España y República Dominicana estudian la firma en 2023 de un nuevo marco de asociación-país, un acuerdo para los próximos años con un desembolso calculado en unos 20 millones de euros anuales (unos 20,7 millones de dólares).
El secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Fernández Trigo, se refirió a este acuerdo plurianual en una entrevista con EFE en Santo Domingo, donde se encuentra de visita de trabajo.
Durante su estancia de poco más de veinticuatro horas en Santo Domingo, Fernández Trigo se reunirá este jueves con el viceministro de Política Exterior Bilateral de la Cancillería dominicana, José Julio Gómez, al estar en Washington el titular de la cartera de Exteriores, Roberto Álvarez, así como con empresarios, intelectuales y representantes de la sociedad civil.
En sus declaraciones, Fernández Trigo destacó las "excelentes" relaciones entre España y República Dominicana, el volumen de inversiones "importantísimo" (unos 3.500 millones de dólares, según fuentes dominicanas), con 400 empresas -en especial en el sector turístico, en algunos casos ayudando en su momento en las infraestructuras y comunicaciones- y la presencia de al menos 40.000 españoles.
Resaltó que los niveles del volumen de comercio bilateral son importantes, en torno a los 800 millones de dólares y, aunque la exportación por parte de República Dominicana representa solo unos 100 millones, las ventas dominicanas "van creciendo".
"Tenemos cooperación de todo tipo. La más importante es la ayuda oficial al desarrollo. En treinta años de cooperación, de 1988 a 2018, se desembolsaron alrededor de 450 millones de euros (más de 470 millones de dólares)", precisó el secretario de Estado, quien también hizo hincapié en la relación cultural y el papel que desempeña al respecto el Centro Cultural Español.
En esta visita hay un amplio abanico de puntos a revisar: temas culturales, políticos, culturales y las inversiones españolas, que en caso de problemas se van solventando gracias a la "muy buena voluntad" de la administración del presidente dominicano, Luis Abinader.
También se abordará la situación en el vecino Haití, que preocupa mucho a República Dominicana y "con razón": "la crisis es recurrente, la violencia desatada se produce periódicamente… La comunidad internacional, que hace tanto y ayuda a Haití con cantidades ingentes de cooperación, debe de algún modo saber que esos recursos son útiles al pueblo haitiano y no caen en saco roto".
Según este diplomático, que fue embajador de España en Haití, para ello "hace falta estabilidad política, seguridad y lucha contra las bandas criminales que se han adueñado del país".
"Para nosotros -concluyó- República Dominicana es un país entrañable, sabemos que hay un gran aprecio por España, nosotros también por República Dominicana. Tenemos 200.000 dominicanos viviendo en España. Aquí se nos quiere, se nos aprecia y queremos trabajar conjuntamente con República Dominicana, que tan bien nos ha acogido a los españoles siempre".
España buscará impulsar lazos y acuerdos con Latinoamérica al presidir la UE
España pretende dar un importante impulso a las relaciones y los acuerdos comerciales de América Latina y la Unión Europea durante su presidencia de la UE y quiere que esta región reciba "la atención que le corresponde", aseguró el secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Fernández Trigo.
Fernández Trigo dijo que con ese objetivo, al inicio de su presidencia de turno comunitaria en el segundo semestre de 2023, España desea celebrar una cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), probablemente en julio, una reunión al más alto nivel que no se produce desde 2015.
Con la vista puesta en el acuerdo UE-Mercosur
Ante la falta de reuniones y contactos "no hemos podido revisar un programa muy ambicioso que se aprobó en 2015 para mejorar la relación y la cooperación entre las dos regiones", indicó el diplomático, y prueba de ello, dijo, es que acuerdos "importantísimos" para la UE y América Latina están parados o sin entrar en vigor plenamente por problemas de ratificación, como el que hay con Centroamérica.
A su juicio, "en estos momentos hay algunas expectativas muy positivas sobre finalizar los acuerdos de México y Chile y queremos insistir en la ratificación del acuerdo con Mercosur (…) Si desarrolláramos los acuerdos en cierto modo aparcados, se podría ampliar el volumen de comercio e igualar quizá al de China" en la región, que se acerca a los 450.000 millones de dólares, mientras la UE esta en torno a 300.000 millones de euros (más de 310.000 millones de dólares al cambio actual).
"Nos hemos propuesto dar preponderancia a la atención que hay que darle a América Latina porque está algo alejada en estos momentos de los intereses de los europeos", pese a que existe una "compatibilidad mayor que con cualquier otra región del mundo y la prueba es que queremos el mismo tipo de sociedades", en lo político y en lo económico y esta región aspira al estado de bienestar de Europa, afirmó Fernández Trigo.
No obstante, se está consiguiendo que los socios comunitarios presten mayor atención a esta región, a lo que está ayudando la presencia de otros actores como China, cuyo volumen de comercio ya supera al de la UE, "las inversiones afortunadamente todavía no", las cuales rozan los 800.000 millones de euros (unos 830.000 millones de dólares) y que son más que las que hay en Rusia, China, la India y Japón todos juntos.
También se refirió a la importancia de trabajar juntos, España y Latinoamérica, en la defensa del español, que hablan unos 593 millones de personas en el mundo: es una batalla a medio y largo plazo y "hay que darla entre todos".
Una cumbre Iberoamericana ambiciosa e inclusiva
Por otro lado, destacó la importancia de las cumbres iberoamericanas, que han cumplido 30 años y cuya próxima edición acogerá en marzo próximo la República Dominicana, de nuevo totalmente de forma presencial tras el coronavirus.
Ante esta reunión, Fernández Trigo abogó por una cumbre inclusiva, en la que se invite a todos y todos asistan.
"Es una cumbre ambiciosa porque vamos a tratar temas importantes como la seguridad alimentaria, la recuperación económica tras la pandemia, cuestiones climáticas, temas de género. Seguramente se aprobará una carta verde medioambiental, un decálogo sobre derechos digitales (…) Va a ser una oportunidad de poner en común nuestras ideas, alentar nuestros programas de cooperación", explicó.
Este diplomático, que fue embajador de España en Haití, no ocultó su preocupación por este país: es una situación que hay que tomar en serio, "la crisis es recurrente, la violencia desatada se produce periódicamente… La comunidad internacional, que hace tanto y ayuda a Haití con cantidades ingentes de cooperación, debe de algún modo saber que esos recursos son útiles al pueblo haitiano y no caen en saco roto".
Pero para eso, subrayó, "hace falta estabilidad política, seguridad y lucha contra las bandas criminales que se han adueñado del país".
Almudena Casado