El mayor general Adán Cáceres Silvestre, principal imputado en el caso de corrupción denominado Coral, fue beneficiado hoy con el fin de su prisión domiciliaria y del grillete electrónico en su tobillo.
El jefe de seguridad del expresidente Danilo Medina, en su condición de jefe del Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep), logró la revisión de la medida de coerción y que la jueza presidenta del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, Giselle Méndez, solamente le mantuviera la garantía económica y el impedimento de salida del país, informó a los medios el abogado del imputado, Cristian Martínez, tras el término de la audiencia.
El alto mando militar, inicialmente encarcelado durante un año y medio en Najayo, logró hoy lo que venía solicitando desde febrero, cuando acudió a la Segunda Sala Penal de la Corte y escuchó un "inadmisible" por haber presentado un recurso de apelación fuera del plazo.
Cáceres Silvestre está imputado por el Ministerio Público de encabezar una supuesta red de corrupción que estafó al Estado con más de 4 mil 500 millones de pesos.
Fue detenido junto a decenas de personas en una operación llamada Coral a la que se añadió la Coral 5G, que incluye otro grupo de supuestos desfalcadores del erario, entre ellos tres generales, otros militares y varias compañías.
En julio del año pasado, el Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional dispuso la apertura a juicio a 28 imputados, la mayoría policías y militares.
Además de Cáceres están acusados los generales Julio de los Santos Viola, Boanerges Reyes Batista y Juan Carlos Torres Robiu.
Asimismo, el coronel Rafael Núñez de Aza, la pastora evangélica Rossy Guzmán Sánchez y su hijo, el cabo de la Policía Tanner Antonio Flete Guzmán y el sargento de la Armada Alejandro José Montero Cruz.
También, el mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón y el capitán de navío (coronel) Franklin Mata Flores, entre otros.