La historia iniciada en noviembre de 1992 ha marcado una diferencia importante con la práctica tradicional del movimiento social y comunitario del país, de organizarse y actuar frente a ciertos problemas puntuales, y desarticularse tan pronto logra el objetivo del momento.
Una comunidad empoderada
El éxito inicial de la Loma del Chivo resultó tan contundente y estimulante que el liderazgo social del barrio se empoderó de su propia obra y la asumió como una metodología sostenible para abordar los diferentes desafío que aún tenía por delante, constatando que cada logro coyuntural impulsaba los siguientes, según el orden de prioridades.
De este modo, el control del microtráfico y la erradicación de las pandillas juveniles crearon las bases para asegurar la instalación de un destacamento policial en el corazón del barrio y dedicar una mayor atención al Deporte a través del Club Los Astros del 27 de Febrero.
Mientras que la consecución de la escuela básica, inaugurada a principios del 1997, animó a la Junta de Vecinos a crear una escuela laboral, reconocida como la mejor del Distrito Nacional y donde con el paso de los años se graduaron miles de mujeres jóvenes del sector y de otras comunidades de la circunscripción 3.
Estos avances también animaron a la comunidad organizada a seguir trabajando por la mejoría de algunos servicios y la calidad de vida de su gente, incluyendo el mantenimiento de calles y callejones, solución de algunos puntos críticos de las aguas residuales, mejoramiento de viviendas y la regularización del precario voltaje eléctrico que afectaba al sector, para lo cual la propia junta de vecinos adquirió varios transformadores.
Para la instalación de los transformadores se hicieron gestiones en la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE). Después de varios contactos infructuosos, la junta de vecinos decidió llamar la atención sobre el problema mediante una protesta simbólica y pacífica en la avenida Padre Castellanos.
Luego de convocar a los medios de comunicación, los vecinos ocuparon un carril de la avenida con los transformadores comprados, logrando que varios medios amplificaran su justo reclamo. Al día siguiente, una brigada de la CDEEE instaló los transformadores y normalizó el sistema eléctrico del barrio.
Respuesta comunitaria a la pandemia
“En el barrio no queremos muertos ni presos por el COVID -19”, declaró el presidente de la Fundación Loma del Chivo y coordinador de la Unión de Organizaciones Sociales y Comunitarias del Barrio 27 de Febrero, Andrés Mañón, al iniciar el 9 de agosto del 2020 una campaña de prevención y educación ciudadana para enfrentar el impacto de la pandemia, identificar los posibles casos de contagio para facilitar la asistencia médica oportuna y evitar la propagación de la enfermedad.
La iniciativa incluyó un censo diseñado y coordinado por el sociólogo y presidente de la Confederación Nacional de Juntas de Vecinos (CONAJUVE) Mario Montes De Oca, con el apoyo de voluntarios del barrio, que logró cubrir el 60 por ciento de la Loma del Chivo.
Los responsables de aplicar el censo, principalmente mujeres y jóvenes, fueron instruidos durante varias jornadas de capacitación desarrolladas en la escuela de la Loma del Chivo.
La actividad contó con el apoyo de la alcaldesa Carolina Mejía y del gabinete de salud del presidente electo Luis Abinader, a través de la doctora Ivelisse Acosta, más adelante designada viceministra de Salud Colectiva; y del doctor Mario Lama, propuesto para la dirección del Servicio Nacional de Salud.
El grupo responsable de la campaña educativa trabajó en coordinación con las autoridades de Salud Pública, de la mano de la viceministra de Salud Colectiva, Ivelisse Acosta; y de la viceministra de Asistencia Social, Raysa Bello, para apoyar y fiscalizar la evolución del proyecto y luego facilitar el programa de vacunación en la zona.
De hecho, el barrio se convirtió en un programa piloto para crear una disciplina ciudadana de gestión de la pandemia, partiendo de su reconocida trayectoria de empoderamiento social en temas de desarrollo y autogestión comunitaria.
A partir de la campaña comunitaria, se hizo notorio el cambio en la disciplina social del barrio y el compromiso asumido por los moradores de cumplir las medidas de prevención decretadas por las autoridades. La supervisión del programa a cargo de los comunitarios y las autoridades de salud pudo establecer que el nivel de contagio en el barrio se redujo sustancialmente y que solo una persona falleció a consecuencia del Covid.
De la confrontación al acuerdo
El domingo 30 de agosto del 2020, en medio del toque de queda decretado por las autoridades desde marzo de ese año, se registró un incidente en La Loma del Chivo, cuando jóvenes del barrio se negaron a cumplir el mandato de confinamiento a partir de las 5 de la tarde.
Sucedió que decenas de jóvenes decidieron permanecer en la calle, más allá del horario permitido, para terminar un partido de baloncesto que estaban celebrando en una media cancha del sector. Cuando una patrulla policial le ordenó que se recluyeran en sus hogares, los jóvenes respondieron atacando a los uniformados con piedras y botellas, resultando heridos por lo menos dos agentes, incluyendo un oficial.
Unos días después, específicamente el viernes 4 de septiembre, dirigentes de las juntas de vecinos y de otras organizaciones del sector, incluyendo el club de baloncesto Bloque Lomero, convocaron a los jóvenes protagonistas del suceso a un encuentro con la Policía, representada por el supervisor de la zona, coronel Gabriel De Los Santos García, y en presencia de la prensa pidieron disculpa a la institución del orden y se comprometieron a colaborar con las autoridades para hacer cumplir las medidas de protección frente al covid-19.
De acuerdo a una reseña periodística publicada en la fecha, los comunitarios fueron enfáticos en que estarían vigilantes para que entre sus vecinos se respetara el toque de queda y las normas de distanciamiento físico. A partir de ese momento no se produjo ningún incidente parecido en el sector.
La respuesta al incidente, articulada por el reconocido dirigente comunitario Andrés Mañón, con el apoyo de la viceministra de asistencia social del Ministerio de Salud, Raysa Bello, mostró que aún en los barrios pobres y reputados como problemáticos, el diálogo y la concertación representan una herramienta útil para resolver diversos conflictos sociales.
Los jóvenes comprometidos a enmendar su conducta estaban encabezados por el dirigente deportivo Luis Reyes, quien más adelante se convirtió en promotor de la Unión de Ligas de Baloncesto de la Circunscripción 3 y creador del Cuerpo de Prevención y Vigilancia Comunitaria, iniciado en el barrio 27 de Febrero y extendido a Gualey y a otros sectores del entorno. Pero esa es otra historia que vamos a contar más adelante.
Campaña de educación y disciplina ciudadana
La Loma del Chivo fue la primera comunidad del país en organizarse por cuenta propia para poner en marcha una campaña de educación ciudadana y empoderamiento social dirigida a contener o mitigar el impacto de la pandemia, que ya había cobrado varias víctimas en el sector.
Su ejemplo, destacado por algunos medios de comunicación, logro el apoyo del ministro de Salud Plutarco Arias y se replicó en varias zonas del Distrito Nacional y de la provincia Santo Domingo y en por lo menos dos comunidades del interior del país, específicamente en los barrios de Capotillo y La Zurza, de la Capital; en todo el municipio Santo Domingo Norte; en Verón-Punta Cana, provincia Altagracia; y en el distrito municipal de Santana, Peravia, con idénticos resultados positivos.
Las experiencias y resultados de la gestión desarrolladas en las seis comunidades fue presentada a los medios de comunicación el 28 de octubre del 2020, por los propios dirigentes comunitarios y por las autoridades del Ministerio de Salud, encabezadas por las viceministras Ivelisse Acosta, de Salud Colectiva; y Raysa Bello, de Asistencia Social, acompañadas del director general de Epidemiología, Ronald Skewes, entre otros funcionarios.
Los informes sobre la autogestión comunitaria del Covid-19 fueron dados a conocer por el sociólogo Mario Montes De Oca, presidente de la Confederación Nacional de Juntas de Vecinos (CONAJUVE); el presidente de la Fundación Loma del Chivo y coordinador de la Red de Organizaciones Sociales del barrio 27 de Febrero, Andrés Mañón; el presidente de la Asociación Comunitaria para el Progreso (ACOPRO) y vocero del Plan Cero Covid-19 de Santo Domingo Norte, Juan Alfredo Popoteur; el coordinador de la Red Comunitaria Covid-19 de Verón-Punta Cana, Alcibíades Rodríguez; el vocero de la Alianza Comunitaria contra el Covid-19 del barrio La Zurza, Germán Herrera; y el representante del Plan de Mitigación Covid-19 del Distrito Municipal de Santana, doctor Leonardo Martínez.
También intervino el periodista y activista social Luis José Chávez, asesor de comunicación y responsabilidad social del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), en calidad de gestor y asesor de la estrategia comunitaria frente al Covid-19.
El llamado del presidente Abinader
Las iniciativas de integración comunitaria para enfrentar la amenaza del Covid 19 respondieron a un llamado del presidente Luis Abinader, en el momento de crear el Gabinete de Salud, para que los diversos sectores de la sociedad, se unieran a la campaña contra la pandemia bajo la coordinación del entonces ministro de Salud, Plutarco Arias y la viceministra de Salud Colectiva, Ivelisse Acosta, quienes se reunieron con la Confederación Nacional de Juntas de Vecinos (CONAJUVE); con las principales organizaciones sociales de Santo Domingo Norte y con varias entidades comunitarias de la Capital, incluyendo los líderes de la Loma del Chivo.
Si algo demostró esta experiencia puntual, al igual que las tres décadas de activismo social de la Loma del Chivo, es que las alianzas público sociales entre entidades del Estado y las organizaciones sociales y territoriales pueden ser una herramienta efectiva para generar cambios y avances sostenibles en la vida de las comunidades y actuar como primera línea de defensa en situaciones de contingencia, tales como desastres naturales y eventos extraordinarios similares a la pandemia del Covid-19.