El primer ministro de Haití, Ariel Henry, remarcó que su país "tiene el mismo derecho" que la República Dominicana a "utilizar los recursos hídricos binacionales", el alusión al conflicto generado por el canal que se construye en territorio haitiano por aprovechar las aguas del río Masacre o Dajabón.
"Un reparto equitativo de los recursos"
“Haití reafirma su derecho soberano a utilizar los recursos hídricos binacionales tal como lo hace la República Dominicana y reivindica un reparto equitativo de los recursos de ese río”, sostuvo en su discurso de este viernes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), con lo que Henry convirtió en un asunto de Estado la construcción del canal en el río binacional que inicialmente el presidente Luis Abinader atribuyó a una iniciativa privada de anarquistas, sin respaldo del Gobierno de ese país.
Henry dijo, no obstante, que Haití opta por la vía del diálogo y la negociación para superar lo que llamó «malestar inútil» entre ambas repúblicas.
«Haití no está en guerra con nadie, Haití es un pueblo generoso y solidario que cree en el diálogo y en la posibilidad de compartir de manera equitativa los recursos comunes en un respeto mutuo. No tenemos ninguna intención contra nuestros vecinos con quienes compartimos la isla y con quienes compartimos la frontera», expresó.
Dijo que «la historia nos recuerda a diario que la violencia de un país hermano solo trae amarguras que se transmiten de generación en generación» y que "el río Masacre ha sido una fuente de fricción histórica entre Haití y República Dominicana y nos invita a no volver a resucitar esas heridas ni crear otras».
Crisis al interior de Haití y comunidad internacional
Sobre la multicrisis al interior de su país, Henry la denominó "multidimensional" y aludió expresamente a las bandas armadas que "incendian, asesinan, violan con una enorme crueldad" y que controlan escuelas y hospitales, generando multitudinarios desplazamientos poblacionales intentando huir de la violencia.
Son personas en busca de socorro que "viven en condiciones infrahumanas" atacadas, además, por el hambre y enfermedades tales como el cólera.
La inseguridad alimentaria afecta a casi cinco millones de haitianos, una de las expresiones más tremendas de una crisis profunda que se vive desde hace años y que obviamente impide el desarrollo económico y el progreso social, admitió tras apuntar a "malas decisiones y radicalismos".
Contingente policial y militar internacional
Exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU ha "actuar con urgencia" para permitir la llegada a Haití de un contingente policial y militar internacional que ayude a la Policía Nacional Haitiana (PNH) "a restablecer el orden".
Ello, admitió, en una primera etapa requerirá del empleo de la fuerza como algo "indispensable". para luego convertirse en un factor que permita el desarrollo económico y la consiguiente eliminación de la pobreza, "fuente de tantos males en Haití".
"Pedimos que nos ayuden a los haitianos a no tener que salir de nuestro país", dijo y asimismo llamó a quienes ya lo hicieron a convertirse en una diáspora que participe en la reconstrucción de Haití".
Elecciones, elemento para la "refundación"
Pese a la situación de multicrisis, Ariel dijo que su gobierno interino "está comprometido con organizar elecciones libres, democráticas y transparentes", uno de los acuerdos que se perfeccionarán con reuniones del Alto Consejo de Transición previstas para las próximas semanas con la mira en la "refundación económica, territorial y social de Haití".
En la búsqueda de un consenso histórico para ello, dijo que deben participar todos, "mujeres, jóvenes, sociedad civil y todos los actores que puedan contribuir en este esfuerzo común".