un enfoque global y equilibrado".
Desde Haití, pasando por el Sahel, Somalia, Afganistán o Colombia, el crimen organizado presenta múltiples caras, insistió Guterres.
Cruz Roja: Crisis de Haití requiere de una respuesta "multidimensional"
La jefa de la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Panamá y el Caribe, Marisela Silva Chau, quien a partir del próximo 23 de enero asumirá como la responsable de la nueva delegación del organismo humanitario para Haití, sostuvo que "una medida individual nunca es la solución".
Es decir, declaró Silva Chau en un encuentro con la prensa en Panamá, este contexto de una crisis humanitaria prolongada por años ya en Haití y con picos de emergencia humanitaria requiere una respuesta multidimensional".
Misión policial liderada por Kenia
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 2 de octubre el despliegue en Haití de una fuerza multinacional de apoyo policial, que estará liderada por Kenia y de la cual han mostrado disposición para integrar países como Jamaica, Barbados y Bahamas a través de un número indeterminado de agentes.
Esta misión multinacional, que estará a las órdenes de la Policía haitiana, fue solicitada por el propio Gobierno de Haití hace más de un año y siempre contó con el respaldo del secretario general de la ONU, António Guterres.
"Una medida independiente, en este caso podría ser este despliegue, no es lo que va a solucionar como tal la situación" de crisis generalizada en Haití, alertó la funcionaria de la Cruz Roja.
Entre 200 y 300 bandas operan impunemente en todo el territorio haitiano, incluida la capital y toda la región de Puerto Príncipe, controlando hasta el 80 % de la región donde reina el terror.
Aún "no hay una fecha cierta" sobre el arribo a Haití de la fuerza multinacional, confirmó Silva Chau, aunque el CICR entiende que "hacia mediados de enero, fines de febrero, un contingente inicial, no las fuerzas como tales, pero un contingente inicial, debiese de arribar a Puerto Príncipe para evaluar y estudiar la situación, y poder regresar a sus diferentes bases y con esa información poder definir (…) el marco para las operaciones".
La funcionaria destacó que para el CICR "es importante" que haya "una preparación adecuada antes de la llegada de las fuerzas multinacionales", dado que la población haitiana "se encuentra ya bajo una presión enorme" y hay que "definir muy bien cómo estas fuerzas multinacionales van a operar para no colocar más presión sobre" esta.
"En la medida en la cual ciertas zonas vayan estabilizándose con el apoyo de estas fuerzas (…) luego de una estabilización, es que va a ser posible desplegar y brindar servicios básicos (…) las organizaciones humanitarias y las autoridades deben de coordinar al respecto para que exista la posibilidad de brindar estos servicios una vez las diferentes zonas se encuentren estabilizadas", añadió.
A partir de enero próximo funcionará una Delegación del CICR en Haití, donde hasta ahora operaba una misión dependiente de la Delegación Regional del CICR para Panamá y el Caribe dependencia esta última que desaparecerá como tal.
El CICR, que regresó a Haití en agosto de 2021, anunció el pasado octubre el reforzamiento de sus actividades humanitarias en Haití en 2024 dada la crisis de violencia armada que sufre el país caribeño.
El Comité "dará prioridad a facilitar el acceso de las personas más afectadas por la violencia armada a la ayuda humanitaria", dijo el organismo en un comunicado el pasado 10 de octubre.