El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pável Isa Contreras, expuso las estrategias e iniciativas que contempla el Gobierno dominicano para construir resiliencia ante los desastres, a través de instrumentos de planificación y financieros que promueven una gestión del riesgo de desastres y cambio climático bien informada y efectiva.
En el congreso “Desafíos y transformación del seguro para el 2034: Perspectiva global y estrategia para República Dominicana”, organizado por la Cámara de Aseguradores y Reaseguradores de la República Dominicana (CADOAR), el economista e investigador académico explicó que el Ministerio de Economía es responsable de impulsar y dar seguimiento a la Política Nacional de Gestión de Riesgo de Desastre, una política de altísima prioridad e interés debido a la condición de la República Dominicana de pequeño Estado insular en desarrollo.
Añadió que el Ministerio de Economía acompaña a las entidades estatales para que sus planes incluyan objetivos y acciones concretas que contribuyan a la implementación de la Política de Gestión de Riesgo y del Cambio Climático.
Mencionó que desde el Ministerio de Economía se coordina la formulación y seguimiento de la Contribución Nacional Determinada (NDC), un instrumento de mediano plazo que contiene la agenda de la acción climática de la República Dominicana para contribuir con los objetivos del Acuerdo de París de 2015.
Al respecto, destacó que con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se han evaluado más de 1,500 proyectos de inversión pública a los fines de generar una cartera de proyectos público-privada para la implementación efectiva de la NDC.
También citó que el Ministerio impulsa la Estrategia de Desarrollo a Largo Plazo Baja en Emisiones 2050 y sostuvo que la descarbonización conlleva la construcción de resiliencia o adaptación de los distintos sectores económicos, del Gobierno y de la sociedad en su conjunto.
Por otro lado, el ministro valoró la relevancia de la reforma de la Ley de Gestión del Riesgo de Desastres, que procura fortalecer la gobernanza y la eficiencia de un Sistema Nacional de Gestión del Riesgo robusto e inclusivo, el cual propone la novedad de crear dos grandes sistemas, uno para atender y dar respuesta a las emergencias, y otro para la prevención basado en la planificación y los análisis de riesgos necesarios para definir objetivos de desarrollo.
Robustecer sistemas de datos
Pável Isa Contreras indicó que el Ministerio de Economía ha trabajado en los últimos tres años en el fortalecimiento de los datos de gestión de riesgo y cambio climático que permitan establecer objetivos desde la planificación y apoyar la toma de decisiones de los distintos sectores.
“Queremos trabajar junto al sector privado para lograr una gestión del riesgo de desastres y del cambio climático bien informada, efectiva, enfocada en la reducción del riesgo y la adaptación, y sustentada en un mercado de transferencia de riesgos bien robusto e inclusivo”, externó Isa Contreras.
Adelantó que próximamente se lanzará el Sistema Nacional de Información para la Gestión de Riesgo y el Cambio Climático, que contendrá datos provenientes de fuentes diversas y estudios realizados por el propio Ministerio de Economía.
De igual modo, resaltó la elaboración del índice de riesgo y vulnerabilidad climática a escala municipal, aplicado a cada uno de los 158 municipios existentes al cierre del estudio. Detalló que esta investigación cubrió el riesgo y la vulnerabilidad climática del sector agropecuario, del turismo, de los medios de vida del hogar y de los asentamientos humanos.
Además, destacó la importancia del Sistema de Evaluación y Recopilación de Daños (SIRED), un versátil instrumento que se puede utilizar desde un teléfono inteligente para evaluar el costo directo de los desastres en un plazo de 48 horas.
Instrumentos financieros
El ministro de Economía detalló que, ante los altos niveles de riesgo y gasto asociado a desastres, la estrategia financiera del Gobierno se basa en instrumentos como el endeudamiento post desastre a través de dos líneas de crédito contingente con la banca multilateral, la asignación a la Presidencia del equivalente al 1 % de los ingresos corrientes, a lo que se puede adicionar hasta un 0.5 del producto interno bruto (PIB) para hacer frente a los desastres, la posibilidad de obtener créditos contingentes de emergencia del Banco Central y la reasignación presupuestaria.