La captura de presuntos delincuentes haitianos en la frontera dominico-haitiana, vinculados a grupos criminales de Puerto Príncipe, ha alertado a los organismos de inteligencia Estado, que investigan su posible relación con crímenes recientes en comunidades fronterizas dominicana.
Agencias como el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), la Dirección de Inteligencia (J-2) del Ministerio de Defensa y las unidades investigativas de la Policía Nacional colaboran para establecer la posible relación entre la presencia de pandilleros en el país y varios crímenes recientes. Un caso en particular es el secuestro y asesinato de un comerciante y su chofer en Azua, del cual acusan a un haitiano prófugo.
Al menos 16 miembros de bandas haitianas han sido detenidos en los últimos dos años en territorio dominicano o al intentar cruzar la frontera, incluyendo varios este mes. Las agencias de inteligencia están investigando más a fondo su presencia en suelo dominicano.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que estas bandas, conocidas por su organización y brutalidad, extienden sus operaciones hacia pueblos cercanos a la frontera dominico-haitiana, lo que preocupa a las autoridades dominicanas y a los residentes de comunidades limítrofes, quienes ya han sufrido crímenes perpetrados por ciudadanos haitianos.
La cercanía geográfica y la migración ilegal facilitan la infiltración de pandilleros en República Dominicana, con el posible fin de establecer células criminales, según la fuente.
El 80 % de Puerto Príncipe está controlado por pandillas que cometen secuestros, asesinatos, torturas y violaciones sexuales. El aumento de la criminalidad cerca de la frontera dominicana y varios asesinatos similares han alarmado a las autoridades de la República Dominicana.
Destaca entre estos crímenes el triple asesinato ocurrido en octubre de 2022 en una finca de Puerto Plata, que involucró a un familiar del exmiembro de las Fuerzas Armadas, Soto Jiménez, por el cual fue arrestado y acusado a un ciudadano haitiano.
Los vándalos que cruzan la frontera para delinquir evaden a las autoridades dominicanas regresando rápidamente a su país. Este viernes, un grupo robó ganado en una finca en Dajabón para llevarlo al otro lado, pero fue impedido por el ejército.
De las aproximadamente 300 bandas criminales que controlan la zona Metropolitana de Puerto Príncipe, Haití, las más notorias son las federaciones de grupos, destacando G9 Familia y Aliados (G9, Fanmi e Alye – G9), una alianza de nueve bandas formada en junio de 2020, según resalta Agencia Fides.
La falta de recursos y apoyo internacional ha impedido que las autoridades haitianas enfrenten la creciente criminalidad, lo que ha aumentado la migración ilegal hacia la República Dominicana; creando en las autoridades el temor de qué pandilleros y convictos que escaparon de cárceles de Puerto Príncipe busquen refugio en este lado de la frontera.
La semana pasada, el Gobierno estadounidense anunció la suspensión de su financiamiento a la Misión Multinacional de Seguridad para Haití. De los 15 millones de dólares prometidos, solo se habían entregado 1.7 millones. Sin embargo, el secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó durante su visita a República Dominicana que el apoyo económico para Haití continuará, pero a través de otra fuente de financiamiento.
No obstante, el Gobierno de Kenia envió ayer jueves casi 200 efectivos adicionales a los 600 que ya están en Haití, para apoyar a la policía haitiana en su lucha contra los grupos armados que causan muerte y terror en Puerto Príncipe y otras áreas.
Mientras, el Gobierno dominicano, a través de las Fuerzas Armadas y la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), está implementando medidas para prevenir actividades de posibles pandilleros haitianos, incluyendo la creación de una unidad antisecuestro en la frontera, en colaboración con varias naciones, para proteger las áreas turísticas y residenciales en la franja fronteriza.
Asimismo, se ha intensificado la vigilancia y se han implementado operativos militares especiales para evitar el cruce de delincuentes y la posible propagación de la violencia hacia el lado dominicano. No obstante, muchos temen que estas medidas no sean del todo suficientes para evitar el ingreso de malhechores haitianos.
La semana pasada, la República Dominicana, a través de su Dirección Nacional de Inteligencia, participó
En 2023, se denunciaron 4.789 víctimas, lo que equivale a una proporción de 40,9 homicidios por cada 100.000 habitantes, frente a los 2.183 registrados en 2022 (18,1 homicidios por cada 100.000 habitantes). Asimismo, el informe subraya que el número de secuestros se elevó a 2.490, 83 % más que en 2022, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La entidad informó también que al menos 5,601 personas murieron en Haití el año pasado por violencia de bandas, un aumento de más de 1,000 respecto a 2023. Además, 2,212 personas resultaron heridas y 1,494 fueron secuestradas en ese periodo, conforme a los datos de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
El presidente Luis Abinader ha dispuesto el refuerzo de la seguridad fronteriza utilizando equipos como vehículos blindados, todoterrenos, camiones antimotines, aviones, helicópteros, comunicación
En ese contexto, el director general de migración, vicealmirante Lee Ballester, consideró recientemente que los mercados binacionales deben ubicarse en áreas restringidas de la frontera terrestre, con controles de acceso más estrictos como medida de control y vigilancia migratoria.
El jueves, el ministro de las Fuerzas Armadas, teniente general Carlos Fernández Onofre, ordenó el despliegue de 900 soldados del Ejército de la República Dominicana para fortalecer la seguridad y vigilancia en la zona de la 4.ª Brigada de Infantería en Dajabón.