El presidente Luis Abinader decretó que el lunes próximo, día 2 de enero, sea festivo sin actividades públicas ni privadas en todo el territorio nacional.
La decisión fue oficializada a través del decreto 773-22 que considera que, de dejarse habilitada la incorporación de labores, se impediría el pleno disfrute familiar del asueto de Año Nuevo y se generaría un congestionamiento en las principales vías del país.
Entre los considerandos del decreto se establece que por ser domingo el día de Año Nuevo y de mantenerse laborable el lunes se estaría produciendo un congestionamiento en las carreteras, lo que aumentaría los riesgos de la población, además de que se impediría el pleno disfrute de la festividad.
Se instruye a los ministerios de Trabajo y de Administración Pública la aplicación de las medidas para la ejecución del feriado.