"Yo no podía respirar sin que el señor Rafael Núñez de Aza me lo autorizara", así inició su alocución Raúl Girón Jiménez, uno de los imputados en el caso de supuesta corrupción administrativa denominado operación Coral, ante la jueza Yanibet Rivas del Sexto Juzgado de la Instrucción.

Este lunes, los acusados presentan su defensa material ante la magistrada, y en el caso de Girón Jiménez lo hizo de una manera relajada y con voz firme.

En su exposición, Girón Jiménez también calificó de “abusivo” y “aberrante” el supuesto desfalco cometido en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) y el Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep).

Mencionó que, en ocasiones, tenía que comprar fuera del país celulares de última generación a los jefes de dichas instituciones. Dijo que envió a varias personas a Estados Unidos para que obtengan los dispositivos móviles y lo trajeran al país, pagándoles vuelos y estadía por sus servicios, y que todo corría por cuenta del Estado dominicano.

Además, mencionó la compra de una bicicleta por 600,000 pesos.

Girón Jiménez dijo estar arrepentido, y que todo lo hizo fue bajo amenazas por parte de Rafael Núñez de Aza quien, supuestamente, le decía ¿plata o plomo?

Afirmó que todo está documentado en conversaciones de whatsApp, por lo que solicitó a la magistrada no eliminar pruebas aportadas por el Ministerio Público, porque las mismas le serán útiles en el juicio de fondo.

Durante la exposición del encartado, algunos de los abogados de las defensa objetaban, pero las objeciones no fueron acogidas por la jueza por considerar que era competencia del tribunal lo que el imputado señalaba.

Girón Jiménez detalló también que junto a los demás implicados en el caso Coral incrementaron su patrimonio usando fondos públicos y mediante maniobras de lavado de activos.

Detalló que realizó compras de inmuebles a nombre propio, suscribiendo préstamos ficticios para beneficiar algunos de los involucrados en el proceso.