El periodista Miguel Franjul planteó que el advenimiento de la inteligencia artificial ha revolucionado las estructuras tradicionales de trabajo y vida, pero alertó sobre el uso de esas herramientas que deben ser manejadas con un profundo sentido ético y humano.
El destacado comunicador hizo referencia a los antiguos actores dominantes, que han sido desafiados por el desarrollo tecnológico y que ha desdibujado fronteras, creando un nuevo campo de acción para las naciones y las empresas.
Miguel Franjul, director de Listín Diario, emitió sus consideraciones, al pronunciar el discurso central de la Octagésima Sexta Graduación Ordinaria, celebrada por la Universidad Católica Nordestana (UCNE) este viernes 27 de septiembre, en la cual 382 nuevos profesionales recibieron sus títulos.
“La inteligencia artificial, el aprendizaje automático y otras innovaciones representan herramientas poderosas, pero deben ser manejadas con un profundo sentido ético y humano”, refirió.
Dirigiéndose a los nuevos egresados de la UCNE, dijo que se enfrentan a un mundo en el que las tecnologías disruptivas ya están impactando las disciplinas en las que se han formado.
Dijo que el reto que tienen, no es sólo ser excelentes profesionales en sus respectivos campos, sino también contribuir activamente al proceso de integración regional, una integración que es clave para un desarrollo más sustentable de los pueblos del Nordeste.
Cree que las capacidades que han adquirido les permitirán incidir de manera significativa en esta región, ayudando a resolver problemas históricos y creando oportunidades para el crecimiento.
Agregó que además tienen un reto que va más allá del ámbito profesional, como ciudadanos, como líderes en sus comunidades, están llamados a contribuir al rescate moral de nuestra sociedad.
Franjul ve señales preocupantes de regresión, especialmente entre los jóvenes, quienes en muchos casos optan por el camino más fácil, guiados por la falsa creencia de que el futuro es incierto y que las normas éticas son prescindibles, señalando que esa es una realidad ficticia, una ilusión que debemos desmontar con el poder de la educación y la ética.
“Vivimos en una sociedad de dos planos, uno ficticio, alimentado por la búsqueda de gratificaciones inmediatas y logros superficiales y otro real, donde el verdadero valor radica en el esfuerzo, el trabajo honesto y la dedicación al bien común”, sustentó.
Expuso que el desafío de los nuevos profesionales, es saber distinguir entre esas dos realidades y encauzar a la sociedad por el verdadero camino del progreso, del desarrollo y de la justicia.
El orador invitado de la ceremonia de graduación de la Universidad Católica Nordestana, recordó que la nación está inmersa en un proceso de reformas estructurales que, al igual que las tecnologías disruptivas, pueden impactar profundamente nuestra realidad actual.
Entiende que los nuevos profesionales, con sus conocimientos, habilidades y valores, son los protagonistas de este cambio y su papel será vital para garantizar que esas reformas se traduzcan en beneficios reales para la sociedad dominicana.