El delegado permanente de República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Andrés L. Mateo, dijo este viernes que es el tiempo apropiado de debatir ante los procedimientos de regulación y de moderación de los contenidos de plataformas de Internet.
El delegado permanente del país ante ese órgano de las Naciones Unidas, se expresó en esos términos, tras participar en la conferencia mundial “Por un Internet confiable”, en la sede de la UNESCO, que ha reunido a unos 4.300 participantes para debatir soluciones reguladoras a la actual crisis de la información en línea, se trata de la primera conferencia mundial de este tipo.
“En estos dos días, la UNESCO ha convocado a una gran cantidad de especialistas a nivel mundial para tratar un tema capital, de cómo construir un internet confiable, en relación con el cual la aventura de la verdad o la mentira no esté sujeta a los intereses individuales, y en los cuales también las plataformas que manejan todo lo que constituye el referente tecnológico de internet tenga responsabilidades ante lo que se difunde a nivel mundial”, sostuvo el embajador Mateo.
De inmediato destacó, “de manera que, las consecuencias catastróficas, lamentables, las manipulaciones y de las ideas del discurso de odio, de todo lo que constituye el resultado que el internet pueda tener en el orden social sean sometidas a una regularización que privilegie el interés colectivo por sobre el interés individual, lo que quiere decir, que ya el mundo ha hecho del internet un instrumento de interactuación social y que el internet es parte de la vida cotidiana”.
Al referirse a la conferencia mundial, ponderó que, “este encuentro ha tenido lugar en una coyuntura particularmente importante para el mundo, porque los programas de las plataformas tradicionales de Internet van dentro de muy poco a arrojar sobre el uso cotidiano, nuevos instrumentos tecnológicos de mayor sofisticación, los que representan un avance en términos de la comunicación real que se da a nivel mundial a través de estos medios, y constituyen aprovechables procedimientos a partir de los cuales su utilidad estará por verse, pero es una utilidad garantizada que tendrá mucho que ver con la mejoría de la existencia social, material en el mundo entero”.
A seguidas, sustentó que, “estas plataformas están, por lo tanto, apostando a un futuro incierto, y en consecuencia se imponía a nivel mundial un mecanismo que debata los procedimientos de regulación y de moderación de los contenidos de estas plataformas, porque ya es el tiempo apropiado para ello”.
“En estos dos días se ha ventilado todo lo que tiene que ver con Internet y la posibilidad de que el Internet del futuro ya con estas nuevas innovaciones integradas, sea confiable, sea armónico y en cierto modo, propiciador de un estado de bienestar social mayor de los 8 mil millones de seres humanos que están bajo la posibilidad de ser influidos por Internet”, concluyó.
Con la conferencia mundial, la UNESCO, hace un llamamiento para regular las plataformas digitales frente a la desinformación y el odio en línea.
Ha reunido a 4.300 participantes para debatir soluciones reguladoras a la actual crisis de la información en línea, la primera conferencia mundial de este tipo. Los oradores, desde la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, hasta el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la ganadora del Premio Nobel de la Paz 2021, Maria Ressa, subrayaron la urgente necesidad de establecer directrices mundiales comunes para mejorar la fiabilidad de la información, protegiendo al mismo tiempo los derechos humanos.
La difuminación de los límites entre lo verdadero y lo falso, la negación altamente organizada de hechos científicos, la amplificación de la desinformación y las conspiraciones no se originaron en las redes sociales. Pero, ante la falta de regulación, florecen allí mucho mejor que la verdad. Sólo tomando plenamente las riendas de esta revolución tecnológica podremos asegurarnos de que no sacrifica los derechos humanos, la libertad de expresión y la democracia. Para que la información siga siendo un bien común, debemos reflexionar y actuar ahora, juntos.