Las Fuerzas Armadas presentan irregularidades en el control y manejo de su “fuerza autorizada” a causa de las injerencias legitimadas durante los gobiernos de Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina. Debido a esas injerencias se desbordó la cantidad de oficiales permitida en la Ley Orgánica de las FF.AA.

Los cuerpos armados han visto aumentar desproporcionadamente el número de oficiales generales, superiores y subalternos en los últimos 27 años, sin tomar en cuenta la Tabla de Organización y Equipos (TOE) de las Fuerzas Armadas, que regula, entre otros aspectos,  el  número de plazas disponibles para cada categoría.

El Ministerio de Defensa ha llevado a cabo múltiples auditorías del personal militar; sin embargo, solo ha logrado realizar modificaciones en el nivel de mando inferior, específicamente en los soldados que aparentemente ingresaron a las filas con edades superiores a las establecidas por la normativa, muchos de los cuales han sido cancelados o dados de baja.

Las irregularidades en los ascensos sin disponer de plazas comenzaron durante el primer gobierno de Leonel Fernández (1996-2000) y continuaron en sus dos siguientes gobiernos (2004-2008 y 2008-2012),  cuando desde el Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (CUSEP), antes conocido como Ayudantía Militar, se tomaban atribuciones con el objetivo de ascender a oficiales y alistados,  sin cumplir los requisitos mínimos establecidos en la legislación militar.

La práctica ilegal también se registró, aunque en menor medida, durante el mandato de Hipólito Mejía, y posteriormente se extendió en los dos periodos de  administraciones de Danilo Medina (2012-2016 y 2016-2020). A pesar de esto, las irregularidades no han sido corregidas, pero al menos fueron eliminadas desde el CUSEP.

En 2012, el Vicealmirante Sigfrido Pared Pérez, quien era ministro de Defensa, afirmó que había más de 150 generales, de los cuales 60 no tenían funciones. No obstante, enfatizó que la ley orgánica de las Fuerzas Armadas (139-13) establecería las reglas para obtener la cantidad requerida en un plazo de seis años. Sin embargo, esto no sucedió.

Además de afectar a los niveles superiores y medios de la oficialidad, se considera una carga económica para las instituciones militares que cada año aumentan sus costos en remuneraciones para mantener una oficialidad excesiva.

De acuerdo con una fuente perteneciente a la Unidad Consultiva o Asesora del Ministerio de Defensa, las distorsiones pueden ser corregidas a través de la voluntad del presidente de la República. "Para ello, es necesario congelar los ascensos a rangos superiores durante tres años y de subalternos por un periodo de dos años, acompañado de un retiro significativo de los que ya cumplieron su tiempo en las filas".

La TOE de las Fuerzas Armadas es un documento que establece la estructura organizativa y funcional de cada una de las tres instituciones militares. Proporciona información detallada sobre la composición de la rama, incluyendo el número de personal, equipos y recursos asignados.

De acuerdo con los documentos oficiales obtenidos por Acento, las tres instituciones castrenses, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, tienen una fuerza autorizada de 70 generales y almirantes. Sin embargo, actualmente cuentan con 96 en sus filas, de los cuales 26 permanecen de manera ilegal.

Los cuerpos armados disponen de 1,324 coroneles y tenientes coroneles regulados en la Tabla de Organización y Equipo (TOE) de las Fuerzas Armadas (plaza por miembros). Sin embargo, actualmente hay 2,859, más del doble de los establecido.

Las Fuerzas Armadas cuentan con un total de 14,479 oficiales subalternos, número que supera la cantidad autorizada de 5,878 según lo establecido por la TAO; significa que sobran 8,601 oficiales.

Por otro lado, el Ejército de la República Dominicana (ERD) tiene 52 generales en sus filas, incluyendo 14 mayores generales y 38 generales de brigada, aunque su capacidad autorizada es de 35 en ambos rangos.

La disparidad se acentúa en la categoría de coronel y teniente coronel, donde la capacidad otorgada es de 314, sin embargo, la cifra llega a los 1,480 oficiales.

La Tabla de Organización y Equipo de las Fuerzas Armadas permite al Ejército plazas para 801 mayores y capitanes, pero actualmente tiene 2,981 , lo cual excede en aproximadamente 2,180 el límite establecido por la legislación

En la Armada exceden los vicealmirantes

En la Armada de la República Dominicana (ERD), la entidad militar más pequeña de las instituciones, se observa una gran cantidad de vicealmirantes. Sin embargo, se nota la falta de contralmirantes, de acuerdo con la Tabla de Organización y Equipos

La institución naval cuenta con tres vicealmirantes autorizados y actualmente hay seis plazas ocupadas. Sin embargo, de 19 puestos disponibles para contralmirante, seis están vacantes.

No se produce la misma situación en la categoría de capitán de navíos y fragatas. Según el documento, la cifra autorizada es de 239, pero existen 585 oficiales en ambos rangos.

Además, el informe señala que hay 333 plazas para capitán de corbetas y teniente de navíos; no obstante, el número actual de militares en esas condiciones es de 1,297 en los dos rangos, lo cual excede en 994 oficiales.

La entidad cuenta con 2.337 militares en los rangos de teniente de fragatas y corbetas, lo cual duplica la cantidad autorizada de 1.264. Esto implica que 1.013 se encuentran por encima de los límites establecidos por la TOE. 

FARD es la que tiene más distorsiones

En la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD) la situación es más crítica, debido a que hay 15,529 militares ocupando 8,763 plazas permitidas, excediendo en 6,766 el límite establecido en la Tabla de Organización y Equipos mencionada.

El número de generales autorizados es de solo 11, pero hay 25 en sus filas, mientras que la cifra permitida de coroneles es de 80, pero y hay 459 en los dos rangos.

La FARD cuenta con 67 plazas para tenientes coroneles, sin embargo, tiene registrados 559, lo que implica que hay 492 por encima del límite establecido.

Con relación a los oficiales con los rangos de mayor y capitán, deberían ser 434, pero en realidad hay 1,939 en esa categoría.

Una parte significativa de los oficiales ascendidos, sin tener en cuenta la cantidad de puestos disponibles, se encuentra sin tareas asignadas o desempeñándose por debajo de sus niveles.