Un ciudadano dominicano identificado como Alcibades de Paz, de 34 años, se declaró culpable ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por su participación en una operación de tráfico de personas en Puerto Rico que provocó la muerte de un niño.
El caso ha sido catalogado como una grave violación de las leyes de inmigración y un trágico ejemplo de las consecuencias mortales que pueden derivarse de tales actividades ilegales.
De Paz admitió haber participado como uno de los capitanes de una embarcación que transportaba ilegalmente a personas desde la República Dominicana hacia Puerto Rico, incluyendo a un niño de tres años que lamentablemente perdió la vida durante la operación. Según los documentos judiciales, el acusado confesó haber manejado la embarcación en un intento por evadir a las autoridades puertorriqueñas.
En su declaración, de Paz reveló que ayudó a reiniciar y acelerar el motor de la embarcación hacia la costa puertorriqueña, lo que provocó que la misma volcara al llegar a la orilla, resultando en la muerte del menor.
La subsecretaria principal adjunta de Justicia y jefa de la División Criminal del Departamento de Justicia, Nicole M. Argentieri, expresó su consternación por el incidente, subrayando que "esta tragedia demuestra el desprecio total por la vida humana por parte de los traficantes de personas". Argentieri reafirmó el compromiso de la División Criminal para combatir a los responsables de este tipo de crímenes, que se aprovechan de la vulnerabilidad de los migrantes.
El acusado enfrenta una posible pena máxima de cadena perpetua, con una audiencia de sentencia programada para una fecha futura. El juez encargado del caso considerará las Pautas de Sentencia de los Estados Unidos y otros factores legales antes de dictar el fallo definitivo.
Este caso ha sido investigado por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de Puerto Rico, con la colaboración de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) del Departamento de Policía de Puerto Rico y la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, sector Ramey. La investigación se realiza bajo el programa Extraterritorial Criminal Travel Strike Force (ECT), que se enfoca en redes de tráfico de personas con riesgos significativos para la seguridad nacional y pública, así como preocupaciones humanitarias graves.