Aunque, todavía no está del todo claro, dentro de la militancia del Movimiento Popular Dominicano (MPD), de los años setenta del siglo XX, siempre se entendió que existió un acercamiento político-militar con la organización guerrillera de los Comandos de la Resistencia que lideraba Amaury German Aristy, brazo armado urbano del proyecto insurreccional de Francisco A. Caamaño organizado en Cuba desde 1967. Mucho antes de que un comando del MPD secuestrara al agregado militar de la embajada de los Estados Unidos en República Dominicana coronel norteamericano Donald J. Crowley, en marzo de 1970, ya se estaba discretamente, dando los pasos para acciones conjuntas que tenían como fin el derrocamiento del presidente Joaquín Balaguer. .

El acercamiento del MPD y de los Comandos de la Resistencia se expresó por lo menos a partir de 1969, en acciones conjuntas relacionadas con la “recuperación de recursos económicos” y en la asesoría que el “Grupo Amaury” brindaba al partido de El Moreno en materia de inteligencia y contrainteligencia, lo que fue  urgente a partir de 1970. Pero las autoridades militares y policiales entendían que el acercamiento entre las dos organizaciones podía ser de más envergadura y apuntaba a situaciones que podían poner en peligro a importantes funcionarios civiles y militares y en ocasiones las autoridades llegaron a investigar la posibilidad de que se estuviera preparando un atentado contra la vida del mandatario, Joaquín Balaguer.

La situación por la que pasaba el Movimiento Popular Dominicano, después de ejecutado el secuestro del militar norteamericano, era sumamente difícil. Una vez obtenido el objetivo de esa acción, que era el de poner en libertad a importantes presos políticos del MPD y de otras agrupaciones, el gobierno dominicano enfiló todo su esfuerzo, asesorado por instancias de inteligencia de los Estados Unidos con oficinas en Santo Domingo, a producir la eliminación física y el apresamiento de los más connotados  líderes del MPD vinculados al caso Crowley, lo que apuntaba a la destrucción de la organización “de las tres letras”.

Las acciones oficiales de persecución a los responsables del secuestro, coincidieron con la aparición de agrupaciones para-militares oficialistas entre las que sobresalieron las conocidas como “La Banda colorá”, “La Mano”, “Los Incontrolables”. De manera sospechosa todo esto coincidió, desde mediados de 1970, con el inicio de los enfrentamientos violentos entre los emepedeistas y los activistas de la agrupación de izquierda “maoísta” conocida como “Pacoredo”. El resultado de esta situación se expresó, en menos de seis meses, en las muertes violenta de importantes líderes del MPD, entre ellos Amín Abel Hasbún , Otto Morales, y Roberto Figueroa (Chapó).

Paralelo a esta dificultad comenzó a producirse a lo interno del  MPD en el exterior, un confuso proceso que tendría su punto culminante en el asesinato de Maximiliano Gómez (El Moreno), el 23 de mayo de 1971, en un hecho que todavía no termina de aclararse de manera definitiva.

Como fruto de la calamitosa situación por la que pasaba el MPD, fue que se dio el inusitado acercamiento entre esa organización y los Comandos de la Resistencia de Amaury German. Aproximación que parece se consolidó a partir de la presencia de El Moreno en Cuba, en los días posteriores a su salida acompañado de una veintena de dirigentes políticos de izquierda que habían sido canjeados por las autoridades dominicanas a cambio de la puesta en libertad del coronel Crowley.

Antes del sonado secuestro, desde finales de 1969, ya los contactos entre las dos agrupaciones se habían iniciado, teniendo entre sus primeros objetivos la planificación de  operación de tipo militar para enfrentar de conjunto al régimen de Balaguer. El primer fin perseguido era producir una operación de comandos que obligara a la libertad de varios líderes del MPD  y de otras organizaciones de izquierda, que eran mantenidos en prisión. Sin embargo, el apresamiento de El Moreno a mediados de enero de 1970, llevó a la agrupación que lideraba, a cambiar los planes y a planificar de manera acelerada el secuestro de Crowley, con el fin de liberar al secretario general del MPD, lo que al parecer no contó con la participación de los Comandos de la Resistencia.

Luego de las salidas de los canjeados por el agregado militar, El Moreno y sus compañeros permanecieron por breve tiempo en México y desde allí viajaron a Cuba, lugar en el que, anotan los conocedores del proceso, hubo la intención de que se produjera una entrevista entre Francisco A. Caamaño y Maximiliano Gómez, pero se tiene por entendido que el coronel, que fue líder de la revolución de Abril, y el líder del MPD no pudieron ponerse de acuerdo y llegar a un pacto que unificara a las dos organizaciones políticas. Aun así, en el territorio dominicano, tanto el MPD como los Comandos de la Resistencia estrecharon sus vínculos,  y Amaury German llegó a pensar en la profundización de su influencia en el cambio político del MPD, que como es sabido no coincidía con el método de la guerra de guerrillas, sino que  privilegiaba el “Golpe de Estado Revolucionario”.

Sobre este particular, es el propio Amaury German Aristy quien, en una comunicación dirigida a Francisco A. Caamaño en Cuba, le informó de las gestiones de acercamiento con el MPD, las que incluían, además de asesoramiento en materia de inteligencia, operaciones militares contra entidades bancarias y empresariales con el fin de obtener los recursos económicos necesarios para impulsar sus proyectos insurreccionales:

“Con respecto al MPD—dice German Aristy en un documento de su autoría enviado a Caamaño—, le  planteamos que nuestras relaciones con éstos eran bastante buenas, tanto mientras estuvo Otto, como después con Moisés en la dirección de dicho Partido, haciendo la salvedad de que estos sostenían y sostienen la línea política de: Golpe de estado anti-Balaguerista. Pero después de la salida de Billo—(Billo Gómez Suardí hacia Cuba en enero de 1969)—las  relaciones nuestras con el MPD se desarrollaron aún más, llegando he incluso a iniciar un curso de inteligencia con Moisés, con el fin de crearle una mentalidad de seguridad que le permitiera limitar el trabajo enemigo en el seno de su partido; poco a poco éste fue introduciendo cambios en la línea política de dicho partido y en su estructura, cuyo resultado lógico hubiera sido su adopción de nuestra línea política, entre los criterios que impuso en el seno del MPD estaban los siguientes:

“Que la estructura de dicho partido debía ser la de un movimiento de guerrilla urbana y que se les planteaba como una necesidad urgente, militarizando el máximo… para imponer tales criterios contaba con el respaldo del Moreno, no sabemos si influenciado éste durante su viaje a Cuba. También se sedujo Moisés, documentos públicos donde por primera vez se planteaba que la falta de métodos de trabajos clandestinos y la infiltración enemiga eran la causa de los golpes dados por el enemigo a ese partido.

“En realidad existía mucho temor de parte del enemigo del viraje que se estaba produciendo en el MPD tan notorio que el propio Bosch comentó la posibilidad de un pacto entre nosotros y dicho partido para alejarnos. Pero la única forma en que nosotros podíamos evitar que el enemigo continuara descalabrando al MPD y lograr su futura alineación política con nosotros era, no solo influyendo en su dirección, sino además dándole la ayuda necesaria en recursos y conocimientos técnicos, algo que no estaba y aún no estamos en capacidad de hacer en cantidades suficientes; pues la debilidad de esa organización, en materia de lucha contra la represión es muy grande, pese a ser la fuerza política más grande después del PRD en el campo revolucionario“ (Véase la carta enviada por Amaury German a Francisco A. Caamaño, publicada el 17 enero de 1972 por la jefatura de la Policía Nacional, días después de las muertes de German Aristy y sus compañeros).

Debe de anotarse, que si bien las relaciones de las referidas agrupaciones eran de conocimiento de una parte de la dirección y de la base del MPD, y que también se conocía lo referente a la asesoría en materia de inteligencia, no así los planes de operaciones conjuntas. Estas  no eran del conocimiento de todos los miembros de la dirección, debido al carácter ultra secreto con que se manejaba los referidos planes. De hecho, los “golpes de manos” o acciones de recuperación de recursos ejecutadas por miembros de las dos organizaciones fueron siempre puestas en dudas, hasta que por lo menos dos de sus principales cuadros, relacionados con los Comandos Revolucionarios Clandestinos (CRC), de MPD, así lo atestiguaron de manera pública y también al interior de los organismos del MPD, como veremos al final de este artículo. Debe de recordarse además, que desde enero de 1971 los dirigentes más importantes del MPD ya se encontraban presos en La Victoria, y en cierto modo, se encontraban desconectado de los pasos que daba su organización, y desconocían muchos de las “operaciones” que se ejecutaban desde fuera de la cárcel.

Amaury Germán Aristy, líder de los Comandos de la Resistencia

Por lo menos, en este aspecto los vínculos del MPD con los Comandos de la Resistencia están claro, debido a que es conocido el documento firmado por Amaury German en el que le explica a Caamaño los pasos que los Comandos estaban dando para acercarse al MPD. Ese documento de Amaury, publicado por la Policía Nacional el 17 de enero de 1972, fue aceptado como verídico por los Comandos de la Resistencia y el propio Caamaño, por lo que lo apuntado en el mismo  nunca ha sido puesto en dudas.

El asalto al Royal Bank

A finales de 1971, como consecuencia del asalto a la oficina bancaria del Royal Bank of Canada en el Ensanche Naco, las autoridades acusaron a miembros de los Comandos de la Resistencia y del Movimiento Popular Dominicano, además de izquierdistas de otras organizaciones, de ser los responsables de la operación que ellos señalaban como “recuperación de recursos” para financiar las actividades guerrilleras.

Se tiene como seguro, que fue el asalto a la oficina bancaria del Royal Bank la última operación conjunta de las dos agrupaciones de izquierda, debido a que después de ese hecho, los organismos policiales y militares no dieron descanso a los implicados, siendo varios de ellos (incluyendo personas inocentes), apresados y mantenidos en prisión durante meses y años.

Entre los acusados se encontraban Jarry Jimenez (Memo) del MPD; Plinio Matos Moquete, que había pertenecido al  MPD, pero que en ese momento gestionaba la formación de una agrupación de izquierda que luego se autodefinió como Movimiento de Liberación 12 de Enero. Además se implicaba en el hecho a Amaury German, Virgilio Eugenio Perdomo, Bienvenido Silveira Leal Prandy, y Ulises Cerón Polanco; todos miembros de los Comandos de la Resistencia. Estos últimos murieron a las afueras de la ciudad de Santo Domingo combatiendo tropas de la Policía y del Ejército el 12 de enero de 1972. Además de los ya mencionados, también la Policía apresó a Roberto Félix y a Ilidio Ferreras Ferreras, que debido a sus confesiones facilitaron el trabajo de los organismos de inteligencia de las autoridades.

La colaboración, que de alguna manera acercó a sectores del MPD con los preparativos guerrilleros del Grupo Amaury, se siguió manteniendo durante todo el año de 1971, aunque quedó truncada con las muertes de los dirigentes de los Comandos de la Resistencia el 12 de enero de 1972.

Algunos acusados se se convirtieron en delatores

El asalto a la sucursal del Royal Bank el 8 de noviembre de 1971, desencadenó la más despiadada persecución de los implicados en el hecho. Uno de los primeros en ser detenidos, el 15 de noviembre, lo fue Roberto Félix, quien al momento de ser apresado era estudiante de Medicina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Apresado, su esposa denunció que fue torturado para que confesara su participación en el atraco, por lo que entendía como falsa la acusación que se le hacía.

Tiempo después, desde la cárcel de La Victoria, Félix hizo llegar a sus compañeros una carta relacionada con el hecho y en la que contó su participación y la de otros de miembros del MPD en el referido acontecimiento, del mismo modo que defendió la inocencia de varios de ellos acusados injustamente. La carta de referencia es la que a continuación copiamos:

“Recordados compañeros:

Hace tiempo debimos hacerles llegar este tan necesario informe acerca de nuestros comportamiento en el S.S. –(Servicio Secreto de la Policía)—, aunque nos habíamos reunidos, para discutir el problema, no le habíamos mandado nada porque en el desarrollo de la reunión, surgieron diferencias, que nos impedían enviarlo antes.

Sin embargo, y pese a que las divergencias aún se mantienen, no podíamos darnos el lujo de seguir manteniendo un asunto tan importante encerrado entre estas cuatro paredes, sin que uds., lo conocieran en su totalidad, para que guiados por estos datos, lleguen a conclusiones precisas por el bien del Partido, la revolución y de los camaradas afectados directamente en el caso. Debemos iniciar este informe señalando mi situación particular, ya que es a mi alrededor que giran una serie de confusiones por la razón particular de haber sido el primero en caer preso y por las debilidades reales en las que caí, situación que fue hábilmente aprovechada por la P/N, para hacerme aparecer ante los ojos del pueblo, como el que acusa y delata a los revolucionarios involucrados en el asalto, librándose la PN., de culpa y echándome a mi toda la cuaba.

Soy hecho preso el lunes 15/11/71 y conducido al cuarte Gral. de la PN en donde se me uniforma de policía y soy presentado a los militares que según la PN., prestaban servicio en el Banco, el día del atraco. Ese mismo lunes 15, es empleado por la PN en hacerme ciertas ofertas y proposiciones, que ya el Partido conoce y al rechazarlas, es cuando se me golpea por primera vez y se me encierra desnudo en una celda solitaria, al otro día martes, es cuando  me entero-aunque me lo imaginaba de la acusación que se me hace y se me enseña una lista con los nombres de los revolucionarios que junto a mí son falsamente acusados  con fotos de la mayoría de ellos. Al principio negué los cargos que se me hacían y dije no conocer a ninguna de esas personas, al otro día, los golpes que me habían propinado, pesaron más en mí que la ideología, admitiendo ya mi participaron en el hecho y la de algunos compañeros (incluidos en la lista).

Después de yo haber admitido ante ellos mi participación, me hicieron preguntas acerca de hombres del Partido y sus categorías, a lo que en ningún momento me presté a decir, argumentando no conocer a algunos y al que conocí, no sabía su categoría; me preguntaron por la Pantera, el Sombrerero y Fefén, a quienes dije no conocer, me preguntaron la categoría de Niño (quien dije conocer) pero no su categoría, me preguntaron por mi categoría, a lo que respondí que yo era simpatizante. Cuando fui presentado a mi esposa en presencia de N.N.S (—Ney Nivar Seijas—) admití mi culpabilidad.

Camaradas, aunque de ninguna manera es justificable que un revolucionario MPDista-sin ser leones-caiga en este tipo de debilidades en estos momentos que nuestros enemigos con y sin fusiles tienen en nosotros su mayor preocupación, debo agregar que mi inexperiencia en torno a una serie de trucos que la PN usa cuando un revolucionario cae en debilidades, para hundirlo cada vez más, también jugó su papel. Traten de hacer llegar estos informes a la base del Partido y el pueblo, lo antes posible mientras con mayor rapidez ustedes anden en esclarecer las confusiones que sobre mi ha habido, más lagrimas se ahorran.

Niño: Este compañero, fue rudamente golpeado y torturado en el SS donde tuvo que afrontar acusaciones directas –de tú a tú- de parte de Ilidio, acusaciones que en todo momento negó pero al final “firmó un documento y sin saber su contenido dándose cuenta en instrucción, que había firmado aceptando los cargos que le hacía “El viejo”.

Fue llevado a direcciones dadas por El viejo, según creen los demás compañeros acusados. Niño niega haber dado direcciones algunas, aunque admitió ante nosotros haber ido con la PN al edificio en el que vivía Boudreé. El compañero F. acusa a niño al igual que los demás camaradas de haber aceptado su participación en el hecho. Niño Lo niega.

Ilidio: Este camarada se convirtió en el hazme reír de la PN, llegando incluso por su actitud conciliadora, a ganarse el mote del “pacifista”, admitió su participación en el hecho, llegando a acusar directamente a Niño en varias ocasiones, personalmente admitió haber ido junto a la PN, hasta el “parquecito” de la José Gabriel García, dijo  las categorías y zonas de trabajo de la Pantera de quien dijo está en un lugar junto a su hijo; dijo las categorías de F., Roberto, Niño y la bajada del Pelú, acerca de su categoría dijo ser militante.

Su comportamiento aquí en “La Victoria”, ha sido bastante oscuro, llegando a decirle a la PN, que nosotros teníamos un plan para matarlo. Pidió ser trasladado a otra celda y se fue.

F. y Pelú: Estos camaradas fueron rudamente golpeados, particularmente el último y muy a pesar de esto no aceptaron en ningún momento su participación en el hecho, manteniendo en todo momento el espíritu de rebeldía que debe caracterizar a todo revolucionario que sea fiel a las enseñanzas de Henry, Otto, Moreno, Tito, Amín y el Che.

Con saludos revolucionarios,

Roberto y Niño

(Nota; Pienso hacerme una autocrítica publica, mandarme a decir el criterio del Partido al respecto lo antes posibles. Roberto)”.

(Véase Expediente del MPD. Archivo personal de Cucuyo Báez en el Archivo General de la Nación).

Ensayos relacionados con esta historia, escritos por Alejandro Paulino Ramos