La doctora y feminista Lillliam Fondeur explicó que la violencia contra las mujeres es política y que su máxima expresión es el feminicidio, que constituye un genocidio transhistórico.
La defensora de los derechos de las mujeres lamentó que la eliminación sistemática de mujeres siga siendo recurrente en la República Dominicana, donde en ocasiones se llega a justificar.
“La violencia contra las mujeres es política. Vivimos en una cultura violenta, y está comprobado que este tipo de violencia se incrementa en el periodo de embarazo, como sucedió el pasado sábado cuando un hombre asesinó a su pareja, una adolescente de 17 años con ocho meses de embarazo”, dijo Fondeur.
Detalló, además, que la violencia que sufren las mujeres deja secuelas psicológicas y físicas como las enfermedades reumáticas: fibromialgia, artritis, lesiones en la piel, hipertensión, diabetes, depresión, además de dolor muscular por tensión.
“Antes de que una mujer sea asesinada, su cuerpo lleva la carga de la violencia. La violencia se inscribe de forma permanente en el cuerpo y lo transforma en un depósito de todo tipo de recursos traumáticos y de emociones reprimidas”, dijo.
La doctora ofreció estas declaraciones durante el seminario Feminicidio en República Dominicana, que organizó el Instituto de Investigación de Género y Familia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.