Pasar por la avenida 27 de Febrero, que es una de las vías más transitadas de la ciudad de Santo Domingo, es ver el reflejo de la falta de educación vial o de la omisión consciente de las normas de tránsito en la que incurren algunos conductores.
Sin importar si son motoristas, choferes de carros públicos o privados, con o sin acompañantes, las imprudencias son cometidas por estas personas que, apurados por llegar a su destino, olvidan los principios y respeto a las leyes de tránsito.
Esa urgencia casi se puede ver en sus caras agitadas y el afán de adelantar al que tiene al lado, sin importar cómo ni a costa de qué. Este es el día a día de los que van por esta arteria.
Motores en los elevados y túneles, cruces de semáforos en rojo, transitar por vía contraria y pasarse de carril sin colocar las direccionales y a toda velocidad, son algunos ejemplos.
Pese a que se ven autoridades del transito en estos lugares, la vigilancia es ineficaz o simplemente desbordan las capacidades de los agentes para fiscalizar a los infractores, quienes ponen en peligro la vida de los que sí respetan las leyes.
Los accidentes en cifras
El “Informe sobre la Situación de Seguridad Vial 2020”, publicado por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, se establece que la cifra de fallecidos por siniestros viales fue de 2,711. La tasa de mortalidad nacional en ese mismo año es de 25.9 fallecidos por cada 100 mil habitantes.
Se trata de una disminución de un 15.4% respecto a la cifra del año 2019, que llegó a 3,204.
Los datos resaltan que el 59.2 % de las muertes causadas por el tránsito son víctimas mortales en edades entre 15 y 34.