Las declaraciones efectuadas por William O’Neill, experto independiente en derechos humanos para Haití de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pidiendo que República Dominicana reconsidere el cierre de la frontera, recibieron la frontal respuesta del Gobierno que las rechazó "de plano" por "parcializadas y desafortunadas".
Mediante un comunicado firmado por el canciller, Roberto Álvarez, el Gobierno expresó “profunda preocupación” por las declaraciones de O’Neill en la Asamblea General de la ONU, donde el experto manifestó su "alarma extrema" por el cierre de la frontera e instó a las autoridades locales a reconsiderar su decisión.
Además, el comunicado remarca que República Dominicana condiciona "cualquier diálogo con Haití" a la detención efectiva de "la construcción unilateral e ilegal del canal" en el río Masacre o Dajabón.
En cualquier caso, añade, die que "toma nota de la solicitud de dejar pasar ayuda humanitaria a Haití" que, como señaló el experto, recibe al menos una cuarta parte de sus alimentos desde la República Dominicana, pero "reitera que la solución inmediata y definitiva de este problema está en manos de Haití, cuando decida poner fin a la construcción del canal".
Además, O’Neill menciona en su comunicado el tema migratorio que, a juicio del Gobierno dominicano, "no guarda relación con el conflicto del canal" y la República Dominicana no es responsable de la situación interna en Haití, ni es razonable que "tenga que asegurar el bienestar social de los haitianos".
"La situación interna de Haití no es óbice para la aplicación de nuestra Ley General de Migración. El presidente Luis Abinader ha afirmado que el problema de Haití ya no está en Haití, está en manos de la comunidad internacional, y esperamos que esta actúe en consecuencia", apunta la nota.
También aprovecha para expresar su "profunda preocupación por la falta de respuesta de las Naciones Unidas ante la grave crisis humanitaria, de seguridad y política que afecta desde hace años a Haití", situación que ha generado infinidad de llamamientos a la comunidad internacional, desde 2021, para ir en auxilio de las autoridades haitianas.
Asimismo, el Gobierno dominicano aclaró que "es prematuro hablar de un arbitraje internacional cuando no hay un conflicto entre dos Gobiernos, pues la crisis ha sido generada por actores particulares haitianos, oportunistas e irresponsables".
En este sentido, la nota insiste en que "ni los dominicanos, ni los haitianos desean la confrontación" y añade que "nuestros pueblos desean vivir en paz. No buscamos una confrontación, pero sí enfrentamos a los incontrolables que generan inseguridad en Haití", tal y como dijo Abinader en un mensaje dirigido a la nación la pasada noche local.
En el comunicado se reitera "la voluntad del Gobierno dominicano de buscar soluciones que garanticen la seguridad y protejan nuestros recursos naturales".
A continuación el comunicado íntegro del MIREX
El Gobierno dominicano expresa su profunda preocupación por la falta de respuesta de las Naciones Unidas ante la grave crisis humanitaria, de seguridad y política que afecta desde hace años a Haití. Desde 2021, venimos instando a la comunidad internacional a responder al llamado de auxilio de las autoridades haitianas, reconociendo el impacto que esta crisis tiene en nuestra región y, en particular, en nuestro país.
Por tanto, rechazamos de plano las declaraciones parcializadas y desafortunadas del Sr. O’Neill. En primer lugar, reiteramos que cualquier diálogo con Haití está condicionado a la detención efectiva de la construcción unilateral e ilegal del canal en el río Dajabón. La declaración conjunta del 27 de mayo a la cual se refiere el señor O’Neill se basó en esta condición, como lo confirmaron las declaraciones del ministro Roberto Álvarez el 31 de mayo de 2021 y su comunicación al canciller haitiano el 6 de julio de 2021, en la cual el ministro reiteró su llamado al diálogo bajo esa condición.
En segundo lugar, el Sr. O’Neill menciona el tema migratorio, que no guarda relación con el conflicto del canal. Como hemos expresado en la respuesta al Sr. O’Neill el 29 de junio pasado, no somos responsables de la situación interna en Haití y no es razonable que nuestro país tenga que asegurar el bienestar social de los haitianos. La situación interna de Haití no es óbice para la aplicación de nuestra Ley General de Migración. El presidente Luis Abinader ha afirmado que "el problema de Haití ya no está en Haití, está en manos de la comunidad internacional", y esperamos que esta actúe en consecuencia.
El Gobierno dominicano toma nota de la solicitud de dejar pasar ayuda humanitaria a Haití, pero reitera que la solución inmediata y definitiva de este problema está en manos de Haití, cuando decida poner fin a la construcción del canal.
Asimismo, es importante aclarar que es prematuro hablar de un arbitraje internacional cuando no hay un conflicto entre dos gobiernos, pues la crisis ha sido generada por actores particulares haitianos, oportunistas e irresponsables, sumado a la crisis humanitaria, de orden público y seguridad en Haití, que afecta la capacidad de su gobierno de imponer el Estado de derecho.
Queremos enfatizar el mensaje del presidente Abinader de ayer: "La situación en nuestra frontera está bajo control. La población puede estar tranquila, ya que no hay amenazas para sus actividades diarias en todo el país. La paz y la seguridad en la República Dominicana están garantizadas".
Queremos reiterar a la sociedad dominicana y a la comunidad internacional que este no es un conflicto entre dos pueblos, ya que ni los dominicanos, ni los haitianos desean la confrontación. Nuestros pueblos desean vivir en paz. No buscamos una confrontación, pero sí enfrentamos a los incontrolables que generan inseguridad en Haití.
Reiteramos la voluntad del Gobierno dominicano de buscar soluciones que garanticen la seguridad y protejan nuestros recursos naturales
18 de septiembre de 2023.