Familiares de reclusos enfermos en la cárcel de La Victoria denunciaron la falta de tratamiento y los abusos que reciben en el área médica a manos de otro preso, que identificaron como Rafael el Pirata.

Según los ciudadanos que hacen la denuncia, uno de los internos, identificado como Ambiorix, fue hallado ahorcado después de supuestamente recibir amenazas por rehusarse a participar en las operaciones ilícitas de El Pirata.

Los familiares instaron a las autoridades penales, a la Dirección de Prisiones y a la procuradora general, Miriam Germán Brito, a investigar la situación en el centro penitenciario.

La denuncia fue realizada después del hallazgo de Ambiorix, quien supuestamente era obligado a tomar medicación para trastornos mentales que lo mantenían indispuesto.

“Duraba hasta dos días sin comer, sin hablar con su familia y Starling usaba violencia sicológica, le decía que si hablaba podía aparecer ‘guindao’", contiene el texto entregado por los denunciantes.

Según la denuncia, Rafael el Pirata, además de controlar el suministro de medicamentos y camas, también controlaba el agua, la cual vendía por galones y cubetas.

Los denunciantes aseguran que El Pirata y su socio Starling, también recluso, comercializaban drogas dentro de la prisión.