El asesor del Ministerio de Energía y Minas (MEM), Freddy Lara Felipe, afirmó que la minería es una actividad económica muy importante para el país porque atrae la inversión extranjera y por ser una catalizadora del bienestar social de las comunidades.
Dadas las implicaciones positivas y negativas que tiene la actividad minera, ésta tiene que evaluarse dentro del marco conceptual del desarrollo sostenible, el cual Lara Felipe definió como “la búsqueda de la satisfacción de las necesidades de las actuales generaciones sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras”.
En ese sentido, llamó a sus colegas ingenieros a participar en la búsqueda de "soluciones técnicamente viables, económicamente rentables y ambientalmente sostenibles" para el desarrollo de una minería responsable.
Señaló que la República Dominicana requerirá de la explotación de sus recursos naturales mineros, y eventualmente de hidrocarburos, para apalancar la mejoría de la calidad de vida de su población, teniendo en cuenta el cuidado del medioambiente.
Al participar en los eventos conmemorativos del 59 aniversario de Colegio Dominicano de Ingenieros Arquitectos y Agrimensores (CODIA), el Núcleo de Ingenieros Químicos del CODIA, el asesor del MEM dictó la conferencia titulada “Transición Energética, Minería, Ambiente y Economía: Rol de los ingenieros químicos”.
Demanda de energía crecerá 3.6% anual
En materia energética, el funcionario manifestó que la demanda de energía del país en las próximas dos décadas, en el escenario más probable, crecerá a un ritmo de alrededor de un 3.6% anual.
Esta es una tasa de crecimiento que será impulsada por el aumento de la población y el incremento del ingreso per cápita, precisó y también auguró una mejoría en la eficiencia energética como resultado de las innovaciones tecnológicas y de un mayor nivel de racionalidad en su uso.
Dijo que la utilización de las energías renovables en la matriz energética nacional irá penetrando paulatinamente para suplir la creciente demanda de la población, pero que el carbón y el gas natural seguirán siendo parte importante de la generación de electricidad por lo menos en los próximos 20 años.