Al menos 1.446 personas han fallecido en la ola de violencia que sufre Haití en los primeros cuatro meses de este año; es decir, 12 cada día, denunció hoy la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Ese número de asesinatos, más los secuestros y ataques violentos a personas en el país caribeño reflejan un incremento de un 28 % entre enero y marzo respecto al mismo dato del último trimestre de 2022.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, calificó en un comunicado la situación haitiana de "ciclo de violencia interminable".
También clama por fuerza internacional
Volker Türk pidió a la comunidad internacional que "despliegue una fuerza de apoyo especializada y respetuosa con los derechos humanos con un plan de acción integral para ayudar a las autoridades del país".
La Oficina Integrada de la ONU en Haití alertó además del aumento de la actividad de bandas armadas en áreas de Puerto Príncipe, la capital del país, que anteriormente eran consideradas zonas seguras, especialmente los barrios de Kenscoff y Pétion Ville, así como en el departamento de Artibonite.
Los miembros de estos grupos violentos disparan de manera indiscriminada a civiles desde las azoteas de los edificios, irrumpen en vecindarios y viviendas, queman vehículos de transporte público y ejecutan a todas las personas que consideran opositoras a sus bandas.
Entre enero y marzo, la ONU registró la muerte de 21 policías y de 238 miembros de estos grupos, en una ola de violencia que provocó en ese primer trimestre que 13.490 personas huyeran de sus hogares para convertirse en desplazados internos.
En un marco de debilidad de las fuerzas de seguridad, la ONU advirtió por otro lado de la proliferación de brigadas de vigilancia parapoliciales promovidas en ocasiones por líderes políticos y periodistas.
Además, la violencia sexual hacia las mujeres y las niñas se ha generalizado en todo el país, y los secuestros de niños, profesores, médicos, funcionarios de justicia y gubernamentales también se han agudizado en los últimos meses.
En el terreno económico, las bandas están imponiendo impuestos ilegales a la ciudadanía, cortando el tráfico en las principales carreteras del país y saqueando negocios y vehículos.
Un centenar de linchamientos en últimos dos semanas
Adicionalmente al informe de la ONU, una organización no gubernamental afirmó este mismo martes que la operación de linchamiento de presuntos bandidos armados llamada "Bwa Kale" (en español, pene pelado), desencadenada por la población en Haití desde el 24 de abril pasado, habría costado la vida a más de un centenar de personas .
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh) precisó en un informe que las amenazas se dirigen contra las personas que se manifiestan contra esta nueva forma de violencia que corre el riesgo de sumir al país caos definitivo.
"Algunos creen que en tan solo unos días el movimiento Bwa Kale ha obtenido más resultados en la lucha contra el bandidaje que todas las operaciones policiales juntas", afirmó la RNDDH.
Recordó que todo comenzó el 24 de abril, cuando un autobús de transporte público interceptado por la Policía Nacional Haitiana (PNH) llevaba a bordo 14 individuos con armas y municiones en su poder.
Se rumoreaba que estas 14 personas iban a ayudar a los bandidos armados que habían estado atacando Debussy, un barrio situado en la parte alta de Turgeau, desde la noche del 23 al 24 de abril.
"Las redes sociales contribuyeron a que la noticia de dicho linchamiento se difundiera rápidamente y varios miembros de la población, la mayoría de ellos armados con armas de fuego, machetes y neumáticos, comenzaron a buscar a los bandidos armados, a sus familiares o a cualquier persona sospechosa de tener vínculos con ellos, con el fin de lincharlos", narró el informe.
El 6 de marzo pasado, la ministra de Justicia y Seguridad Pública, Emmelie Prophète Milcé, invitó a la población a defenderse de los bandidos armados, sin tener en cuenta los daños que tal incitación podría causar, dijo Rnddh.
Tomando su palabra, la población ha iniciado una caza de bandidos, a través del movimiento Bwa Kale.
"Algunos miembros de la población creen que el binomio Policía-población ha dado, durante solo unos días, más resultados en la lucha contra el bandidaje que todas las demás operaciones policiales", declaró la ONG.
"La muchedumbre, armada con machetes y armas de fuego poco comunes, no puede vencer al bandidaje que las autoridades del Estado llevan varios años estableciendo como sistema de gobierno. Hay que recordar siempre que los bandidos fueron armados por quienes deben protección a la población haitiana, con objetivos políticos y electorales", subrayó la ONG en su informe "El reinado del primer ministro Ariel Henry o la furia de las bandas armadas".
En consecuencia, la voluntad de erradicar este fenómeno de bandidaje de Estado en el país debe ser política, afirmó la Rnddh.
"Las autoridades del Estado deben tomar inmediatamente las medidas necesarias para poner fin a todas las formas de violencia a las que está sometida la población, porque ninguna sociedad democrática basada en el respeto de los derechos humanos puede tener como base esta espiral de violencia", concluyó la organización.