La demanda del empresario español Jesús Barderas Martin contra el periodista Miguel Ángel Ordoñez, por un millón de euros, ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia No. 8 de Málaga, por vulneración del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, según las leyes españolas, por un libro ampliamente divulgado en la República Dominicana, titulado Negocios de Bajos Vuelos, en el que se hacen imputaciones contra Barderas, Abraham Hazoury y otros empresarios y personas relacionadas en la República Dominicana.

La información fue suministrada por el abogado que lleva el proceso en España, Alfredo Aristondo Maruri, miembro del Colegio de Abogados de Madrid, y quien remite una comunicación a la dirección de Acento dando cuenta de la autorización de su cliente, Jesús Barderas, para notificar que los deseos de Ordóñez Anula de ser sometido judicialmente se han cumplido y el proceso está en marcha.

Explica el abogado que Barderas Martin ha decidido no ofrecer declaraciones públicas sobre el tema hasta tanto el tribunal establezca la verdad sobre las falsedades divulgadas por el periodista Miguel Ordóñez.

“Mi cliente ha decidido no hacer ningún tipo de declaración en los medios de comunicación, por cuanto considera que son los tribunales los competentes para juzgar y administrar justicia, ya que es el ámbito adecuado para la clarificación de unas acusaciones falsas, difamatorias e injuriosas, como las que han dado lugar a la demanda presentada en España”, explica el abogado Alfredo Aristondo Maruri.

Sostiene que las imputaciones del periodista han causado un daño irreparable a la imagen de su cliente, y que ni siquiera una descendencia condenatoria repararía plenamente el mal que se le ha provocado, por lo que reflexiona sobre el papel que corresponde jugar a los medios de comunicación y a los periodistas cuando se trata de el honor y la imagen de las personas sujetas de informaciones.

“En el caso que nos ocupa, un periodista, Miguel Ángel Ordoñez, lejos de desempeñar una labor informativa, tal y como se indica en la demanda, se dedica a difamar, injuriar e incluso podría haber traspasado la barrera de la calumnia, es decir, en acusar a alguien de cometer un delito y sobre las consecuencias de estas situaciones los medios deberían hacer una profunda reflexión”, apunta el jurista madrileño.

Dice que el libro de Ordóñez ha sido distribuido gratuitamente en toda la República Dominicana, a instituciones privadas y públicas, a medios de comunicación, sin que los receptores de ese libro se pregunten las intenciones del benefactor que envía esas publicaciones.

“Al parecer a nadie se le ha explicado la razón de merecer ese extraño regalo, que, por supuesto, se debe a un tan generoso como anónimo benefactor”.

A continuación la carta completa del abogado Maruri, en nombre de su cliente Jesús Barderas Martin:

 

EL DERECHO AL HONOR FRENTE A LA LIBERTAD DE INFORMACIÓN

El pasado 6 de junio ACENTO publicó las manifestaciones de mi cliente, Don Jesús Barderas Martin, y de su socio Don Abraham Hazoury, con motivo de la publicación de dos libros, “Negocios de Bajos Vuelos” y “Cap Cana. Los osados aprendices de Donald Trump”, escritos por el periodista español Miguel Ángel Ordoñez.

Como consecuencia de las afirmaciones realizadas por el autor en ambos libros, incurriendo en graves acusaciones que atentan al honor de mi cliente, se ha presentado una demanda en España contra Miguel Ángel Ordoñez y contra la empresa editorial que ha publicado dichos libros. Las declaraciones realizadas el 6 de junio por ambos empresarios dieron lugar a la respuesta, también en ACENTO, de Miguel Ángel Ordóñez dos días más tarde.

Entre otras cosas, el periodista manifestaba en esas declaraciones no haber recibido ninguna notificación legal, añadiendo que estaba deseando recibir la demanda, porque, según sus palabras, “disfrutará ilustrando a cualquier tribunal”.

El deseo manifestado por Miguel Ángel Ordoñez esperando recibir una demanda, lo va a ver cumplido, porque la demanda de juicio ordinario, en solicitud de DECLARACIÓN DE UNA VULNERACIÓN DEL DERECHO AL HONOR, A LA INTIMIDAD Y A LA PROPIA IMAGEN, ha sido admitida a trámite, mediante Decreto de fecha 21 de septiembre del 2022, por el citado JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA Nº 8 DE MALAGA (ESPAÑA), en el procedimiento bajo la referencia “Proced. Ordinario 1563/2022”, notificado el 23 de septiembre del 2022.

Se solicita en la demanda una indemnización por los daños sufridos de UN MILLON DE EUROS, que se entregará en su totalidad a la ONG “SAVE THE CHILDREN”, organización especialmente volcada en la defensa de los derechos de la infancia, en protección de su salud, educación y su desarrollo.

Mi cliente ha decidido no hacer ningún tipo de declaración en los medios de comunicación, por cuanto considera que son los tribunales los competentes para juzgar y administrar justicia, ya que es el ámbito adecuado para la clarificación de unas acusaciones falsas, difamatorias e injuriosas, como las que han dado lugar a la demanda presentada en España.

Sin perjuicio de no desear realizar manifestación alguna, el señor Barderas me ha autorizado expresamente para enviar este comunicado a ACENTO, un medio de reconocido prestigio, a fin de dejar constancia del grave perjuicio que Miguel Ángel Ordoñez está causando al honor y a la buena imagen de mi cliente.

Resulta verdaderamente reprobable la obsesión de tratar de vincular al señor Barderas con personajes sometidos a procesos penales en España, con los cuales mi cliente no ha tenido relación alguna de ninguna índole, ni tiene conocimiento de sus actividades profesionales, ni empresariales y tampoco los conoce. En mi entendimiento las pruebas que se aportan en la demanda contra el periodista Ordóñez, ya admitida a trámite, son irrefutables y contundentes.

Dicho lo anterior, conviene explicar el título que encabeza este comunicado.

Es evidente que un medio de comunicación no debe tomar partido cuando de un asunto contencioso se trata, limitándose a informar. Sin embargo, cuando se hace eco de informaciones tergiversadas y falsas, quizás suministradas por terceros, se provoca el descrédito de una persona, a la que produce un enorme daño.

En el caso que nos ocupa, un periodista Miguel Ángel Ordoñez, lejos de desempeñar una labor informativa, tal y como se indica en la demanda, se dedica a difamar, injuriar e incluso podría haber traspasado la barrera de la calumnia, es decir, en acusar a alguien de cometer un delito y sobre las consecuencias de estas situaciones los medios deberían hacer una profunda reflexión.

Es necesario esperar a que se dicte sentencia, que probablemente tardará muchos meses, incluso años.

Mientras tanto, hasta que se conozca dicha sentencia, mi cliente se ve injustamente maltratado por la información de una persona, que ha dañado el honor y el buen nombre de alguien honorable, como es el señor Barderas, quien ha decidido acudir a los tribunales, y no entrar en batallas mediáticas.

Al hilo de lo anterior debo recordar que el autor de los dos mencionados libros se ha paseado por distintas cadenas televisivas tanto en España como en República Dominicana, y ha aparecido en diferentes redes sociales, sin tener el más mínimo reparo en repetir de palabra las falsedades señaladas en la demanda que relata en sus libros.

A partir de ahora juzgarán los tribunales. Sin embargo, el problema será patente, si como esperamos, una sentencia condena al Sr. Ordoñez, ya que se pondría de manifiesto una realidad, la de que que ni siquiera una sentencia puede socialmente restituir la fama y el buen nombre de una persona víctima de insultos, descalificaciones y mentiras.

La referida cuestión es la que me provoca la reflexión del encabezamiento, la libertad de información debe tener en cuenta la difícil recomposición de una imagen injustamente mancillada.

Por otra parte, y al margen de la cuestión judicial, sería muy interesante conocer los motivos por los que el libro “Negocios de Bajos Vuelos” ha sido profusamente distribuido y enviado de manera gratuita a instituciones públicas, organismos, entidades, empresas, que lo han recibido con tanta sorpresa como desconcierto.

Al parecer a nadie se le ha explicado la razón de merecer ese extraño regalo, que, por supuesto, se debe a un tan generoso como anónimo benefactor.

Comunicado escrito, a los efectos de dar cumplimiento a las normas estatutarias, con la expresa autorización de mi cliente Don Jesús Barderas Martin.

Don Alfredo Aristondo Maruri

Abogado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid

Colegiado n° 42.623.