La ofensiva del gobierno de Joaquín Balaguer contra la izquierda, cobró un inusitado auge desde la primera semana de enero de 1972: las calles de las principales ciudades militarizadas, las viviendas de los barrios más populosos allanadas por la Policía, y un despliegue de tropas nunca antes visto durante los “doce años de Balaguer”. El objetivo: la captura de los principales líderes de los Comandos de la Resistencia, y de otros izquierdistas acusados de asaltar una sucursal del Royal Bank of Canada, en noviembre de 1971. La operación de persecución y exterminio tuvo desenlace trágico la tarde del 12 de enero de 1972, cuando Amaury Germán Aristy y sus tres compañeros murieron enfrentando a cientos de militares y policías, comandados por importantes oficiales de las Fuerzas Armadas, entre ellos el general Neit Nivar Seijas, jefe del cuerpo de orden.

Posterior al suceso de la avenida Las Américas, la represión tuvo visible disminución. Los organismos de seguridad se concentraron en la vigilancia y persecución selectiva de dirigentes de agrupaciones de izquierda. Para esto, aprovecharon las confidencias  de agentes infiltrados en los partidos de oposición, lo que servía para apresar y  acusar a reconocidos revolucionarios a los que implicaban en diferentes actos reñidos con la ley. Uno de los infiltrados que se hizo famoso en aquellos meses, fue presentado por la policía en rueda de prensa  el 10 de febrero, identificado como importante militante de la Unión de Lucha por una nueva Quisqueya, que dirigía Homero Hernández Vargas. En la presentación a la prensa, Oscar Disney Carreño Rodríguez conocido como “Cuco Carreño”, acusó a principales dirigentes de esa organización de haber asaltados entidades públicas y privadas y cometer otros delitos.

Cuco Carreño, hermano del máximo dirigente del FEFLAS en la UASD, se convirtió en acusador de varios izquierdistas apresados en la UASD

“Cuco Carreño”, era hermano de Nelson Carreño, máximo dirigente del Frente Estudiantil Flavio Suero (apéndice estudiantil del MPD). Por su parentesco con el dirigente del referido partido, pudo conocer con facilidad las actividades de esa agrupación, dando seguimiento, en los meses de 1971 y principios de 1972, a izquierdistas que utilizaban a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) como refugio y centro de coordinación para muchas de sus actividades políticas. Debido a esa circunstancia, en octubre de 1971 su hermano abandonó de manera subrepticia al FEFLAS y al Movimiento Popular Dominicano, y se refugió en Europa. Al ser ocupada la Universidad, el 4 de abril de 1972, Carreño se destacó por ser uno de  los informantes utilizados por el Servicio Secreto para identificar a muchos de los apresados.

Ocupación militar de la UASD y la izquierda

Maximiliano Gómez (El Moreno) mientras residía en París, Francia

El 4 de abril de 1972, desde horas en la mañana, la UASD, fue cercada por tropas policiales comandadas por el teniente coronel Francisco Báez Mariñez, quien ocupaba la segunda posición de mando en el  Servicio Secreto de la Policía,  señalado como el oficial que ordenó el ametrallamiento de los profesores, estudiantes y empleados. En horas de la tarde, los agentes policiales, reforzados con el batallón de “Operaciones Especiales” de la uniformada, ametrallaron a unos trescientos universitarios que se habían refugiado en el edificio del Alma Mater, con el resultado trágico de decenas de heridos y la muerte de la estudiante Sagrario Ercira Díaz Santiago. Todos los presentes, sin importar sus jerarquías, fueron conducidos hasta el patio del Palacio de la Policía, retenidos en ese lugar para hacerlos conducir a las oficinas del Servicio Secreto y ser depurados frente a un gran espejo que en realidad servía de ventana para que los infiltrados en las organizaciones políticas pudieran identificar los detenidos sin que los agentes fueran detectados por los prisioneros. A partir de códigos y señas, muchos izquierdistas fueron separados y llevados a las habitaciones del Servicio Secreto, donde quedaban bajo custodia de las autoridades, entre ellos dos docenas de dirigentes estudiantiles y de los partidos de izquierda.

El día de la ocupación militar, antes del cerco policial, la sede universitaria estaba virtualmente solitaria, debido a que no había docencia y solo algunos estudiantes procedían a matricularse; sin embargo, en discretas áreas de la institución estaban programadas reuniones de la Línea Roja del 14 de Junio y del Movimiento Popular Dominicano, mientras que dirigentes del Partido Comunista de Republica Dominicana (Pacoredo), pululaban por sus pasillos. Relacionados con esos propósitos, en el campus universitario se encontraban José Ernesto Landestoy (El Gordo Oviedo), el estudiante Iván Rodríguez, Luis Roschiche y Eduardo María (José González Espinosa), todos dirigentes de la Línea Roja del Catorce de Junio. Espinosa era el máximo dirigente de esa agrupación, y se dice pudo evadir el cerco con ayuda de las autoridades universitarias.

En el caso del Movimiento Popular Dominicana la situación era más compleja pues la Policía justificó la acción contra la Academia, alegando que la medida de fuerza fue tomada con el objetivo de detener, para ser investigado, al izquierdista Tácito Perdomo Robles, quien, debido a que había permanecido por largos años en el extranjero, era un desconocido hasta para los miembros dirigentes del MPD, partido con el que se dice estaba relacionado. Sin embargo, a la hora del cerco ya este se encontraba fuera del área universitaria por lo que no pudo ser localizado en el allanamiento policial.

Se entendía, y así lo confirman varias de las personas entrevistadas, que una reunión de un grupo de importantes dirigentes del MPD tendría lugar en una de las guaguas de transporte estudiantil que se encontraba, junto a otros destartalados vehículos,  abandonada en la parte trasera del Alma Mater, lugar que servía como taller de reparación de los autobuses de la institución. El vehículo en que se reuniría parte de la dirección del MPD, estaba acondicionado para facilitar la comodidad de los que participarían en el encuentro planificado, algunos de los cuales habían viajado desde sus provincias para participar en el mismo. Esta reunión, en la que se discutirían asuntos internos del MPD fue frustrada a consecuencia del inesperado cerco al recinto universitario.

Entre los emepedeistas apresados la tarde del 4 de abril de 1972—(posteriormente algunos fueron conducidos a la cárcel de La Victoria)—, se encontraban Lorenzo Ventura Vargas (El Sombrerero), Danilo Fernández y Sotero de Jesús Vásquez Aracena, reconocidos militantes del MPD. Mientras tanto, la situación creada en torno a la ocupación del campus universitario trataba de ser justificada por las autoridades policiales, aduciendo la persecución  de Tácito Perdomo, quien pasó a la clandestinidad, aunque con dificultad podía comunicarse con sus compañeros.

Perdomo: víctima de la confusión y de las intrigas

Tropas de la Policía Nacional cercaron la UASD en búsqueda del dirigente izquierdista Tácito Perdomo Robles

De acuerdo a declaración pública de Neit Nivar Seijas, Tácito Perdomo había regresado al país desde Europa, vía Madrid, el 19 de marzo de 1971 –luego se dijo que regresó en enero de 1972—, junto al dirigente de los Comandos de la Resistencia Bienvenido Leal Prandy, utilizando un pasaporte a nombre de Alberto Emilio Despradel Cabral. Estas informaciones  fueron desmentidas por sus familiares. Por lo menos, el MPD reconoció internamente los vínculos de Tácitos con Maximiliano Gómez (El Moreno) mientras permaneció en Europa.

En todo el proceso vinculado a la ocupación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en abril de 1972, el técnico agrícola Tácito Perdomo se encontró atrapado en medio de una confusa coyuntura en la que se hablaba de conflictos provocados por sus denuncias en torno al  Consejo Estatal del Azúcar; su interés en ser designado como alto directivo de la organización de izquierda con la que estaba relacionado, y con los afanes de esta agrupación en poner fin al gobierno de Joaquín Balaguer. Estando El Moreno residiendo en París, de acuerdo a un documento interno del Comité Tito Monte de MPD— (el CTM estaba integrado por los más importantes directivos de ese partido prisioneros en la cárcel de La Victoria desde 1971)—se anota sobre un militante, que coyunturalmente coincide en el debate interno que se estaba dando dentro del MPD a principios de 1972, pero que solo identifica como “el hombre pretexto”, formó parte de un grupo de ex miembros de la organización que aquél, por las dificultades que enfrentó en Europa “tuvo que rehabilitar, aceptando su cooperación. Es aparándose en esa condición que este retorna al país, y alcanza, con el concurso de la Dirección actual tal jerarquía extra-oficial que, aun en su carta de despedida, se atreve a pretender que le premiamos esta con el ascenso a la máxima dirección y que le autoricemos que nos represente de nuevo en el exterior”. (Véase el documento “Resolvamos la crisis interna”. Documento del CTM  al Comité Central y a los cuadros regionales y profesionales del MPD. 17 de abril 1972. Archivo personal de Cucuyo Báez, en el Archivo General de la Nación).

Las discretas actividades de este militante en territorio dominicano eran desconocidas por el sector de la alta dirección de ese partido que permanecía preso en La Victoria; sin embargo, este tenía discretos vínculos con dirigentes del Comité del Distrito de la organización. Tal vez por esta situación, su protagonismo produjo celos dentro de un partido en el que estaban floreciendo intereses grupales.

Un sector de la organización comenzó a promover el “liderazgo” del desconocido miembro de la organización,  en el entendido de que, a corto plazo, a través de él podían tomar bajo control la dirección del MPD. De esa manera, entienden algunos, “el hombre pretexto” aparecería como el máximo dirigente, o  por lo menos seria uno de los líderes. Con ese fin su nombre se barajaba junto con los de algunos militantes del Comité del Distrito y del Comité Regional Norte; sin embargo, se debe de anotar que la persona que en carta dirigida al MPD, firma con una (T), en los días posteriores a la ocupación de la UASD, mostró un alejamiento con esos sectores y llegó a denunciar ante el CTM el interés de algunos de sus compañeros en controlar la organización política: la división comenzaba a cuajarse en el Movimiento Popular Dominicano, sin embargo, inesperados acontecimientos dificultaron los planes del sector divisionista conocido como “faccioso”. A mediados de 1972 se apuraron los pasos para poner fin a la crisis de la agrupación política,  promoviendo un acercamiento entre el Comité Regional Norte y el Comité Tito Monte para retomar el control de la organización, lo que evitó que la facción que se iba consolidando, tomara el control definitivo de la agrupación política.

En aquellos meses de 1972 la intriga ganó espacio y como lo expresó Jorge Puello Soriano, el “chisme tomó categoría de ciencia”. La desconfianza arropó la organización política y todos comenzaron a “ver agentes y espías” en cada uno de los otros. En esa situación, Tácito Perdomo fue uno de los más perjudicados. El desenlace de lo que sucedió en la Universidad, terminó empujándolo a negociar  su salida del país, el 25 de mayo de 1972, viajando a Europa donde residió por largos años.

Cronología de una coyuntura compleja

Los líderes del MPD fueron apresados en enero de 1971. Permanecieron presos en cárcel de La Victoria hasta 1974.

4 de abril 1972: Al producirse el cerco de la UASD, el general Neit Nivar Seijas puso como condición para levantar la medida, que la Universidad entregara a Tácito Perdomo, quien, de acuerdo al jefe policial, se había “entrenado en países comunistas y regresó al país en enero de 1971 junto a Bienvenido Leal Prandy (La Chuta)”, uno de los cuatro izquierdistas muertos el 12 de enero.  Esta acusación fue de inmediato desmentida por los familiares de Tácito Perdomo. (Véase: “Consejo estudia situación”. El Nacional, 4 de abril 1972).

6 de abril 1972: “El brigadier Neit Nivar Seijas, jefe de la Policía dejó hoy ver claramente de que  sospecha que los sucesos de antier en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se produjeron con premeditación para provocar excesos encaminados a dañarle su actuación como figura pública”. (Véase: “Nivar Seijas sospecha hubo propósito trampa”. Ultima Hora, 6 de abril 1972). Se rumoraba sobre la actitud del oficial que había dado la orden de disparar, a quien se le señalaba como relacionado con el general E. Pérez y Pérez. El jefe policial mantenía un conocido pugilato con el general Nivar Seijas, con quien se enfrentaba por asuntos militares.

6 de abril: “Un miembro de la Unión de Lucha por una Nueva Quisqueya, (…), fue presentado nuevamente a la prensa para confesarse culpable de tomar parte en un crimen. (…); involucró en el asesinato a dos personas detenidas por la Policía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), durante los hechos ocurridos allí”. (Véase: “Involucran en crimen a detenidos en UASD”. Ultima Hora, 6 de abril 1972).

7 de abril 1972: La esposa de Tácito Leopoldo Perdomo Robles dijo que se ha formado el criterio de que la Policía no tiene en su poder ningún tipo de acusaciones comprobables contra su marido. (…). Tácito no es más que un pretexto para la creación de una crisis política que opaque o distraiga la atención de las masas de sus verdaderos problemas”. (Véase: “La Policía carece de cargos comprobables contra Tácito Perdomo”. Ultima Hora, 7 de abril 1972).

8 de abril 1972: “El agroconomista Tácito Leopoldo Perdomo Robles, (…) denunció que las razones reales han sido experticias que él ha hecho acerca de los “graves problemas de despilfarro económico que aquejan al Consejo Estatal del Azúcar (CEA); (…) a solicitud de algunos amigos que militan en organizaciones de izquierda, he facilitado informaciones de cómo marcha el asunto azucarero en el país”.

12 de abril 1972: Carta enviada al sector que desde la cárcel de “La Victoria” formaba el Comité Tito Montes (CTM), firmada por una persona que se identifica con la letra (T), en la que denuncia a un tal Julián (Posiblemente un militante del MPD conocido como “Esteban Boca e Sago”), que lo azuzaba para promover que él tomara el control del MPD. En esa carta se destaca la profundización del proceso de división del MPD, y  se denuncia, posiblemente refiriéndose al sector identificado como “faccioso”, que esos compañeros “lo que quieren es la dirección a cualquier precio”. (Carta del  12 de abril de 1972, a los  “Queridos compañeros”, firmada por (T). En: Documentos del archivo personal de Cucuyo Báez. Archivo General de la Nación).

14 de abril 1972: Fallece Sagrario Ercira Díaz Santiago, estudiante de la Facultad de Economía, quien resultó herida en el ametrallamiento ejecutado por la policía contra personas que se encontraban en el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la tarde del 4 de abril. En esa fecha el campus universitario comenzó a ser desocupado por los militares.

17 de abril 1972: Documento  “Resolvamos la crisis interna”, firmado por el CTM en el que se refieren a dos militantes de la Dirección del Movimiento Popular Dominicano apresados; uno de ellos Lorenzo Vargas “El Sombrerero” y el otro se presume que Teofanes Mancebo, que en ese momento ocupaba la máxima dirección del MPD; pero este último no fue apresado en el incidente de la UASD. En el documento citado el CTM reconoce que “el enemigo ha abierto en nuestras filas inmensas grietas”. Sobre las relaciones del nombrado (T) con la crisis interna del MPD, el CTM apunta: “ “Las cartas evidencian (…), la dependencia en que cayó la Dirección con respecto a este señor, en quien Julián deposita toda su confianza, mientras valora injustamente a otros compañeros con los cuales tiene divergencia, lo que nos obliga a preguntar ¿Quién es este asesor y por qué la Dirección se apoyó más en él que en nosotros y en los compañeros de probada fidelidad al Partido?”. Además de estas observaciones, el CTM, planteó que para poner fin a la crisis divisionista, la organización pasara a ser dirigida por dirigentes del CTM y por dos de los restantes miembros del Comité Central que permanecían en la clandestinidad.  (Véase el Documento “Resolvamos la crisis interna”, firmado por el CTM y dirigido al  “Comité Central y a los Cuadros regionales y profesionales del MPD.  Archivo personal de Cucuyo Báez en el Archivo General de la Nación).

El periodico El Nacional reseñó la trágica muerte de Amaury Germán y sus compañeros de los Comandos de la Resistencia.

25 de mayo 1972: “Amparado por una comisión mediadora, abandonará esta tarde el país Tácito Perdomo Robles (…), después que fructificaran las gestiones encaminadas por el doctor Salvador Pittaluga Nivar y el arzobispo coadjutor de Santo Domingo, monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito”. También participó en la gestión de salida el periodista Miguel A. Hernández, secretario del Sindicato Nacional de Periodista Profesionales. (Véase: “Tácito saldrá hoy para España”. Ultima Hora, 25 de mayo 1972).

25 de mayo 1972: “Con el firme propósito de no dejarse asesinar con “gas propano”, como hicieron con Maximiano Gómez (El Moreno), salió ayer del país Tácito Perdomo Robles (…). Tácito permaneció oculto exactamente 1 mes y 21 días desde que conoció sorprendido la mañana del 4 de abril que la Policía le buscaba en la UASD. (…). Tácito cree que a él se le involucró en acciones supuestamente delictuosas y que nunca fueron reveladas”. (Véase: “Miguel A. Hernández. “Tácito no quiere morir como El Moreno”. El Nacional, 26 de mayo 1972).

Con su salida y la devolución de la Universidad a sus legítimas autoridades, concluyó la peligrosa situación por la que pasó la institución; sin embargo, en el campo de la política de izquierda la crisis apenas comenzaba a definirse, dando pasos a un proceso de cambios políticos en el MPD que llevará al olvido la política manifiesta a través de la línea violenta aprobada en la “Asamblea de cuadros Guido Gil” y  en el “golpe de Estado revolucionario” levantado como línea política aprobada en la “Conferencia Hilda Gautreaux”.

Dos documentos para la historia de la división del MPD

Dos documentos de abril de 1972, para la historia de la división del Movimiento Popular Dominicano. El primero esta firmado con el seudónimo de “Julián” y el segundo con la letra (T).  En el caso de Julián, este se enfoca en la necesidad de tomar partido en relación a la lucha por controlar la dirección del MPD. En el segundo documento, (T) muestra su simpatía con el sector dirigente preso en La Victoria, anota sobre las causas de la división que se estaba cuajando a lo interno de ese partido, y de paso, apunta sobre una posible investigación en relación al “caso de afuera”, que algunos de los emepedeistas consultados entienden se refiere a la muerte de El Moreno:

1.– Santo Domingo, D. N.,

“10 de abril

Querido compañero:

“Aprovecho este para saludarte y al mismo tiempo para decirte que debe tratar de romper ese aislamiento, pues la situación para el club es muy dura, algunos amigos creen que tienen la puerca cogida por el rabo.

“Comprendo tu dura situación, pero debe dar pasos para ver cómo hacemos algunos de los negocios. Tengo mucha fe en ti y estoy seguro que tu mente está clara sabe el qué hacer en estos duros momentos.

“Socio mire, no nos detiene nada, ni nadie, mientras estemos vivos la bandera de su compueblano estará en el mástil que le corresponde. Estuve en una fiesta del Distrito y aguanté cajeta, pero también mantuve la ofensiva en los principios, estamos en común con gente muy mala, si de estos depende el futuro de este país, eso es negro. Viejo mira si tienes que vestirte de hipi o mujer para moverte, no escatimes esfuerzos, pues el problema de la lucha por dirigir el club está en su parte más aguda, están a un escalón de la jefatura, pero hay que quemar ese escalón. Tengo muchas cosas que hablar contigo, pero no se puede conversar en papelito, incluso de una bolita que tiró el Flaco y que no se atrevió a reafirmar como suya, pero muy peligrosa sobre ti, él sabe que está claro, que no será un instrumento y te quiere joder. Iré a ver un viejo amigo, eso será fuera de la ciudad, estaré dos o tres días; mi movilidad no es muy buena, pero estoy en algo. Kufá  te ha llamado, pero tú no estabas, trata de hacerle llegar tu voz. Siempre duro”.

Julián.

(Véase Carta de Julián a “Querido compañero”. Santo Domingo, 10-4-1972. Archivo personal de Cucuyo Báez. Archivo General de la Nación).

La estudiante Sagrario Ercira Díaz Santiago, víctima del ametrallamiento contra los universitarios en abril de 1972.

2.– “12-4-72

Queridos compañeros:

Mi deseo es que todos ustedes se encuentren bien, por mi parte, imagínense: llevándome el diablo: pero para alante. Camaradas, las razones que me impulsan a escribirles es la dura realidad que está viviendo la organización, desgraciadamente, no solo los enemigos de fuera se ensañan contra el Partido, sino que el oportunismo pequeño-burgués quiere hacer zafra (adentro).

Camaradas, la mayoría de ustedes no me conoce y los que me conocen hace muchos años que no nos vemos, razón por la cual las imágenes son muy tenues. Sin embargo, estamos frente a una situación muy delicada en que la confianza que ustedes depositen en mi jugará un papel muy importante, en razón de lo que yo pueda aportar. Les mando copia de un primer trabajo para que ustedes estudien la posición que sustento, de manera que lo que ustedes decidan sea sobre la base de un conocimiento profundo de cómo veo las cosas.

Una vez más ratifico que todos los males sufridos están regidos por la no comprensión de lo que digo. (Les adjunto una carta que me envió Julián al cual no he visto después de los acontecimientos). Creo que esa carta les esclarecerá en parte cual es la situación actual.

Para mí el asunto se divide en dos partes: 1era.) Que los compañeros que cayeron últimamente, simplemente caminaron el mismo camino que ustedes sin excepción, que caminó Otto, Amín, Flavio Suero y demás. Camaradas, es decir, el camino del liberalismo, cosa que no es nueva ni mucho menos. Y aunque ellos habían discutido conmigo sobre la situación que había y lo que significaba ir a la UASD, simplemente les pasó como al compañero Moisés que lo cogieron con una resolución en los bolsillos que prohibía esas prácticas, pero que no las tenía en la cabeza, y les diré que eso se explica, que el camino de corregir esos errores es duro y que se aprende dando tropezones. Además los camaradas no han tratado de la mejor manera los escollos que les han presentado algunas gentes dentro del Partido. Pero lo que importa es que esos camaradas caídos y sin lugar a ninguna duda, son lo mejor, junto a los otros dos de fuera que tiene la organización, que son hombres que comienzan a comprender el problema y a la vez tratan de hacer las cosas lo mejor posible, son unos titanes, créanme. 2da.) Son los compañeros oportunistas (que son oportunistas porque no comprenden el asunto y además no les interesa) que en vez de ayudar a los compañeros en su lucha titánica, lo que han hecho es torpedearlos, sabotear el trabajo ¡y a mí me consta! Tengan la seguridad de que no miento y que en estos momentos que para mí cualquiera puede ser el último, mi mayor deseo es ofrecer hasta mi último aliento a la lucha de nuestro pueblo, y de ninguna manera crear una situación difícil para el Partido. Les diré que contra mí no habían manifestado nada, al contrario, siempre aparentaban ser mis amigos, pero en los últimos días, en vista de mi apoyo abierto a la dirección y el rechazo de cualquier saboteo, me he ganado la mala voluntad de esos compañeros, que en última instancia lo único que me dan es pena, porque creo que el asunto de la dirección, no es un problema de que una persona quiera sino de la comprensión de las situaciones y de las salidas que uno sea capaz de concebir y llevar a la práctica. ¡Esos compañeros lo único que quieren es la dirección a cualquier precio! Y para ello actuaron en consecuencia saboteándolo todos los trabajos y creando conflictos internos, en vez de ayudar a los compañeros que no se puede perder de vista que no son ni un Otto ni un Moreno y que mucho menos hay una situación de masas como la que vivieron esos titanes.

Ahora bien, parece que tendré que salir del país momentáneamente, digo momentáneamente porque estoy en la plena seguridad que dentro de un corto plazo podré entrar (sé por qué lo digo), en el tiempo que esté fuera podré resolver todo lo concerniente a cuando ustedes lleguen fuera, resolver el o los asuntos que hay en el exterior (junto con C.), además estoy invitado a una reunión en Chile de Cristianos para el Socialismo, y una serie de cosas más; debo advertirle que mis posibilidades de seguridad se reducen casi a cero, y creo que es mejor vivo que muerto no queremos mártires ahora. Para poder hacer todo eso con mayor fuerza moral le pediré a los compañeros de la dirección que me suban al máximo organismo aunque cuando regrese me bajen, le diré que mi problema no es de dirección, pero no pierdan de vista que hay personas afuera que solo aceptaran que se investigue el problema de fuera por persona de la dirección, recuerden además, los amplios conocimientos de personas y hechos que debo tener de allá afuera.

Quiero decirles que los otros días la organización se vio precisada a apoyarlos (a los de afuera) porque a Máximo le hicieron tres atentados, la opinión publica nos presionó, ellos llamaron diciendo la necesidad del apoyo y además ese día había llegado a Paris la persona que mandamos y no sabíamos en qué peligro podía estar. Además la prensa tergiversó la nota que les enviamos.

Quiero pedirles que ustedes consideren lo que le pediré a los compañeros de la dirección y que digan su parecer. El domingo ira de nuevo la portadora a buscar su contesta. Quiero  ratificarles que no me anima deseos de dirección, sino que comprendo cómo reaccionarían gentes que están en el poder a los cuales puedo llegar  si voy como un tipo de la dirección.

Por mi trabajo adjunto ustedes sabrán, donde es que me ganaré (o pienso ganarme) un puesto definitivo en la dirección. Saludos a todos, especialmente a mis viejos amigos Gringo, Luis y Onelio. (fin).

(T)

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