Organismos de seguridad del Estado dominicano han establecido una vigilancia especial en los aeropuertos a los viajeros salvadoreños, con el objetivo de detectar posibles infiltraciones de miembros de grupos criminales, como las llamadas "maras", que intenten usar a la República Dominicana como refugio para huir de la persecución del gobierno de Nayib Bukele.

La información de la inteligencia indica que el número de salvadoreños que entran en el país ha aumentado inusualmente, en momentos en que el gobierno de esa nación, encabezado por Nayib Bukele, ha declarado una guerra a las pandillas criminales, y sus integrantes intentan salir del territorio para evadir la persecución de las autoridades.

Y no es para menos, en abril de 2020, la Policía Nacional detuvo en Bonao, provincia Monseñor Novel, a Mario Ernesto Peña, líder de la pandilla Mara Salvatruche (MS13), una de las estructuras criminales más temibles de ese país.

Una de las preocupaciones de las autoridades criollas, es que estos extranjeros no requieren de visado para entrar en el país, solo deben tener un pasaporte, demostrar solvencia económicos para el viaje y un boleto de ida y vuelta; lo cual hace que las agencias concentren su atención.

“Nos mantenemos alerta (DNI), llegan muchos jóvenes en calidad de turistas y se instalan en sectores de clase media de la capital, Santiago y en la región Este. estamos seguimiento a sus actividades en el país, dijo un oficial de investigaciones a periodistas de Acento.

Los oficiales de la Dirección General de Migración (DGM) solo les exigen las documentaciones básicas para aceptarlos en el país, quienes llevan a cabo las investigaciones sobre el pasado de los migrantes salvadoreños son los organismos de inteligencias del Estado, con la colaboración, de ser necesaria,  de las autoridades salvadoreñas.

Además, se observan estos mismos organismos en la frontera terrestre con el objetivo de impedir que vándalos haitianos ingresen a la República Dominicana para refugiarse o delinquir.

En los últimos dos años, las autoridades dominicanas han extraditados a diferentes países unos 34 extranjeros requeridos por la justicia de esas naciones por la comisión de varios delitos criminales, según datos oficiales.

Durante años, la República Dominicana ha sido un lugar de refugio para diversos delincuentes, desde narcotraficantes, asesinos, estafadores hasta pederastas; algunos han vivido durante 10 años sin ser capturados.