Miles de manifestantes de barriadas empobrecidas se unieron a personas de barrios de clase media y alta para inundar las calles de Caracas y de otras ciudades coreando “¡Este gobierno va a caer!” y ¡Libertad, libertad!”, horas después de que Nicolás Maduro fuera proclamado presidente electo, reelegido en unas elecciones fraudulentas, y fueron reprimidas.
Los manifestantes se enfrentaron a los agentes policiales y militares enviados a reprimirlos, pero que previamente lograron sacar de los postes callejeros carteles de Maduro y los quemaron, así como estatuas y bustos de su antecsor y mentor, Hugo Chávez.
Inicialmente fueron cacerolazos y bloqueos de autopístas y calles en repudio al dictador, pero luego se formaron caravanas enrumbados hacia el centro de Caracas.
Incluso en los alrededore del palacio presidencial de Miraflores fue posible presenciar tiroteos protagonizados por uniformados y asimismo por civiles identificados como miembros de "colectivos" oficialistas, armados sin restricciones, como mostraron algunos videos difundidos en las redes sociales.
Las protestas las escenificaron principalmente gente humilde que descendió de la barriada popular de Petare, antiguo bastión chavista que en la actualidad repudia al Gobierno de Maduro.
Las concentraciones y marchas espontáneas se multiplicaron por varias zonas de Cracas y de otras ciudades e incluso en la autopista Caracas-La Guaira, los habitantes de barriadas como El Limón quemaron ahí neumáticos y destacaron que los militares enviados a reprimirlos, de la Guardia Nacional Bolivariana, se negaron a golpearlos.
Igualmente se reportan protestas en las ciudades como Maracay, Coro, Valencia, Maracaibo y otras, cuyas calles amanecieron desiertas, como día festivo, pero paulatinamente los lamentos, la ira contenida y las lágrimas dieron paso a las manifestaciones con golpeteos a las cacerolas y de ahí a las calles.
En Caracas, y luego de caminar cerca de 10 kilómetros por el este de la capital venezolana, los miles de manifestantes de Petare llegaron a un punto cercano a la autopista principal, donde efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) impidieron la continuación de la caminata y sí los reprimieron.
Un despacho de uno de los corresponsales de la Agencia EFE dijo que constató en el lugar que los uniformados dispararon no solamente gases lacrimógenos y perdigones contra los manifestantes y detuvieron a una veintena de ellos, algunos de los cuales fueron golpeados cobardemente cuando ya estaban dominados.
Los manifestantes, que mantuvieron una acción pacífica hasta que fueron agredidos por los cuerpos de seguridad, se han visto afectados por los gases liberados, mientras que medios locales han mostrado a algunas personas heridas por los perdigones.
La acción de los uniformados no ha disuadido a los manifestantes, cuyo número seguía creciendo pasadas las 17:00 hora local (21:00 GMT).
Varios de los manifestantes descolgaron carteles de la campaña de Maduro y los arrastraban por el suelo, atados a las motocicletas, donde había acompañantes tocando con fuerza cacerolas en señal de protesta.