Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), hizo un llamado a ser cautelosos y a constatar las evidencias científicas de todo ejercicio técnico divulgado en el plano de opinión pública, antes de hacer conclusiones ligeras sobre sobre la magnitud de pérdida o ganancia de los estudiantes durante la pandemia

El planteamiento de la entidad empresarial se produce a raíz del informe "Dos Años Después Salvando a una Generación", emitido reciente por el Banco Mundial con la colaboración de UNICEF y la UNESCO, del cual señaló que se trata de un ejercicio académico que simula escenarios a partir de una serie de supuestos sobre los efectos conocidos de la inasistencia escolar.

"Es sabido por la academia que la falta prolongada de asistencia a la escuela repercute negativamente por los aprendizajes, y con base en este dato los especialistas de estos organismos internacionales realizan ejercicios para los diferentes países proyectando los efectos de la no docencia durante los días de pandemia. Si bien es cierto que técnicamente el ejercicio es correcto, como ejercicio académico no se conoce a ciencia cierta que la no docencia prolongada por períodos extraordinarios tenga un comportamiento lineal", expuso María Waleska Álvarez, presidenta de Educa.

"De modo que no es seguro que esos supuestos sobre los cuales está amparado el estudio terminen por confirmarse, una vez se cuente con los datos derivados de las evaluaciones diagnósticas y pruebas nacionales en curso, recordando que el objetivo de estudios como el citado están más bien orientados a concientizar sobre los riesgos posibles de la inacción," añadió.

Apuntaló que, afortunadamente, en la República Dominicana durante los días de pandemia se han ensayado una serie de políticas para aumentar la capacidad de retención del sistema educativo, y así evitar la deserción o salida prematura de miles de estudiantes del sistema educativo.

Indicó, además, que adicionalmente se han promovido acciones para asegurar aprendizajes elementales para cada grado y nivel, como una acción paliativa ante los efectos de la pandemia, que también están siendo evaluados y monitoreados.

De acuerdo a la dirigente empresarial, en virtud de que las evaluaciones en curso aún no disponen de información ni oficial ni oficiosa para evaluar los efectos de dichas medidas o políticas, sería incorrecto que a la fecha y con la data disponible se concluya que la calidad de la educación medida por nivel de aprendizaje de los estudiantes se haya deteriorado significativamente.

"Y más todavía aventurar una magnitud medida en años de retroceso", enfatizó Álvarez.

"De manera que desde Educa, fiel a su trayectoria institucional y de rigurosidad científica con la que fundamenta sus posiciones, hacemos un llamado a la prudencia de todos los actores del sistema para evitar conclusiones ligeras que más que favorecer pueden afectar la agenda nacional", concluyó la presidenta de Educa.