Las emisiones de mercurio de Punta Catalina oscilan entre 553.8 y 702.6 miligramos anuales por habitante, o sea entre 108 y 137 kilogramos por año, cuando la norma guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que niveles superiores de 125 miligramos anuales por habitante son peligrosos para la salud humana.

Así lo establece la publicación del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), y el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, (Inasaproma), Informe Final del Estudio sobre la contaminación de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, CTPC, en la cual se determina que miles de personas en la provincia Peravia están expuestas a niveles peligrosos de mercurio emitido por las plantas de carbón de esta termoeléctrica.

En el acto que se celebró en la tarde de ayer, en el auditorio Jesús Perelló del Centro Cultural Perelló de Baní, Euren Cuevas, a nombre de las dos organizaciones, reveló que según el estudio realizado, las emisiones de mercurio vertidas por Punta Catalina son superiores entre cuatro o seis veces a la norma guía de la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Cuevas indicó que la investigación efectuada por el Centro Internacional sobre Energía y Aire Limpio (CREA), de Helsinki, Finlandia, determinó que los niveles de mercurio vertido son mayores o menores dependiendo de si estas plantas han contado o no, con un sistema de desulfurización, FGD, o si este sistema está funcionando correctamente.

Manifestó que durante los tres primeros años estas plantas funcionaron sin este sistema FGD, porque la gerencia de Punta Catalina decidió retirar la cal que es imprescindible para la desulfurización del carbón, con la finalidad de que los cementeros pudieran aprovechar las cenizas de estas plantas.

Observó que en el mejor de los casos, en el cual las plantas han funcionado con el sistema FGD, y en relación a los valores declarados por el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto, el vertido de mercurio ha sido de 589.7 miligramos anuales por habitante, que es más de cuatro veces y media por encima de la norma guía de la OMS.

El mercurio es un tóxico ambiental

Señaló que el mercurio es un neurotóxico que ataca el sistema nervioso, especialmente de niños y puede dañar el desarrollo del niño intrauterino, del bebé no nato. También puede afectar el sistema circulatorio, el corazón y los riñones.

Precisó que la contaminación por mercurio puede afectar el pensamiento cognitivo, la memoria, el lenguaje, las habilidades motoras finas y las habilidades visuales especiales.

Puede también ocasionar disminución del coeficiente intelectual, retardo mental y autismo, erupciones en la piel y dermatitis, y se asocia con mayores riesgos de enfermedades cardiovasculares.

Planteó que según los resultados del estudio pueden estar expuestas a concentraciones peligrosas de mercurio 3,870 personas por año, en un área de 16 kilómetros cuadrados, lo que quiere decir que están gravemente expuestos los habitantes de Nizao, Catalina, Santana, Pizarrete, Paya y Baní.

Advirtió que el principal peligro es que el mercurio de estas plantas de carbón pase a través de la cadena alimenticia al organismo humano, afectando especialmente a la infancia y a las embarazadas que son los grupos más vulnerables a este tóxico.

“El mercurio llega al agua, disolviéndose en ella. El agua irriga los cultivos que absorben el mercurio que contiene esta agua y las personas comen los productos de estos cultivos contaminados. También los peces absorben el mercurio que pasa a los humanos tras la ingesta de estos peces, o sencillamente la población toma directamente el agua contaminada de mercurio”, detalló.

Expuso que el metilmercurio que es el mercurio metálico convertido en mercurio orgánico, se acumula en la cadena alimenticia y alcanza así altas concentraciones, transformándose en un enemigo silente e invisible que daña la salud de la población.

Dijo que también el mercurio en el agua disminuye el rendimiento de los cultivos y de la población de los peces.

Habla panel de científicos y el Senador

En el transcurso del evento se presentó un panel con la participación del ingeniero Raúl Cabrera, del agrónomo Milton Martínez, del químico Marcos Rodríguez, y del epidemiólogo y diputado al PARLACEN, Carlos Sánchez que se refirieron respectivamente a los impactos de Punta Catalina a la calidad del aire, al suelo, al agua, a los cultivos y a la vida costero marina, así como a los efectos de las montañas tóxicas de cenizas, de las emisiones de gases ácidos y de micropartículas en la salud de las población.

Estos científicos formaron parte del equipo interdisciplinario que apoyó, junto a instituciones académicas y científicas de EUA y de Europa, el estudio realizado por las comunidades más directamente afectadas por la contaminación de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, CTPC.

La periodista Ingrid Paulino, de la Coalición Por la Defensa de la Salud y el Medio Ambiente de la provincia Peravia, demandó que el Gobierno anuncie el cierre de Punta Catalina y que durante el período en que siga operando se establezca un estricto monitoreo con la participación de las comunidades y una unidad médica en el Hospital de Nizao especializada en enfermedades relacionadas con la quema masiva de carbón.

Igualmente, la dirigente comunitaria exigió que se aplique el plan de remediación ambiental de $113.6 millones que contempla el Estudio de Impacto Ambiental de Punta Catalina, previa auditoría de estos fondos.

“Las comunidades y la sociedad civil realizamos este estudio que originalmente fuera ordenado por el presidente de la República al ministro de Medio de Ambiente de ese entonces, con el interés de que se busque una solución definitiva a este grave problema que constituye la contaminación de Punta Catalina”, afirmó.

El libro puesto en circulación de 344 páginas, en formato 8 y media por 16 pulgadas, a todo color, está prologado por el científico estadounidense mundialmente reconocido, Mark Chernaik, PhD, jefe del equipo científico de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental, ELAW, con sede en Oregón, EUA.

También se dirigieron al público el senador de la provincia Peravia, Milciádes Franjul, el presidente de la Asociación Dominicana de Profesores, ADP, de Baní, profesor Gregorio Aybar, y el comunicador Anthony Franco, quien condujo el evento.

El senador Franjul recordó en su intervención la larga lucha de la provincia Peravia en contra del carbón de Punta Catalina, destacando especialmente los dos descensos que realizó el Senado en Punta Catalina en compañía de las comunidades.

Expresó su esperanza de que el presidente Luis Abinader solucionará el problema de la contaminación de Punta Catalina tan pronto las condiciones lo permitan.

COMITÉ NACIONAL DE LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO, CNLCC

 

INSTITUTO DE ABOGADOS PARA LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE, INSAPROMA

 

COALICIÓN POR LA DEFENSA DE LA SALUD Y EL MEDIO AMBIENTE DE LA PROVINCIA PERAVIA

 

Pies de fotos:

  1. Euren Cuevas, a nombre de Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA, y del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático, CNLCC, pronunció las palabras de clausura del evento.

 

  1. Vista de conjunto de expertos y dirigentes comunitarios junto con el senador Milcíades Franjul.

 

  1. El senador de la provincia Peravia, Milciádes Franjul, se dirige al público en la puesta en circulación del libro Informe Final del Estudio sobre la contaminación de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, CTPC.

 

  1. Panel de expertos que intervino en la puesta en circulación del libro sobre la contaminación de Punta Catalina. De Izquierda a derecha, el ingeniero Raúl Cabrera, el agrónomo Milton Martínez, el químico Marcos Rodríguez y el epidemiólogo y diputado al PARLACEN, Carlos Sánchez.