La Fundación Institucionalidad y Justicia, Inc. (FINJUS) sostuvo que la gravedad de la situación del sistema penitenciario se ha convertido en una de las informaciones permanentes de los medios de comunicación y la sociedad dominicana no sale del asombro al conocer cada una de conductas que se generan y reproducen en los recintos penitenciarios, por lo cual se requiere con urgencia impulsar un fortalecimiento.
A través de un comunicado, la entidad precisó que la sociedad dominicana recibe frecuentemente informaciones alarmantes sobre la situación de la aguda crisis que atraviesa el sistema penitenciario, como lo acaba de narrar el informe del Defensor del Pueblo.
Finjus consideró que cada día parece diluirse el objetivo del sistema penitenciario, que no es otro que garantizar el cumplimiento de las penas de las personas culpables de violar la ley penal y crear las condiciones para su posterior reinserción social.
Como toda sociedad moderna basada en principios democráticos y desde una perspectiva de derechos, nuestro sistema penitenciario está diseñado para garantizar que el orden y la armonía social sean restablecidos, lo que implica crear las condiciones para que quienes han dañado la sociedad puedan tener la oportunidad de reincorporarse a ella, sin caer en la barbarie de sociedades atrasadas, indica el comunicado.
Dice también que la entidad ha contribuido al análisis multidisciplinario para apoyar que las autoridades públicas y las organizaciones sociales dominicanas identifiquen las propuestas para hacer viables la readaptación de las personas en conflicto con la ley penal y permita superar la grave radiografía que el Defensor del Pueblo entrega a la sociedad dominicana.
Asimismo, destaca que no son partidarios de la crítica sin compromiso, razón por la cual FINJUS ha estado al lado de las autoridades del Ministerio Público y la Dirección General de Prisiones para encontrar alternativas humanizantes, modelos sustentables y prácticas que sean coherentes con nuestra democracia y sus principios.
Enfatizó que han planteado que el sistema penitenciario refleja magnificados las distorsiones, debilidades e incoherencias del sistema de justicia dominicano, lo que se refleja en las dilaciones del proceso penal, la exagerada población que padece el castigo anticipado de la prisión preventiva y que no goza de las mínimas condiciones de salubridad, educación, protección y cuidado que la constitución ordena. El Defensor del Pueblo ha realizado un diagnóstico apegado a la realidad en estos aspectos.
La misiva finaliza, indicando que ha llegado la hora de que los partidos políticos, los aspirantes a dirigir el destino de la nación desde los más altos cargos del Poder Ejecutivo hasta las municipalidades, planteen su compromiso para alcanzar soluciones realistas, sostenibles y eficaces para que nuestras cárceles dejen de ser universidades del crimen, academias de la maldad, recintos donde la venganza es la norma y espacios desde los cuales bandas organizadas planifican muertes, asaltos y dolor en la sociedad dominicana.