La Unión Europea comenzó este jueves a atisbar un futuro libre de la dependencia energética de Rusia, que podría llegar en cinco años si se respeta el plan que le presentó su órgano ejecutivo, la Comisión.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, planteó en la primera jornada de la cumbre informal de Versalles una hoja de ruta detallada para prescindir progresivamente del gas, petróleo y carbón de Rusia para 2027.
La discusión de los jefes de Estado y Gobierno, reunidos en el histórico Palacio de Versalles, continuó en general con la unidad que ha mostrado el bloque europeo desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, y que ha llevado a la imposición de fuertes sanciones políticas y económicas a Moscú.
La cumbre repasó el amplio espectro de medidas ya acordadas y en discusión como respuesta a la ofensiva rusa, como el refuerzo de su defensa común, con un aumento del gasto militar, o el delicado proceso de reducir su dependencia energética de Rusia.
La invasión rusa de Ucrania "va a conducir a una redefinción completa de la arquitectura de Europa", afirmó el anfitrión de la cita, el presidente francés, Emmanuel Macron, al llegar a la reunión.
Adhesión de Ucrania a la UE
El proyecto de declaración que este viernes prevén aprobar los 27 no generó discrepancias excepto en la solicitud de adhesión de Ucrania a la UE, según indicaron fuentes de la delegación española.
Algunos Estados miembros quieren acelerar el proceso, mientras que otros, como España, prefieren no modificar el complicado procedimiento, pero sí dar a Kiev "una señal clara" de su futuro europeo.
Una parte importante de la discusión fue la presentación por Von der Leyen de los detalles del plan de la CE para poner fin a la dependencia energética europea de Rusia, que es más fuerte en el gas natural.
"Dependemos demasiado de los combustibles fósiles rusos, especialmente del gas. Debemos diversificar proveedores, sobre todo pasando al GNL. Y debemos incrementar nuestra cuota de renovables", afirmó la presidenta del Ejecutivo comunitario en Twitter.
EN 2027, FINAL DE LA DEPENDENCIA DE RUSIA
La propuesta de la Comisión para que en 2027 se haya llegado a un final progresivo de la dependencia energética de Rusia se presentará a mediados de mayo.
La UE "debe prepararse para ser independiente del gas ruso, para asegurar su propia defensa… porque nos hemos dado cuenta de que nuestra democracia está amenazada", advirtió Macron.
El plan de la CE se centra en diversificar los proveedores y el uso de fuentes de energía, de forma que para finales de 2022 se pueda prescindir de 100.000 millones de metros cúbicos de gas ruso (100 bcm), de los 155 bcm que importó en 2021.
En concreto, el objetivo es obtener 60 bcm (60.000 millones de metros cúbicos) de otros países. La UE y sus Estados miembros discuten desde hace meses con productores como EE.UU., Noruega, Catar o Argelia.
La Comisión cree que se pueden suplir otros 10 bcm desarrollando el hidrógeno y 17 bcm más con la producción europea de biometano.
Para acelerar la producción de energía renovable en los sectores donde el gas es dominante, quiere impulsar el uso de placas solares y bombas de calor en los hogares, así como el uso del hidrógeno en la industria y un mayor empleo de las renovables en la generación de electricidad (otros 13 bcm aproximadamente en total).
La Comisión Europea aspira a reducir en un 66 % en un año la dependencia del gas que la UE consume de Rusia, según el plan que ya adelantó en el Parlamento Europeo el pasado martes.
Von der Leyen también indicó que a finales de este mes la CE propondrá que los Estados miembros tengan una reserva del 90 % de su capacidad de almacenamiento de gas para el 1 de octubre de cada año, a fin de evitar problemas de suministro.
Además del gas, el bloque europeo importó de Rusia el 27 % del petróleo y el 46 % del carbón que consumió en 2021. Las compras energéticas de la UE a Rusia supusieron 148.000 millones de euros en ingresos para Moscú.
"No deberíamos vernos obligados a financiar las bombas que caen sobre Ucrania", afirmó de forma gráfica la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, en su intervención inaugural ante los Veintisiete.