El Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional acogió la petición del Ministerio Público y ordenó este martes mantener las medidas de coerción impuestas al imputado exprocurador general Jean Alain Rodríguez Sánchez, supuesto cabecilla de una banda que incurrió en actividades corruptas durante el Gobierno de Danilo Medina.

Las medidas de coerción impuestas consisten en arresto domiciliario, grilletes electrónicos, impedimento de salida e imposición de garantía económica.

El magistrado Amauri Marcos Martínez Abreu consideró en sus motivaciones jurídicas que esas medidas "se observaban como idóneas y pertinentes a los fines de garantizar la finalidad del proceso", desechando variarlas.

"Lo anterior, expuesto ante la realización de un test de proporcionalidad en comparación con la gravedad del hecho imputado, la importancia o magnitud del daño personal o social que deba ser resarcido y la posible pena en caso de condena, conforme a lo señalado en el artículo 229 del Código Procesal Penal, modificado por la ley 10-15, en sus numerales 3 y 4″, sostuvo.

La puesta en libertad del investigado "conjuga riesgos relevantes para el proceso", señalando al efecto la premisa referente a que "el peligro de fuga es multifactorial, conforme lo establecido en el artículo 229 del Código Procesal Penal, modificado por la ley 10-15, señalándose diversas causales para evaluar de manera armónica dicho peligro de fuga".

Asimismo, sostiene que no estando dichas causales atadas a una etapa específica del proceso, sino más bien a que dicho peligro de fuga es transversal a las diferentes etapas del proceso penal, no variando las circunstancias para hacer cesar la medida de coerción que pesa sobre el imputado.

"No califico para prisión domiciliaria"

“Cuando hay una audiencia, yo no espero que llegue la hora, desde el día antes estoy llamando recordando que hay una audiencia. No hay un solo día magistrado, que yo vaya a faltar”, por lo que "no califico para prisión domiciliaria", había manifestado previamente Rodríguez Sánchez.

“Usted no va a ser nunca el juez que permitió la fuga de Jean Alain”, recalcó, a la postre infructuosamente.