Tras alertar que el Estado dominicano está en la obligación de garantizar la vida y la salud reproductiva y exigir que el aborto deje de seguir como "un privilegio para quienes puedan pagar y viajar" a la hora de buscar interrumpir el embarazo, organizaciones del campo dominicano advirtieron hoy sobre la resurrección del cimarronaje, el proceso de resistencia y fuga ante el sistema colonial en los tiempos de la esclavitud.
"Como mujeres y hombres del campo organizados les advertimos que si no garantizan las tres causales en el Código Penal van a saber de nuevo lo que es el cimarronaje. Tampoco se crean que, como somos del campo, nos van a meter el bobo de la ley especial", se destaca en un comunicado conjunto de la Confederación Nacional de Mujeres del Campo (CONAMUCA) y Articulación Nacional Campesina.
Las organizaciones de mujeres y hombres aglutinadas en ambas instancias exigieron "garantías de la salud, la vida, la dignidad y la integridad de las mujeres" mediante la despenalización del aborto cuando corre peligro su vida, en caso de violación o incesto y cuando el embarazo es inviable, lo que se conoce como las tres causales, y rechazaron que el Senado aprobara inicialmente no hacerlo.
"Rechazamos la indignante decisión del Senado de aprobar en primera lectura el Código Penal sin las tres causales", remarcaron en el comunicado conjunto.
"Las mujeres del campo no estamos dispuestas a dejarmos morir cuando un embarazo ponga en peligro nuestra vida, tampoco estamos dispuestas a vivir un estado de tortura frente a un embarazo inviable o fruto de una violación o un incesto", remarcaron.
Asimismo, advirtieron que tampoco están dispuestos a ir a la cárcel o a permitir que encarcelen al personal médico, de enfermería y de salud en general si cumplen "su deber de salvar nuestras vidas, nuestra dignidad y proteger nuestra salud".
"Quienes pagamos el peso de la penalización total del aborto somos en su mayoría las mujeres del campo, las empobrecidas, las que no tenemos pasaporte y visa para viajar, ni tampoco dinero para pagar una buena clínica", se subraya en el texto.
El presidente y el aborto
A continuación preguntan: "¿Acaso ustedes creen que el presidente de la República va a dejar morir a algunas de sus tres hijas frente a un (hipotético) embarazo que ponga en peligro su vida y su salud?"
Denuncian en este contexto la doble moral y aseguraron que diputados, senadores y políticos en general "dicen por abajito que están de acuerdo con las causales" y "la mayoría vive pagando abortos…, pero en público dicen otra cosa".
Recuerdan que el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) "se subió al poder engañando al pueblo y a las mujeres con la promesa de las causales".
Más creyentes que los antiabortos
Sostienen en el comunicado que sencillamente llegó la hora de dejar de lado "la hipocresía con el cuento de la religión", y sobre esto destacan que las mujeres del campo "somos más creyentes que todos esos que andan levantando la bandera de la religión para mantenernos pisadas y sin derechos".
"Ya está bueno que gente que no pare, que renunciaron a formar una familia, que no enfrentan el dilema de una violación, que no saben los malabares que hay que pasar cuando a una campesina embarazada se le presenta una hemorragia a medianoche"; es decir, "ya está bueno de que estén decidiendo sobre nuestras vidas".
El Senado no incluyó el aborto
El Senado aprobó este miércoles en primera lectura el Proyecto de Ley de un nuevo Código Penal sin incluir en la iniciativa el aborto en tres causales.
Los senadores rechazaron la propuesta de la representante por el Distrito Nacional, Faride Raful, que establecía la inclusión del aborto previo a las 12 semanas de gestación cuando el desarrollo del feto ponga en peligro la vida de la madre, si es causado por una violación sexual o incesto, y cuando el desarrollo del feto sea incompatible con la vida, según lo determine la ciencia.
También rechazaron la posición del portavoz del PLD, Yván Lorenzo, quien planteó que el aborto se conozca en una "ley especial".
La pieza legislativa fue aprobada con una votación de 23 de 27 senadores presentes en la sesión.