La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó este miércoles el hallazgo que sitúa a México como primer el país del mundo en medir la rotación del fondo oceánico producida por sismos lentos.
Científicos de la UNAM desarrollaron las fórmulas necesarias para interpretar la rotación de la corteza terrestre producida por los terremotos, un método que han bautizado como ELADIN, por sus siglas en inglés (Elastostatic Adjoint Inversion).
La casa universitaria presentó el hallazgo por medio del director del Departamento de Geofísica, el doctor José Luis Macías Vázquez, y el director del Departamento de Sismología, el doctor Vladimir Kostoglodov.
Además se contó con la presencia del doctor Víctor Manuel Cruz Atienza, quien es el líder del proyecto científico SATREPS UNAM en el que se realizó el descubrimiento.
La importancia de este radica en la naturaleza de los datos y en los innovadores métodos que permitieron detectar y estudiar los sismos lentos.
Como señaló Kostoglodov en la rueda de prensa, al menos en seis grandes terremotos producidos en México fueron precedidos antes por sismos lentos.
El descubrimiento es de vital importancia, pues en el fondo del mar, en las zonas de subducción, ocurren procesos en el contacto de las placas tectónicas que producen los grandes terremotos y tsunamis.
El hallazgo “coloca a México en la frontera del conocimiento global sobre la sismotectónica y sismogénesis de grandes terremotos” explicó a EFE Cruz Atienza.
No espera nada del Gobierno
El mexicano declaró a EFE que el Gobierno federal actual “ignora la trascendencia del conocimiento científico, de la cultura y del arte” en la soberanía de un pueblo y “en la movilidad social de los más vulnerables” por lo que no espera “ninguna repercusión” en el Gobierno ante el descubrimiento presentado en la UNAM.
México tiene la información geodésica una vez al año, cuando se recogen los equipos, mientras en otros países la tienen en tiempo real gracias a la fibra óptica.
El doctor Kostoglodov explicó que Nueva Zelanda registró los eventos lentos años después que México, pero ya tiene muchos más equipos para su estudio a pesar de que su población es de “5 millones frente a los 131 millones mexicanos”, concluyó el sismólogo.
Los científicos aprovecharon la rueda de prensa para presentar el proyecto de investigación orientado a buscar fondos de la iniciativa privada, con el que se pretende continuar con la investigación hoy dependiente en gran parte de la inversión extranjera.
El objetivo es instrumentar como nunca antes el mar y la tierra de México y gracias a los datos obtenidos por los aparatos instalados desarrollar protocolos de evacuación ante tsunamis y terremotos para así poder salvar vidas, sin perder de vista el objetivo final del futuro pronóstico de los sismos devastadores.
Sobre ELADIN, Cruz Atienza contestó a EFE que la comunidad científica hará uso del hallazgo “en cuanto sea publicado formalmente en una revista científica de impacto global y que varios grupos poderosos de otros países se verán muy beneficiados”.