Israel aplica en los territorios palestinos una forma "más extrema" del apartheid que sufrió Sudáfrica antes de 1994, declaró el representante de Pretoria este martes ante la más alta corte de la ONU en La Haya.
La CIJ celebra esta semana una serie de audiencias sobre las "consecuencias legales" de la ocupación israelí de los territorios palestinos desde 1967 después de que la Asamblea General de la ONU solicitara a la corte en diciembre de 2022 su "opinión consultiva".
Se espera que un récord de 52 países, incluyendo Estados Unidos, Rusia y China, testifiquen en este proceso en La Haya.
"El apartheid de Israel debe terminar", insistió Madonsela, al señalar que Sudáfrica tiene una "obligación especial" de denunciar el apartheid donde quiera que ocurra y velar para que se le "ponga fin de inmediato".
Las audiencias que comenzaron el lunes corresponden a un caso independiente del recurso de emergencia presentado por Sudáfrica que argumenta que Israel violó la Convención para la Prevención de Genocidios durante la ofensiva en Gaza.
La CIJ aún no se ha pronunciado sobre este punto, aunque el 26 de enero pidió a Israel evitar cualquier eventual acto de genocidio, sin llamar a un alto el fuego.
Las audiencias transcurren en un contexto de creciente presión internacional sobre Israel por la guerra en Gaza, desatada por el ataque del movimiento palestino Hamás el 7 de octubre.
En el asalto de los milicianos islamistas en el sur de Israel murieron 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento efectuado por la AFP en base a datos oficiales israelíes.
Israel respondió con una potente ofensiva en Gaza con el objetivo de "aniquilar" a Hamás, que gobierna en este territorio palestino desde 2007. Según el movimiento palestino, esta operación militar ha dejado más de 29.000 muertos.