La Asamblea Nacional francesa aprobó este jueves un texto que castiga penalmente a quienes discriminen a una persona en función del color y del tamaño del pelo, una propuesta que busca proteger, entre otros, los cabellos crespos de origen africano.
El texto obtuvo 44 votos a favor y dos en contra y transitará ahora al Senado, que deberá dar su visto bueno para que entre en vigor.
El diputado independiente Olivier Serva, representante de la isla caribeña de Guadalupe (donde hay una gran huella africana), justificó esta proposición porque muchas empresas presionan a sus trabajadores, sobre todo mujeres negras, a que corten su pelo o deshagan sus trenzas por una cuestión de imagen.
Serva citó que su texto pretende proteger no solo a "las mujeres negras obligadas a alisarse el pelo antes de una entrevista de trabajo", sino también "a las personas pelirrojas" y "a los calvos" -ambos también objeto de prejuicios-, entre otros.
La proposición, inspirada en la que está vigente en California desde 2019 ("Crown Act"), pretende que la discriminación capilar se una a la lista de discriminaciones plausibles de sanciones penales contempladas en el derecho laboral y penal.
El texto, que podría regresar a la Asamblea para una nueva votación si el Senado (dominado por la derecha) no lo aprueba, recibió el respaldo explícito en el hemiciclo de ciertas diputadas de origen africano.
"Soy una mujer negra y originaria de Guinea y aquí estoy con mis trenzas", expresó la diputada del partido de Macron Fanta Berete.
La proposición votada este jueves cita un estudio de EEUU que afirma que los cabellos afrodescendientes tienen 2,5 de posibilidades más de ser visto como "no profesionales".