La ONU, en su sede en Nueva York, y la CIDH, en la de la OEA en Washington, lideraron hoy los pronunciamientos de la burocracia internacional sobre la crisis en Haití y las iniciativas en curso para hacerle frente.

El secretario general de la ONU, António Guterres, saludó la formación del Consejo Presidencial de Transición para Haití, un paso necesario para avanzar en el complicado proceso político en el país caribeño.

A través de su portavoz adjunto Farhan Haq, Guterres dio la bienvenida "a los informes de que los actores haitianos han nombrado a sus representantes" en el Consejo, aun cuando falta todavía nombrar a un primer ministro que permita reemplazar al actual, Ariel Henry, quien se comprometió a dimitir cuando tenga sustituto.

La prensa haitiana ha señalado que las distintas familias políticas haitianas han ido nombrando en los pasados días a sus representantes en ese Consejo, y se han filtrado nombres como Louis Gérald Gilles (exsenador) o Vikerson Garnier (exdiputado).

Para Guterres, ahora se necesita redoblar los esfuerzos para mantener el impulso y trabajar "de forma cohesionada" para crear mecanismos de gobernanza aceptados por todas las partes, condición necesaria para el despliegue de la fuerza policial multinacional.

Aunque el proceso político transcurre muy lentamente, la situación en el terreno parece degradarse a toda velocidad, y ya son varios los países que han ordenado evacuar a sus nacionales de Haití ante la inseguridad rampante: hoy se evacuó a un grupo de estadounidenses y otro de dominicanos, y Cuba anunció que piensa hacer lo mismo con sus ciudadanos.

CIDH llama a Haití a asegurar una transición pacífica

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Sede en Washington de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde también funciona la CIDH.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, instancia de la OEA) saluda los esfuerzos de la comunidad internacional para encontrar soluciones a la crisis en Haití y llama a un compromiso de diálogo y compromiso dentro de Haití para fortalecer las posibilidades de mejorar la seguridad necesaria para una transición política pacífica con el objetivo de superar la crisis humanitaria, social, económica e institucional que ha enfrentado el país durante los últimos años, como se detalla en el Informe de la CIDH sobre la situación de los derechos humanos en Haití .

En este sentido, la CIDH valora los esfuerzos de la Comunidad del Caribe (CARICOM) que celebró una reunión de emergencia de alto nivel en Jamaica el 11 de marzo de 2024. A ella asistieron actores haitianos y socios internacionales de desarrollo para discutir la crisis multidimensional en Haití.

Los acuerdos alcanzados durante la reunión de alto nivel incluyen la creación de un Consejo Presidencial de Transición compuesto por siete miembros con derecho a voto y dos observadores sin derecho a voto, con un miembro de la sociedad civil y un miembro de la comunidad interreligiosa, y la búsqueda de acuerdos para una paz pacífica. transición, garantizar la continuidad de la gobernanza y establecer un consejo de seguridad nacional.

Asimismo, los participantes acordaron continuar colaborando con la comunidad internacional para el despliegue acelerado de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad autorizada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en octubre de 2023.

La Comisión también toma nota de la decisión de algunos socios internacionales de incrementar su asistencia financiera a Haití y proporcionar asistencia humanitaria adicional para apoyar las iniciativas de seguridad alimentaria. La CIDH toma nota de la renuncia del Primer Ministro Ariel Henry.

A pesar de estos esfuerzos, la Comisión reitera su profunda preocupación por la situación actual. Según información proporcionada por organizaciones de la sociedad civil dentro y fuera de Haití durante una reunión reciente, la situación es extremadamente grave, catastrófica y caótica.

En particular, las organizaciones señalaron que la violencia perpetrada por grupos armados continúa escalando a niveles aún más alarmantes. Diariamente se cometen varios asesinatos, secuestros y actos de violencia sexual.

En este contexto, las mujeres y los niños representan los grupos más vulnerables. Los niños no pueden ir a la escuela. Las organizaciones también expresaron el terror que enfrentan tras la fuga masiva de prisión de alrededor de 4.000 reclusos.

Asimismo, como toda la capital ha sido barricada, la gente no puede ir al campo en busca de un lugar seguro. Algunos estudiantes están atrapados en universidades, solos y sin ningún tipo de seguridad.

Además, los ataques al aeropuerto dificultan la entrada de productos, lo que puede provocar falta de alimentos y una grave desnutrición de muchos haitianos.

La CIDH reitera la relevancia de buscar soluciones permanentes para superar esta grave crisis con la atención y el apoyo de la comunidad internacional, y lideradas por los haitianos y con la participación de las organizaciones de la sociedad civil.

En este sentido, la Comisión anima a los Estados miembros y a otros países a proseguir sus esfuerzos para frenar la violencia y la inseguridad.

Estos esfuerzos también deben priorizar el establecimiento, fortalecimiento y apoyo de capacidades institucionales, redes de la sociedad civil y políticas públicas y deben incorporar la protección de los derechos humanos, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y el restablecimiento de la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas.

Para ello, es fundamental que este proceso de transición involucre la participación de personas, grupos, comunidades y organizaciones de la sociedad civil sin discriminación y garantizando transparencia y rendición de cuentas.

Qué es la CIDH

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato deriva de la Carta de la OEA y la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano asesor de la OEA en esta área.

La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.