El representante de la Conferencia del Episcopado de República Dominicana, en la segunda sesión del sínodo que culminó este domingo en Roma, monseñor Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, valoró los resultados del cónclave.

El también obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís, explicó que el sínodo se desarrolló con el lema” Por una iglesia sinodal: participación, comunicación y misión inició el pasado 2 de octubre, con la participación de 368 miembros con derecho a voto, de los cuales 272 son obispos y más de 50 votantes femeninas, entre religiosas y laicos de varios países.

La primera sesión del sínodo se llevó a cabo en octubre del año pasado y la segunda este 2024 a principio del cursante mes hasta ayer domingo.

Monseñor Alfredo de la Cruz Baldera, en entrevista concedida a la agencia de prensa católica Ecclesia, destacó que en el cónclave surgieron muchas preguntas que son auténticas preocupaciones, pero especificó que “el sínodo como tal “buscó estudiar la sinodalidad, esta forma de nuevas relaciones y de comprender los lugares y espacios para una mejor evangelización y misión”.

Significó que la primera fase del proceso estuvo llena de conjeturas de todo tipo, que perjudicaban la percepción de la obra.

“Se confundió sínodo con un concilio, se confundió el sínodo con el cambio de doctrina de la iglesia, pero el Papa insista en que buscaba una nueva forma de ser iglesia y dentro de esa nueva manera de ser iglesia, está también la búsqueda de cómo entender la misma doctrina en el mundo de hoy”, indicó.

Entiende que, en su comunidad, la conexión entre obispo, sacerdote, sacerdote y fieles es muy estrecha, por lo que el desafío es hacerla más fuerte.

El delegado de la conferencia del episcopado de República Dominicana, agregó que ahora es necesario fortalecer aún más estos vínculos y reducir el clericalismo, que siempre está presente.

“La gente ya está adquiriendo esta nueva conciencia, tenemos que hablar, decir y ser escuchados. Piden más para ser escuchados y esa escucha atenta hace que lo que piden también se haga, que se llegue al consenso como comunidad, no en grupos aislado unos de otros”, precisó.

Monseñor Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, señaló que las comunidades locales participaron con gran entusiasmo en las encuestas promovidas, que llegan a cristianos de otras denominaciones, algo sin precedentes en el país.

El sínodo de los obispos, fue instituido por San Pablo VI, en 1965 y es definido como una asamblea de representantes de los episcopados católicos de todo el mundo, a la que se suman expertos y otros invitados, con la tarea de ayudar al Papa en el gobierno de la iglesia.

El obispo de  la diócesis de San Francisco de Macorís viajó a Roma a finales del pasado mes de septiembre,  para participar en el sínodo, al ser escogido por todos los obispos de  la República Dominicana, para la representación del país en el cónclave.