El periodista, productor, autor de letras de merengues y canciones, reportajista, dibujante y ganador del Premio Nacional de Periodismo, Luis Eduardo Lora (Huchi), emitió una declaración tras ser acusado por corruptos de gobiernos del pasado de haber recibido dinero de la USAID, en la que subraya que seguirá ejerciendo pese a las amenazas de muerte y "si tiene que ser, que sea".
Sin identificar con sus nombres a quienes ordenaron que se divulgue la infame calumnia en su contra, "amplificada por medios electrónicos adquiridos por esos políticos", Huchi Lora dijo que se trata de "personas que encabezan expedientes de corrupción" que se ventilan en los juzgados penales en base a "evidencias y delaciones de sus colaboradores cercanos".
DECLARACIÓN
He sido acusado, junto a varios colegas a quienes estimo y respeto, en una campaña injuriosa, movida por intereses políticos, de recibir dádivas económicas de la agencia estadounidense USAID.
Nunca he cobrado dinero ni en el USAID ni en fuentes ajenas a los medios en los que he laborado en mis 58 años de ejercicio.
Toda la base de la campaña de difamación es un tuit o “X” que mandan a publicar desde el exterior.
Sabemos quiénes están detrás de esta campaña: personas que encabezan expedientes de corrupción y saben que pueden terminar condenados, pero no por lo que yo haya dicho, sino por lo que dicen las evidencias, además de las delaciones de colaboradores cercanos.
La calumnia iniciada con ese tuit ha sido amplificada por medios electrónicos adquiridos por esos políticos que son reos de la justicia.
Mientras ellos invierten en campañas de difamación, yo duermo tranquilo sabiendo que mis hijos y mis nietos no tendrán que visitarme en Najayo.
En uno de los muchos programas dedicados a esas difamaciones, uno de los participantes dijo: “Huchi Lora: a ti no te necesitamos vivo”. Está grabado y no me intimida, pero lo refiero para que conste.
Esta no es la primera vez que lanzan contra nosotros campañas de difamación, con la diferencia de que antes no venían con ese tipo de amenazas.
Cuando gobernaba ese mismo partido, el país pudo ver la difusión por error de un mensaje de una funcionaria de la Presidencia, impartiendo una orden muy clara a su equipo de redes sociales: “Cáiganle arriba a Huchi Lora”.
Es evidente que esa orden NO se detuvo en aquel momento, así que me queda claro que tendré que seguir ejerciendo mi profesión bajo esa premisa y bajo esas amenazas, pero si tiene que ser, que sea.