El Gobierno británico anunció este jueves que va a aumentar el apoyo a su territorio de ultramar de las Islas Turcas y Caicos para proteger sus fronteras ante el deterioro de la situación en el vecino Haití.
El ministro británico de Exteriores, David Cameron, ha autorizado el envío de nuevo equipamiento a la Real Fuerza de Policía de las Islas Turcas y Caicos, mejoras en la seguridad fronteriza y detectores costeros.
Un equipo de reconocimiento del Ministerio de Defensa y del Ministerio del Interior, integrado por miembros de la fuerza fronteriza británica y de la asistencia a policías internacionales, ha viajado igualmente al territorio para evaluar las necesidades sobre el terreno.
El anuncio se produce dos días después de que la policía de las islas, ubicadas a unos 300 kilómetros de Haití, informase de que 140 inmigrantes haitianos, entre ellos 119 hombres, 17 mujeres y cuatro menores, fueron interceptados el lunes en aguas del archipiélago, en plena crisis política y en medio del incremento de violencia dominada por las bandas en Haití.
El Reino Unido teme que el estallido de la violencia y la inmigración ilegal pueda extenderse en el Caribe y afectar a Turcas y Caicos, que ya han experimentado un aumento de la criminalidad en los últimos años.
"La seguridad de la gente en Turcas y Caicos es vital tras la terrible escalada de la violencia que hemos visto en Haití. Además de nuestro apoyo existente, estas medidas ayudarán a los valientes agentes de la real fuerza de Policía de Turcas y Caicos a abordar la amenaza de la inmigración ilegal y la violencia de las bandas", señaló Cameron, según un comunicado.
Haitiano instan a "respuesta compasiva" en lugar de militarizar Florida
Líderes de la comunidad haitiana en Florida y congresistas locales pidieron este jueves a las autoridades de Estados Unidos una "respuesta compasiva" frente a la crisis que afronta la nación caribeña, en vez de una "militarización" de la frontera.
La Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC) y el Movimiento Red de Acción Familiar (FANM) señalaron en un comunicado que "Haití se enfrenta actualmente a una situación terrible marcada por una inestabilidad política constante", un escenario acentuado tras la reciente dimisión del primer ministro "no electo", Ariel Henry, por la presión internacional.
El primer ministro haitiano, Ariel Henry, anunció este martes que dimitirá en cuanto haya un consejo presidencial de transición, lo que ha abierto una nueva puerta en el difícil camino de Haití para intentar superar la aguda crisis que atraviesa y los altos niveles de violencia, incrementados aún más en los últimos días.
Las organizaciones, así como la congresista estatal Dotie Joseph, de origen haitiano, expresaron su "profunda preocupación" por la respuesta del gobernador estatal, Ron DeSantis, frente a la escalada de la crisis que azota a la nación caribeña, una respuesta que, dijeron, "prioriza la militarización sobre la ayuda humanitaria".
El miércoles, DeSantis anunció el despliegue de 250 miembros de las agencias estatales al sur de Florida y a los cayos, en el extremo sur, como medida de anticipación a la llegada de un "potencial flujo de inmigración ilegal desde Haití".
"No podemos permitir que extranjeros ilegales vengan a Florida", dijo DeSantis, exaspirante presidencial, en un comunicado difundido por su oficina.
Las organizaciones con sede en el sur de Florida, que alberga a la comunidad haitiana más grande en Estados Unidos, calificaron hoy la respuesta del gobernador de "miope y contraproducente".
Al enfocarse solo en medidas de seguridad "descuida el imperativo moral de ofrecer refugio a quienes huyen de situaciones cotidianas de violencia y persecución en la vida o la muerte", señalaron.
Instan al gobernador a que reconsideré "su enfoque" y que explore "alternativas basadas en soluciones reales que respeten las leyes de asilo estadounidenses e internacionales".
Aludieron, además, al reclamo de las Naciones Unidas, que recientemente señaló que la situación de Haití es "más que insostenible", con más de 1.190 personas asesinadas desde principios de 2024.
De hecho, el miércoles este organismo pidió a la República Dominicana, así como a cualquier otro país, que "respete los derechos humanos de los haitianos que buscan mejorar su vida en otros lugares" y evite las "deportaciones forzosas".
Las organizaciones pidieron a DeSantis y a las autoridades federales trabajar en conjunto para detener el tráfico de armas desde Florida a Haití, artefactos que luego caen en manos de las pandillas que están causando la zozobra en ese país.
La directora ejecutiva de FLIC, Tessa Petit, instó a conceder un Estatus de Protección Temporal (TPS) para los haitianos irregulares que residen en EE.UU., el cual los protegería de la deportación y les otorgaría permiso de trabajo mientras prosiga la crisis en su país de origen.
"En lugar de acosar a los refugiados que literalmente huyen para salvar sus vidas, el gobierno estatal puede centrar sus recursos policiales en garantizar que los envíos desde Florida sean examinados adecuadamente en busca de armas y municiones ilegales", pidió a su turno la congresista Joseph.
Este jueves, la División de Emergencias de Florida (FDEM) anunció la puesta en marcha de una página web para registrar a residentes de este sureño estado o de otras demarcaciones que se encuentren actualmente "atrapados en Haití", como señala un comunicado de la oficina del gobernador.