La presidente de Vida Sin Violencia, Yanira Fondeur, presentó, hoy en Santo Domingo, un estudio sobre "Situación de la niñez y adolescencia huérfana de feminicidios en el 2022″ cualitativo realizado por la investigadora Tahira Vargas García.

El estudio, que abarcó diez provincias, busca visibilizar la vulnerabilidad de los huérfanos de los feminicidios y la necesidad de establecer políticas públicas urgentes para su protección. Las provincias son Montecristi, Valverde, Santiago, Duarte, Peravia, La Altagracia, San Juan, San Cristóbal, Gran Santo Domingo, Distrito Nacional.

"Con los datos de esta investigación planteamos la necesidad de que las autoridades aborden eficazmente esta problemática social de gran impacto en una población vulnerable que requiere atención, acompañamiento y seguimiento, como son los huérfanos de los feminicidios", precisó Fondeur.
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Al centro Yanira Fondeur de Hernández y la investigadora Tahira Vargas junto miembros de la directiva de la Fundación Vida sin Violencia.

Tahira Vargas García, investigadora del estudio, enfatizó la importancia de una respuesta inmediata tanto del Estado como de la sociedad hacia la vulnerabilidad de estos huérfanos, quienes quedan desamparados tras la pérdida de sus madres.

"El carácter burocrático y lento deteriora sus condiciones de vida que son de urgencia inmediata, sin embargo, duran varios meses para integrar a esta población a algún programa", puntualizó Vargas García.

Los feminicidios, que están vinculados al incremento de la violencia social y familiar, "deben ser considerados como una emergencia nacional", declara la fundación. Vida Sin Violencia presentó este estudio con el objetivo de generar conciencia y promover acciones concretas para proteger a los huérfanos de estos crímenes.

Conclusiones del estudio

Según la presentación, el estudio llego a siete conclusiones principales:

  1. La respuesta a la niñez y adolescencia huérfana por feminicidios, tanto desde el Estado como desde toda la sociedad, debe ser inmediata.
  2. Los niños están hoy con su madre y mañana ella no está, quedándose en el desamparo, la carencia y la vulnerabilidad total.
  3. Las respuestas son lentas y burocráticas, lo que deteriora sus condiciones de vida, que son de urgencia inmediata.
  4. Los feminicidios deben identificarse en nuestra sociedad como una emergencia nacional. Suceden continuamente en las comunidades con escasa intervención inmediata.
  5. Las mujeres están siendo asesinadas cotidianamente frente a los ojos de mucha gente que las culpabiliza y normaliza esta situación, negándoles su apoyo.
  6. El feminicidio es el final de un suceso de violencia generalizada en el que está involucrada toda la sociedad.
  7. Su aumento está vinculado al incremento de la violencia social, intrafamiliar y al fortalecimiento de una cultura patriarcal de ejercicio de poder masculino y desigualdad de género.