La estrella franco-maliense Aya Nakamura, cuya participación en la ceremonia de inauguración de los Juegos de París 2024 ha provocado polémica en Francia, se defendió en su última canción de quienes la atacan: sus detractores de extrema derecha.
Lanzada hace unas semanas por el semanario L’Express, esta hipótesis no ha sido confirmada ni por la artista ni por el presidente de la República, Emmanuel Macron, quien habría propuesto a la artista la posibilidad de cantar durante el evento una canción de otro de los monumentos de la música francesa, Edith Piaf.
Un escenario que indigna a la extrema derecha: "Honestamente, no es un buen símbolo, es una provocación más de Emmanuel Macron que debe despertarse todas las mañanas diciéndose '¿cómo voy a humillar al pueblo francés?'", declaró hace una semana la jefa de filas del principal partido de extrema derecha, Marine Le Pen, quien consideró "vulgar" el estilo de vestir de la cantante.
"Te puede gustar o no, pero ella no canta en francés", añadió otra figura de la extrema derecha. Marion Maréchal.
Sin embargo, la cantante nacida hace 28 años en Bamako, pero criada en la periferia parisina, canta en una mezcla de francés y palabras de argot de varios idiomas.
"Tengo la impresión de haberos echo descubrir Edith Piaf y que ella se reencarna en mí. El resto, que les guste o no es mi problema", reaccionó Nakamura en las redes sociales.
Aya Nakamura conoció un éxito planetario en 2018 con su canción 'Djadja', con casi 1.000 millones de reproducciones en Youtube, y el año pasado sacó su cuarto disco, 'DNK'.