Un estadounidense con una bandera del Estado Islámico (EI) "desesperado por provocar una masacre" atropelló el miércoles a una multitud en Nueva Orleans, matando al menos a 15 personas e hiriendo a decenas, según las autoridades.

El FBI identificó al atacante como Shamsud Din Jabbar, un exmilitar de 42 años residente en Texas. Era agente inmobiliario en Houston y fue especialista informático en el ejército durante 10 años.El sospechoso publicó vídeos horas antes del ataque en los que afirmaba actuar "inspirado" en el Estado Islámico, informó el miércoles el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

El FBI "me ha informado de que apenas unas horas antes del atentado publicó vídeos en las redes sociales en los que indicaba que estaba inspirado por el ISIS", dijo Biden, al usar esa sigla para nombrar al grupo armado Estado Islámico.

Anne Kirkpatrick, superintendenta de policía, describió a Jabbar como un "terrorista" mientras el FBI dijo que "una bandera de ISIS fue encontrada en el vehículo".

"El FBI trabaja para establecer potenciales asociaciones y afiliaciones del sujeto con organizaciones terroristas", dijo esa agencia en un comunicado.

La agente del FBI Alethea Duncan advirtió que "no cree que Jabbar sea el único responsable".

Duncan agregó que se encontraron en la ciudad dos bombas caseras que ya fueron puestas bajo control mientras en la ciudad las autoridades adelantaban una cacería humana.

"Estamos cazando a gente mala", dijo el gobernador de Luisiana, Jeff Landry.

El incidente ocurrió alrededor de las 3H15 locales (0915 GMT) en el famoso Barrio Francés de esta ciudad de Estados Unidos, donde se celebraba la llegada del 2025.

"Este hombre, el perpetrador, disparó contra nuestros agentes desde el vehículo cuando lo estrelló. Dos policías fueron tiroteados. Se encuentran estables", había dicho Kirkpatrick más temprano en rueda de prensa, al asegurar que el atacante "intentó atropellar a la mayor cantidad". de personas posibles".

"Estaba decidido a provocar la masacre", añadió.

El vehículo utilizado fue una camioneta eléctrica Ford F150 blanca, dijo un corresponsal de la AFP en el lugar.

El presidente Biden también dijo que las fuerzas del orden investigaban "cualquier posible relación" entre el ataque en Nueva Orleans y la explosión de una camioneta en Las Vegas, frente a un hotel propiedad del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

"Hasta ahora, no hay nada que reportar", añadió Biden.

Los vehículos de los dos incidentes fueron alquilados a través de la popular aplicación Turo. El sheriff de Las Vegas, Kevin McMahill, dijo que se trataba de una "coincidencia (…) que tenemos que seguir investigando".

– Reacciones –

"No hay justificación para la violencia de ningún tipo y no toleraremos ningún ataque contra ninguna de las comunidades de nuestra nación", afirmó más temprano el jefe de Estado saliente en un comunicado.

Su próximo sucesor en la Casa Blanca, el republicano Donald Trump, relacionó a su vez el incidente con la inmigración irregular.

"Dije que los criminales que están llegando son mucho peores que los que tenemos en el país (…) y terminaron siendo cierto", escribió en redes sociales antes de que se conociera la identidad del atacante.

Agrega igualmente que la tasa de criminalidad del país "está en un nivel nunca visto", aunque, de acuerdo con el FBI, los delitos violentos han disminuido.

En las primeras horas del año, la zona estaba repleta de personas que celebraban en el Barrio Francés, un distrito famoso por sus bares, restaurantes y su historia del jazz.

Según declararon testigos a la cadena CBS, un vehículo a alta velocidad embistió a la multitud justo antes de que su conductor saltara al suelo y comenzase a disparar un arma, a la vez que la policía respondió al fuego.

La camioneta blanca atravesó una barricada "a gran velocidad". "Una vez que pasó junto a nosotros, escuchamos disparos y vimos a la policía corriendo en esa dirección", dijo a CBS Nicole Mowrer.

– Azucarero –

Nueva Orleans es uno de los destinos más visitados de Estados Unidos y el incidente se produjo poco antes de un importante partido de fútbol americano, conocido como Sugar Bowl, con equipos de la Universidad de Georgia y Notre Dame.

Según las autoridades municipales, la vigilancia fue intensa durante el Año Nuevo, ya que la ciudad se preparaba para recibir multitudes.

El departamento de policía local había anunciado una dotación de personal "al 100 por ciento, con 300 oficiales adicionales", incluso a caballo y utilizando unidades sin distintivos.